4.- Nuevo día.

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>>Spencer Pov<<
Me despertó un olor dulce, abrí de a poco los ojos y pude escuchar una canción con un ritmo latino pegajoso. Supuse que Viko se había despertado ya. Eran apenas las 6:30 am y esta chica había empezado ya una fiesta. Me dispuse a arreglarme rápido para salir a ver a Viko para ver si quiere ir a desayunar a algún lado. Ahora que vivimos juntos, será una buena idea descubrir más a profundidad de lo que Penélope ha investigado sobre ella.
Me arreglé rápido y salí sin hacer algún ruido para poder ver qué hacía sin interrumpirla o evitar que su comportamiento cambiara.
Salí entonces y me caminé por la sala, la televisión mostraba un video de la cantante Selena, pasé el comedor y llegué a la cocina, me recargué del marco de la puerta y vi a Viko cantando y bailando muy divertida, preparando el desayuno.
—.Amor prohibido murmuuuran por las callessss.— Puso la harina en un bowl y comenzó a hacer panqueques con las cosas que se encontraban en mi cocina, en la alacena y algunos cajones.
Encontró en el refrigerador unas cuantas fresas y arándanos que le agregó a la masa.
—.Porque somos de distintas sociedaaaades.— Empezó a hacerlos y ver cómo se esponjaban era al parecer algo muy divertido para ella
. —.Amor prohibido nos diceeee todo el mundo.— Imitó unos buenos pasos de la cantante mientras usaba la espátula como micrófono.
—.El dinero no importa en ti y en miiiii.— Sacó dos platos y los puso cerca suyos para poder poner los panqueques en ellos y adornarlos muy bien.
Toda su concentración estaba puesta en la comida, el baile y el canto.
—.Ni en el corazón, ohhhwoooo baby.— bailó la parte final de la canción y al término no pude evitar aplaudirle, lo que hizo que la chica volteara rápidamente y me mirara algo avergonzada.
—.Huele delicioso, hace años que no desayunaba en casa.— Le dediqué una sonrisa y me acerqué para ayudarle con los platos. Los puse en la mesa y me senté frente al mío.
—.Eh...— vi como toda la sangre se le subía a la cara y le bajó un poco a la música. —.Espero no haberte despertado con mis cánticos satánicos, Quise hacer el desayuno para agradecerte que me dejas quedar en tu casa.— me sonrió y me acercó dos mermeladas, una de fresa y la otra de mora azul, también algo de chocolate.
—.Para nada, de hecho.— tomé la mermelada de fresa y me detuve a ver el platillo antes de empezar a comerlo. —.¿Cómo es que haces esto? Rossi, Callahan y yo hemos intentado hacer flores con fruta y nunca nos salen, hemos probado de todo y nada.— le pregunté intrigado
—.Trabajé en un restaurante antes de obtener trabajo en la procuraduría, en México es común tener un empleo que no tenga nada que ver con tu profesión.— me sonrió y se fue a asegurar que todo estaba apagado y de regreso se sentó frente a mi —.Antes de empezar en la procuraduría tuve que estar dos años en un restaurante ¿No es raro?.—
Le puso chocolate a un panqueque y lo cortó en pequeños trozos para luego comer uno.
La me imité y mi cara de asombro al escuchar esas palabras se hizo notoria. —.Con tu inteligencia y con todos esos estudios detrás ¿De verdad no estuviste en la procuraduría desde el inicio?.—
—.No, allá no funciona así.— Contestó en un tono para nada alegre y siguió comiendo.
—.Oh, olvidé algo...— Se levantó de la mesa cortando la plática, se dirigió a la cocina y regresó con dos tazas llenas con chocolate caliente, que ya me había prometido antes. Me dió la taza y probé un poco del chocolate. Vaya que era bueno.
Me dedicó una sonrisa y Viko se sentó de nuevo.
—.Por favor, quédate a vivir aquí conmigo.— le dije con cierto sarcasmo en la voz, pero se lo pedía en verdad.
—.Solo te advierto que si quieres un desayuno así tendrás que aguantar mis berridos al cantar.— reí un poco
—.No cantas tan mal, en mi parecer.— Seguí comiendo a gusto y sentí que me observaba, la mire de regreso y ella giró su vista hacia su plato mientras picoteaba los trozos que sobraban del panqueque que quedaba.
