Un cierto romanticismo.

Deja vu 2/2

Spencer pov
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1...2..3... Respira Spence, respira... 1...2...3...
Crack, se abrió la puerta ¿Dónde estaré? No hay ni un solo ruido, un olor extraño llegó a mi nariz, escuché pasos y pude sentir que alguien se acercaba.
—.Hola, hola guapo.—
Una voz de mujer, más o menos 26 años
—.Que grosera soy ¿Cierto? Perdona mis modales.—
Soltó una risa boba y sentí sus manos frías en mi cara, retiró de esta una venda que cubría mis ojos, ahora podía verla.
Rubia teñida, si... Eso diría Viko.
—.¿Qué quieres de mi?.—
La chica cruzó sus brazos
—.¿Qué más? A ti, obviamente.—
—.Bueno, me tienes... ¿Y ahora que?—
—.Voy a juguetear contigo un rato antes de... Bueno, matarte. Quiero divertirme antes de huir indefinidamente por todo el país.—
—¿Sabes quién soy?—
—Solo sé que eres guapísimo, debes ser modelo, me encanta tu cabello...—
Que incómodo se está poniendo esto... Ugh
De repente, no se cómo fue, pero una Viko Wink salió de la nada con un arma bastante peculiar
—.Así que tu eras la del esmalte de color naco que encontré en la escena del crimen.—
Dijo con un tono irónico, como siempre
Le enseñó el dedo medio el cual efectivamente, estaba falto de una mitad de uña
—.Eres latina, o por dios... ¿Qué haces aquí? Regresa a tu país. Shu.**—
Pude notar que Wink se puso tensa, giró los ojos y arqueó una ceja apretando el arma que tenía en las manos. La rubia tomó su revolver antiguo con una mano como si fuera Clint Eastwood y apuntó a Viko.
—.Si me pagaran por escuchar eso... Ugh cállate.—
Contestó con un tono un tanto enfadado
—.Mira maldita beaner, si no quieres que este hermoso joven muera, vete. Déjame con él a solas... Ya me hacía falta uno de estos tipos.—
Acarició de la nada mi rostro pasando lentamente sus uñas largas por el mismo, me estremecí y de inmediato cerré los ojos, como por instinto.
—.Déjalo ir. Entrégate, no sabes en qué líos te estás metiendo.—
—.¿Disculpa? No, tú N O sabes en qué líos te estás metiendo.—
—.Mierda olvidé hacer la presentación del equipo cuando entré aquí a platicar con un simio. ¡FBI! Suelte el arma.—
Viko soltó ese grito y al abrir los ojos me di cuenta que la mirada de Wink estaba completamente distinta, ya no era una mirada de paciencia, ahora era una mirada mortífera, sus ojos achinados con rastros negros la hacían ver realmente peligrosa... Y lo era. La rubia palideció de inmediato y siguió apuntando hacia su dirección con su arma.
—.¿Qué no te enseñaron de leyes? Matar a un federal es mucho tiempo en la cárcel. Imagínate, no podrás hacerte tus ridículas y feas uñas que tanto te gustan como por... Diez años.—
Viko sonrió y la rubia se descuidó al girarse un poco en mi dirección, a lo que Wink aprovechó para  disparar hacia la pierna de la chica rubia teñida y ella soltó su arma, reaccioné y  pateé la pistola hacia Viko y ella la pateó hacia atrás alejándola aún más.
No sé cómo fue, pero de un momento a otro Viktoria corrió como nunca y tacleó a la rubia, le puso las esposas y la dejó en el suelo.
Los chicos entraron gritando "¡FBI!" y Rossi se llevó a la asesina, mientras Viko me desataba.
Estaba muy nervioso, tenía miedo... Si, tenía miedo. Este escenario me hace recordar a Maeve.
Estaba realmente agitado y cuando por fin me liberé por completo, caí de rodillas y en ese mismo instante, Viko me abrazó.
Me escondí un rato en su cabello mientras me tranquilizaba, ella me acariciaba el pelo de una manera tan cuidadosa, con cariño.
La abracé muy, muy fuerte...
Yo ya sabía que estaba a salvo con ella a mi lado.