Chae
Me fui a la cama sin poder sacar de mi mente las palabras de Bom 《y tú me darás una despedida》
Ella llevo su mano hasta la entrepierna de Kwon mientras él me miraba. Ahora estoy en mi habitación acostada en mi cama con un peluche, el peluche que solía usar cuando era niña (una pequeña Catarina bebé). Recuerdo que era mi favorita, por que mi padre la dejo en mi cuna antes de que se fuera, solía abrazar esta Catarina casi todas las noches, creyendo que mi padre volvería por mi y por mi madre. Ella se embarazo de mi cuando tenia dieciséis años, nunca supe la edad de mi padre, ni siquiera lo recuerdo. El nos dejo cuando yo aún era un bebé. Recuerdo que solía mirar álbumes de fotos de ambos. Mi madre y mi padre se veían tan felices, me encantaba escuchar las historias de mi madre sobre su historia de amor.《Tu padre y yo nos conocimos durante la secundaria, él siempre fue atento hacia mi, debiste ver como solía planear un futuro juntos. Los tres》
Mi mente empieza a viajar en el tiempo, imaginando de nuevo a mis padres juntos y he de decir que me ilusionaba la idea de que mi padre volviera para que fuéramos una feliz familia, espere por bastante tiempo hasta que un día simplemente me canse de esperar y comencé a ser como soy ahora.
De repente siento ganas de hacer pipi, y esas ganas me sacan de mis pensamientos. Me levanto de la cama y salgo de la habitación caminando directo al baño al final del pasillo. Ya sé que tengo un baño en mi habitación pero cabe destacar que quiero aprovechar para ver si vuelvo a encontrarme con Kwon, y de camino al baño no lo hago, al entrar hago lo que todo el mundo hace en el baño, al salir camino directo a mi habitación, sin embargo unos ruidos provenientes de la habitación de Bom me asustan al principio y conforme me acerco a la puerta de la habitación noto que esos ruidos se convierten en jadeos y después en gemidos, no puedo evitar pegar un oido a la puerta.
—¡Ah! S-sigue —la voz de Kwon suena entrecortada— Te amo —dice ella sin decir más. Siento mis mejillas arder, espero que Kwon no conteste nada.
—Yo también —contesto él. Siento las pesadas y saladas lágrimas recorrer mis mejillas, corro lo más rápido que puedo hacia mi habitación, cierro la puerta con seguro para después tirarme en la cama a llorar. Lo primero que hago es abrazar mi pequeño peluche como en los viejos tiempos, dejo que las lágrimas caigan y sin darme cuenta estoy casi gritando mientras abrazo a mi Catarina de peluche con fuerza.~~~
La luz del sol atravesando la fina cortina me obliga a abrir los ojos, miro a mi lado y noto que aún tengo a mi pequeña a mi lado, como dije es la única que no me deja. Ahora recuerdo que paso ayer, llore hasta quedarme dormida.
Me levanto y camino al baño para tratar de despejar mi mente, como siempre sostengo mi cabello en una coleta, lavo mi cara con el agua más fría que sale del lavabo. Cuando creo que me veo presentable, camino a mi cama y tomo el celular de la mesita, lo primero que hago es ver la hora.
¡Carajo! ¡Hoy se va Bom! Corro y saco de mi closet unos jeans azul marino, junto a una blusa de rayas de manga larga, un chaleco color rojo opaco y para finalizar unas botas color café claro. Me coloco una fina capa de maquillaje, cepillo y arreglo mi cabello hasta lograr unas ondas naturales.Bajo corriendo y veo que mi madre y Kwon están en el auto metiendo el equipaje, entro rápidamente. Me quedo sentada sin hacer nada durante unos minutos esperando que terminen de meter las maletas.
Cuando por fin llegamos a el aeropuerto bajamos del auto y entramos a el enorme edificio.
—Bueno. Nos vemos en tres semanas —bom gira para mirar a ambos
—Regresa antes si puedes —kwon toma su mano acariciandola con el pulgar. Bom asiente y mira en mi dirección
—Cariño, trata de llevarte bien con él —bom me mira compasiva— Aprovechen estas tres semanas para llevarse bien—miro a Kwon quien me devuelve la mirada. Ambos aceptamos.Algo me dice que esto no va a terminar bien.
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Daddy
RomanceTal vez necesitaba alguien que la hiciera sentir querida, tal vez necesitaba sentir ese cariño paternal que nunca recibió pero que tanto anhelo, o tal vez solo necesitaba que dejaran de tratarla como lo que su madre era. Una puta.