De Piel a Piel

YO AMO A CHRISTOPHER

Christopher

Salí corriendo del cuarto detrás de ella...

Christopher.- dulce, dulce, por favor espera- dije alcanzándola pero creo que no fue lo mejor-
Dulce.- no sé a quién te cogiste hace una semana Christopher pero estoy segura que no fue a mi, tú y yo tenemos un mes que no tenemos intimidad- dijo furiosa-

Abrí mi boca tratando de decir algo, estábamos tan distanciados y yo tan metido en el trabajo para no llegar a casa que ni cuenta me había dado que llevaba un mes sin tocar a dulce, los ánimos que teníamos algunos días nos alejaban, apurado y nos besábamos.

Christopher.- amor...- dije en un susurro-
Dulce.- nada Christopher, seguramente te conseguiste una amante es eso ¿no? Por eso actúas así seguramente
Christopher.- el enojo creció dentro de mi- ¡no!- grite- deja de estar diciendo tonterías, sería incapaz de dejarte, sabes todo lo que pase con la separación de mis padres como para creerme capaz de engañarte, sabes que si yo me casé contigo es para toda la vida- dije tomándola de los brazos-
Dulce.- ¡pues no te creo!- dijo empujándome- ahora me largo

Salió azotando la puerta de la entrada mientras yo me enfurecía más y más todavía, sabía que la había arruinado con haberme ido a tomar pero no sólo era culpa mía todo esto, ambos éramos culpables.

Dulce

Subí a mi auto furiosa, dicen que las mujeres tenemos ese sexto sentido cuando nuestra pareja nos engaña y no voy a mentir a veces me entra el gusanito pero no encuentro nada he revisado su celular, su correo, es más le he hablado en momentos inesperados y siempre contesta, siento que tal vez me falla ese radar pero tal vez Christopher si me está engañando o tal vez no, tal vez,  solo tal vez es esta angustia de no saber si seremos padres algún día lo que nos está separando y desmoronándonos como pareja.  Nuestra triste realidad está acabando con nosotros aunque no con nuestro amor, dicen que el amor lo puede todo pero en este punto de mi vida lo estoy dudando, en la casa solo hay indiferencia, tristeza, peleas y solo un flechazos de amor que aparecen como la noche que se va en un instante.

Al estacionar mi auto en la empresa cierro los ojos y recuerdo todo los momentos de alegría vividos con Christopher, como anhelo que regresen pero me siento débil, tal vez no sé cómo recuperarlos aunque quiero, deseo hacerlo, recuerdo nuestro primer beso, las largas horas que pasábamos haciendo el amor que no nos agotábamos sé que con el tiempo las relaciones cambian pero un mes sin tener intimidad es que algo está sucediendo, siento que las lágrimas se desbordan por mis ojos empapando mis mejillas, mientras los recuerdos de nuestro amor me invaden, siento como empapan mis mejillas mientras nos veo a Christopher y a mí en la playa dándonos besos mientras nos decimos cuánto nos amamos, el sonido de mi celular me saca de mis pensamientos, sé quién es pero  no quiero ver su mensaje, me conoce tanto que sabe que en estos momentos  no le contestaría y seguramente por lo poco que vi: "mi amor...lo siento tanto..." , sabía que sería una disculpa pero no daba que creer mi corazón me decía que era sincero y que nos amábamos pero mi mente me decía que probablemente me estaba engañando, me sentía en una encrucijada, limpie mi rostros y baje del auto rumbo a la oficina de Valentín. Quería llegar rápido para empezar a trabajar, necesitaba mantener mi mente ocupada y el trabajo ayudaría, llegue a mi piso, una pequeña punzada en mi corazón me dijo que algo no saldría bien pero no le di importancia me encaminé rumbo a donde se encontraba Valentín, di dos toque a la puerta

Valentín.- adelante- dijo-

Abrí la puerta, estaba sobre el escritorio con papeles esparcidos por todo el lugar mientras estaba recargado con sus mangas remangadas observando un papel que tenía en sus manos con el ceño un poco fruncido.