Jared
En absoluto, no estaba bromeando cuando le dije a Sam que disfrutara de su vida célibe mientras yo iba a follar con una de mis posesiones. Eso es exactamente lo que haría en este momento.
Vi como Joy se retorcía y se arqueaba debajo de mí, gimiendo y rogando que me metiera dentro de ella. Se veía hermosa cuando estaba así. No tenía ningún problema con la pérdida de todo el autocontrol. Estaba ansiosa cuando trataba de experimentar. gimió todas las palabras correctas. Sabía exactamente qué me gustaba y exactamente cómo me gustaba, y lo hizo sin siquiera pedirlo. Todo eso la hacía mi favorita de las tres.
Pero no era por eso que estaba debajo de mí. La quería a ella, porque en este momento a pesar de que me odiaba por sentirlo quería hacerle daño a Sam, y sabía que a ella no le gustaba mucho Joy "la ramita". No tenía sentido hacer esto teniendo en cuenta de que no iba exactamente a contarle a Sam al respecto. Supongo que, en realidad, todo lo que estaba tratando de hacer era sentirme mejor.
Sí, no funcionaba muy bien.
Debido a que por más hermosa que fuera Joy y pareciera tener este don innato para el sexo, ella no era Sam. Con ese pensamiento, mis manos se detuvieron en el broche de mis jeans. Mi profundo suspiro hizo un ligero silbido al pasar por mis dientes apretados.
-¿Qué pasa? -preguntó Joy con voz quejumbrosa, mirándome con expresión malhumorada.
-Nada.
-Bueno, tiene que pasar algo, acabas de pararte.
-Estoy un poco desgastado, eso es todo. Estaba agotado.- Sam había tomado bastante de mi energía en más de un sentido.
-Está bien, acuéstate de espaldas y voy a montarte. Incluso lo haré a la inversa, si quieres- Su sonrisa era seductora -. No hemos hecho eso desde hace tiempo.
No era mala idea, en realidad. Así no tendría que mirarla. Cada vez que le miraba el rostro, simplemente me recordaba no era el suyo el que quería ver. No parecía sensato interrumpir el sexo con alguien solo porque estabas pensando en alguien que nunca tendrás de todos modos, pero lo único que quería hacer era irme. Entonces una idea me vino a la mente; totalmente inmoral y poco ético, pero igual de atractiva. Podría pedirle a Joy que haga lo que más me gustaba de todas las cosas que puede hacer... podría pedirle que usara su don de Imitación Física.
Muchas veces se había transformado en otra persona para mí. Lo haría ahora sin hacer preguntas. Sam podría estar debajo de mí como si nada. Entonces tal vez toda esta frustración se iría. Tal vez la mitad de mi problema era que era tenía demasiada curiosidad sobre lo que sería estar con ella. Tal vez si me liberaba de esa curiosidad, estaría bien otra vez.
La idea se esfumó de mi mente casi tan rápido como llegó. Hacer que Joy se transformase siempre era muy divertido; ¿a qué chico no le gustaría a veces tener a Jennifer Aniston o Cameron Diaz repente debajo de ellos? Pero, en este caso, simplemente no funcionaría. No solo quería el cuerpo de Sam. La quería a ella: su mente, su sangre, su voz, su olor... todo. El paquete entero. No con la idea de tener una relación, sino en el sentido de querer que toda ella me perteneciera a mí y solo a mí, mientras estaba conmigo. Joy podría parecérsele, pero nunca sería ella. Tanto si me gustara o no, no solo era curiosidad lo que me hacía querer a Sam. Nos odiaba ambos, a ella y a mí, por eso.
Así que suspiré e hice lo único que realmente podía hacer: dejé a Joy en la cama mientras me miraba boquiabierta, cogí mi ropa y, sin decir una palabra, me teletransporté al baño de mi apartamento. Una ducha fría tenía la habilidad de hacerme sentir menos estresado. Me sentía mejor después. Menos frustrado, menos triste.
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Here be sexist vampires ( Aqui Hay Vampiros Sexistas)
VampirgeschichtenSam Parker es una vampira con un don tan fuerte y significativo que es invita a participar en una pruba para un puesto en el ejercito privado del Gran Maestro de los vampiros. Ella descubre que no solo el ejército nunca ha tenido una mujer, sino tam...