—.¿Qué?.— le pregunté
—.Nada, solo que estoy muy agradecida contigo, por ofrecerme un lugar donde quedarme y no dejarme sola en un departamento. Para ser honesta, la soledad me agrada pero estoy acostumbrada a compartir piso.—
—.¿De verdad? ¿Con quién vivías en México?.— dije al terminar con el panqueque y dándole un sorbo al chocolate.
—.Con mi padre, siempre me hacía compañía en el desayuno antes de irme.—
—.¿Dónde está ahora? ¿Sigue en tu casa?.—
—.No en realidad. El está en Monterrey, en una clínica.—
Mi tono cambió a uno más serio.
—.¿Está bien?.—
Negó con la cabeza.
—.Tiene principios de Alzheimer, ahora que lo pienso, tengo miedo de que cuando lo vaya a visitar no me reconozca más.—
—.Disculpa, no sabía.—
Me dedicó apenas una sonrisa de lado
—.No te preocupes, debes saber cosas de tu nueva roomie y solo preguntaste. No me molesta.—
—.¿Entonces te quedarás?.— solté en un tono alegre y algo emocionado
—.Claro, ahora solo debemos encontrar una manera de decirle a Rossi sin escandalizarlo tanto, le dije de broma que sería mi padre adoptivo y se tomó muy enserio el papel.—
Ambos reímos y estuvimos como dos minutos pensando en silencio.
—.No, se escandalizarán de igual manera.— Me levanté y recogí su plato a lo que reaccionó rápido y trató de convencerme de que la dejara lavarlos, pero me negué.
—.Te voy a ayudar, anda.—
—.Bueno, pero voy a seguir poniendo mis canciones de Selena, me regresan a mi infancia cuando mi abuelita Roberta me hacía el desayuno.—
—.Recogeré la mesa mientras empiezas a lavarlos.—
—.Eres un tramposo Reid.— me sonrió y sin más puso de nuevo sus canciones.
—.Hoy seee, que tienes un nuevo amorrrr.— Mientras ella cantaba, yo entraba y salía de la cocina llevándole platos y vasos, y las cosas que había usado para hacer el desayuno.
Cuando acabó se secó las manos y bailaba al ritmo de la canción que la tenía totalmente atrapada
—.¿Así se baila siempre?.—
—.No, solo lo hago de broma, bailar de verdad es un desafío coreano.— me respondió con sarcasmo del bueno y me sonrió
—. Yo no sé bailar.— Le dije algo apenado y poniendo las manos en mis bolsillos. —. Usualmente solo los vals los bailo pero tampoco lo hago bien... Deberías enseñarme.—
—.¿A bailar?.— me miró extrañada y se rió un poco —.Te estás metiendo en algo de otro nivel Spencer, ya dije que es todo un reto.—
—.A mí me gustan los retos.—
—.Bueno ¿Qué te parece si cuando regresemos de algún caso o en nuestras horas libres te enseño? Lo poco que se, es lo básico pero eso te saca de apuros en las fiestas.— le sonreí y ella me devolvió la sonrisa
—.Me parece perfecto.— entonces mi celular sonó y me miró —.Volvamos a la realidad, tenemos que ir al trabajo.—
—.No dejemos al agente Hotch esperando.— Me dijo, así que salimos de la cocina a lavarnos los dientes y después de 15 minutos nos dirigimos a la oficina.
Debo admitir que esta ha sido una de mis mañanas favoritas en toda mi vida.
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>>Viktoria POV<<
Llegamos juntos a la oficina y al momento de entrar a la sala donde normalmente se empieza a discutir los casos todos nos miraron y callaron.
—.Buenos...— Solté
—.Dias.– Spencer terminó por mí la frase y Penélope sonrió.
—.¿Está Rossi?.— pregunté a Callahan quien me miraba divertida y con una sonrisa en el rostro.
—.Si nena, está en su oficina.— me respondió amablemente y sorbió de la taza que tenía en su mano.
—.Gracias, eh... Volvemos en 10 minutos.— miré a Spencer y me indicó que saliéramos hacia el encuentro con Rossi. Escuchamos murmullos y la voz de Penélope era inconfundible.
Llegamos al lugar y tocamos la puerta, Rossi nos indicó que pasáramos y nos miró algo extrañado al vernos entrar por la puerta y cerrarla después de nosotros.
—.Buenos días nena, hola Reid ¿Qué pasa?.—
—.¿Recuerda lo de mi apartamento?— Spencer y yo nos sentamos en las sillas que estaban frente él escritorio —.Bueno eh... Me quedaré a vivir con Spencer.— le sonreí a Rossi y su expresión cambió a una de asombro.
—.¿Y él está de acuerdo?.— Se quitó sus lentes y con ellos señaló a Spencer
—.Yo le dije de hecho.— comentó el castaño a Rossi quien lucía verdaderamente sorprendido —.Solo es cosa de acomodar bien su habitación.—
—.Y quería decirte para no andar buscando departamentos por las tardes.— le dediqué una sonrisa a mi padre postizo y este me la devolvió
—.Yo pienso que mudarte permanentemente con el chico le va a hacer bien. A ambos.—
Spencer y yo nos miramos algo confundidos y en el momento justo en el que le íbamos a preguntar como es que nos iba a hacer bien vivir juntos entró Hotch, a quien saludamos y nos imitó, para después soltar con un tono serio y algo preocupado
—.Vamos a la sala de juntas, solicitan nuestra ayuda.—
Salimos de inmediato y estaba ahí otro agente que no conocíamos.
—.Buenos días, mi nombre es Steve Todd y soy de la división de anti narcóticos de la DEA.—
Hotch se puso a mi lado y me pasó un brazo por mis hombros.
—.¿Qué es lo que necesitan?.— preguntó Morgan con un tono algo agresivo, a lo que el tipo se puso nervioso y entorpeció sus movimientos, se notaba intranquilo.
—.Queremos que nos ayuden con un caso de tráfico de drogas.—
—.Somos perfiladores, encontramos asesinos. No drogas.— respondió Callahan con el mismo tono que el de Morgan.
—.Ustedes no, pero sabemos que ella si.— me señaló con una carpeta amarilla y la aventó a mi dirección. La tomé y leí lo típico: tipo de droga que se traficaba, pero algo que llamó mi atención es que los renglones del dónde y él cuando se encontraban vacíos, el del lugar tenía escrito con tinta negra "El Paso, Tx".
—.No saben quienes son, ni donde lo hacen. Solo tienen el lugar, este caso está investigado en un 30 o 35%.— fruncí el ceño. —.¿Tienen al menos una muestra del tipo de droga que trafican? No se, una bolsa llena de cocaina, pastillas, metanfetamina ¿Algo?— caminé por la sala hacia la dirección donde se encontraba el tipo. —.Con esa evidencia determinaríamos el grupo criminal que lo está haciendo.— mi equipo miraba mis movimientos y el como analizaba el archivo.
—.Ademas, también los necesitamos por qué este grupo asesinó al menos 45 de nuestros mejores agentes.— dijo el tipo aún más nervioso ante mi respuesta del caso. —.Necesitamos encontrarlos—
—.No.— contesté con un tono serio que nunca me había escuchado mi equipo. —.Este caso no tiene ni pies ni cabeza, el pobre apenas y tiene un ojo. No arriesgaré a mi equipo por algo que no tiene la mitad de información de la que yo tenía en México. ¿Cómo es eso posible? Son la DEA deberían tener algo más.—
—.Nena, podemos ayudar a investigar lo que falta.— me dijo Morgan tratando de calmarme —.Podríamos hacerlo, y ya después que ellos atrapen a los malos.—
—.Morgan, esto no es solo de investigar y que ellos terminen el trabajo. No sabemos contra que pseudo Pablo Escobar están luchando. Esos tipos no sólo se meten en tu cabeza, se meten en todo tu ser.— agite las manos frenéticamente haciendo en el aire un cuerpo y después suspiré  —.Estos casos son más difíciles y por consecuente son más laboriosos.—
Rossi y Hotch me miraron y luego se miraron entre ellos.
—.Nena, ven. Hablemos de esto nosotros.— miraron al tipo de la DEA —.¿Nos permites un minuto?— el tipo salió y cerró la puerta. Yo me senté en una silla con los brazos cruzados y sin quitar los ojos del archivo.
Sentí la presencia de Reid detrás de mí y a JJ y a Callahan hablando entre ellas.
—.Estas nerviosa.—
—.Estresada, Spencer... Muy, muy estresada.—
—.Te veo algo intranquila,de hecho estás muy a la defensiva ¿Podrías decirme porque?.—
Decidí mirarlo y tranquilizarme un poco, procedí a contarle mi historia.
—.En México, antes de capturar a El Gordo,  Uno de los traficantes más buscados y peligrosos del país, hicimos una redada donde su gente recogía los encargos que le hacían. Fue un caso parecido a este, sin detalles. Solo teníamos el lugar donde se hacían los intercambios.— me acomodé en mi lugar para continuar contándole. — En ese entonces mi mejor amiga de toda la vida y yo trabajábamos juntas en la misma división antidrogas, esa misión nos fue asignada como una mala broma de parte del jefe de departamento al que luego encerré en una cárcel en Chihuahua por corrupción y desvío de recursos, pero bueno el punto es que al momento de llegar al lugar de entregas, nos recibieron con un tiroteo digno de película. La mayoría de los de mi equipo fueron asesinados a sangre fría, incluyendo a mi mejor amiga, a la cual un tipo con un francotirador le dio un balazo en la frente. murió frente a mi. No la pude salvar... No pude hacerlo, me habían herido en el brazo y pierna, lo bueno fue que no afecto mucho a mi rendimiento, pude haber escapado pero ver a mi mejor amiga así sin vida me destrozo. Poco después los tipos me encontraron y me golpearon en la cabeza desmayandome al instante y ahí solo se que me tiraron en una zanja para que esperara mi muerte como suelen hacer todos los narcos. Pasados mas o menos unos 3 meses fuera de servicio me incorpore de nuevo, los de la división dijeron que fue un "accidente" pero cuando encerré a mi ex jefe, confeso que el era quien le había pagado a los sicarios de El Gordo para matarnos y así olvidar ese caso, era un trato que tenían. Por eso es que no quiero volver a involucrarme en un caso con información inexistente.— Le di una mirada a Hotch y a Rossi.  Los demás habían callado a escuchar la historia y mis motivos por los que no quería que nos enredaran el caso. Spencer analizó mis palabras y JJ me puso una mano en el hombro.  —.¿Desde cuando conocías a esta chica?— Me pregunto con apenas voz, al parecer no quería sonar grosera al preguntar sobre ese tema.
—.Desde preescolar. Solo que yo la abandoné.—
—.¿La abandonaste?.—
—.Me adelanté algunos cursos.—
—.¿Algunos?.—
—.Muchos.
JJ me sonrió y miró a Hotch.
—.Mira,podemos tratar de ayudarlos.— dijo Callahan —.Si la DEA vino hasta acá por algo fue.—
—.Si, es verdad nena.— Rossi intervino.
—.Bien, bien... Pero luego no digan "ay si tenías razón" que me molestaré mucho.— hice unas comillas en el aire y luego le grite al pelmazo de afuera para que entrara.
Todos nos quedamos ahí viendo fotos del lugar, de los posibles sospechosos y revisando correos, toda la especialidad de la bella Penélope.
—.Hasta ahora.— mencioné pintando en la pizarra donde se proyectaban las imágenes un pequeño círculo en rojo marcando los lugares clave donde podrían huir o llegar los sujetos. —.Tenemos solo este banco de tierra, y esta desviación. Teniendo en cuenta que la desviación no lleva a ningún lado, y el banco de tierra es enorme, podemos suponer que esconden la mercancía detrás de eso. Hay al menos 3 caminos para llegar a ese lugar y nunca se encuentran huellas de autos. No hay cámaras, ni civilización. Es el lugar perfecto para los intercambios.—
—.Si pusiéramos una cámara, una pequeña ahí podríamos saber que es lo que hacen.— dijo el tipo de la DEA
—.No, al parecer no nos enfrentamos contra un principiante, este tipo ya tiene experiencia. Se dará cuenta de que el terreno ha sido visitado por gente ajena a la suya y se irá. Perderíamos de vista al objetivo.— me senté cerca de Rossi quien era el único que me daba paz en este asqueroso ambiente.
—.¿Que haremos entonces?.—
—.Podemos usar la carretera pavimentada, la única que no nos traicionaría al momento de dejar nuestro rastro.— mordí un lapicero levemente
—.Nena yo digo que podemos colocar cámaras ocultas en rocas o cosas así.—
—.Lo sé, pero no le vayan a poner su sticker de "FBI", eh.—
Rossi me sonrió y soltó una carcajada leve.
—.No pequeña. Definitivamente no se lo pondremos... Tendrá el de la DEA.—
Compartimos por un momento una mirada de complicidad y nos volvimos a los demás.
—.Ay abuela Roberta jelp mi.—
Procedimos a viajar a El Paso, y algo en mi instinto dice que algo no saldrá bien.

Un cierto romanticismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora