Kwon
Esta bien. Lo admitire, lo que esa niña dijo dolió, no mucho, pero dolió. Al salir de su habitación sentí como mi alma se quedo ahí, y no, no estoy exagerando, sentí horrible y lo peor de todo es que el estúpido ese, si paso por ella y Chae, toda destapada con un vestido dorado muy corto y con un escote pronunciado. Pero ver la forma en la que él la miro cuando ella entro a su auto fue lo que me encabrono más. La miro como si ella fuese una comida.
Pero ya, no importa, ella se fue con él y ahora están en quien sabe donde haciendo quien sabe que. Y yo, yo estoy en una joyería dentro de un centro comercial, buscando un collar para Bom. Ella aún no esta de vuelta pero, quiero estar preparado para cuando regrese, además, esa casa es muy solitaria sin ella, y casi todo el día me la paso trabajando o haciendo comida, porque Chaerin nunca esta en la puta casa.
En fin, decido mirar la joyería y poner toda mi atención a las piedras brillantes que adornan los trozos de metal. Sigo sin entender el porque TODAS las mujeres aman esto, solo es un trozo de metal caro adornado de piedras caras que tarde o temprano se va a romper, simplemente no les veo lo hermoso, no veo porque el mundo las ama tanto.
—Buenas tardes señor —dice una chica bastante arreglada, lleva todo el cabello recogido y perfectamente peinado en un moño, una falda formal, con un saco y una corbata. Toda su ropa es de color negro a excepción de su corbata que es de color azul y su camisa blanca formal.
—Buenas tardes —digo sonriendo levemente.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudarle? —dice sonriendo también y mira las joyas para después mirarme de nuevo.
—Busco un regalo para mi esp...- —me interrumpo y meneo un poco la cabeza— Para mi novia, volverá de un viaje y me gustaría darle algo —miro la mesa en donde están todas las joyas.
—¿Hay algo en especifico que buscaba? —me pregunta mirándome fijamente.
Valla esta mujer es intimidante, su postura es demasiado recta, y desde que llego sus manos están entrelazadas frente a sus piernas.
—Supongo que algo lindo, pero discreto —miro las joyas evitando su mirada a toda costa.
—Venga por aquí —da media vuelta y comienza a caminar hacia en frente, la habitación completamente blanca me marea un poco pero camino detrás de ella— Como vera por este lado tenemos pequeños collares, perfectos para alguien sencilla pero elegante —miro algunos de esos collares tan brillantes.
Ella no se detiene y sigue caminando, mostrándome la gran variedad de joyas que poseen, después de un largo rato me decido por un collar pequeño de oro con una pequeña estrella junto a una luna, después paso a pagar y me entregan el regalo en una cajita blanca con un lazo azul.Al salir de la tienda miro a mi alrededor, todos están comprando y lógico porque estamos en una tienda comercial, pero veo que están acompañados pero ni una de las personas que están aquí sonríen, no verdaderamente.
Ya en el estacionamiento, subo a mi auto y me dirijo a la casa. No contaré lo que paso en el trayecto porque en realidad en lo único que pude pensar era en Chae. ¿Qué estará haciendo con ese idiota? ¿estará pensando en mi también? ¿estará usando protección?
Muevo mi cabeza rápidamente para borrar la imagen de Chae debajo de ese idiota diciendo su nombre. Saco mis llaves y entro a la casa, subo a la habitación de Bom y dejo el regalo sobre la mesita de noche.
Me acuesto en la cama mirando al techo aún pensando en Chae, rayos, esa niña me tiene tan mal, muy mal, siento un ligero peso sobre mis párpados y empiezo a cerrarlos con lentitud para quedarme profundamente dormido.
•••
Me despierta el sonido de un auto estacionandose frente a la casa, miro mi celular que esta en la mesita de noche y lo enciendo para mirar la hora; 1:52 am.
Me levanto rápidamente de la cama y miro por la ventana, es el novio de Chae, que se dirige al lugar del copiloto para bajar a Chae completamente ebria, bajo las escaleras más rápido que furioso, o tal vez ambos y me dirijo a la puerta para abrirla y quedarme ahí parado mientras veo como ese idiota camina hacia mi.—Señor yo... —lo interrumpo antes de que pueda decir algo.
—¿Crees que ella no tiene casa? —lo fulmino con la mirada— ¿Por qué mierda la traes a esta puta hora?
—Ella estaba bebiendo mucho y no quería venir —se coloca frente a mi— Ella estaba bailando con un tipo pero este comenzó a tocarla —frunce el ceño al igual que yo.
—Solo dejala y vete —digo intentando calmarme.《Es menor que tú Kwon, es menor que tú Kwon》.él asiente y se acerca a mi— No, no vas a entrar —me acerco a Chae para sostenerla entre mis brazos y bajando discretamente el vestido tan corto que lleva.
—Hasta luego —da media vuelta y camina a su auto. Yo entro a la casa y cierro la puerta, esta niña me va a escuchar.
Camino al sofá y la acuesto ahí para después moverla un poco.—Chaerin —digo moviendola— Chaerin despierta carajo —digo un poco más fuerte.
—¿Qué quieres? —dice con una voz un poco ronca, sin abrir los ojos.
—Que te despiertes mierda —digo ya más molesto que antes.— ¡Chaerin! —grito. Ella abre los ojos y se sienta en el sofá.
—¿Qué mierda quieres? —dice frunciendo el ceño
—¿Crees que esto es un puto hotel para que llegues a la hora que se te de la pinche gana? —digo mirándola mal con los brazos cruzados.
—Es mi puta casa y llego a la hora que quiera —me mira mal y también cruza los brazos.
—¡Tienes diecinueve años! Y no, no es tu casa, es de tu madre. Y adivina, me dejo a cargo de ti —elevó mi voz
—No soy un bebé —dice abultando su labio inferior.
—Pues estas actuando como uno —bajo mi tono y miro sus labios.
—¿Estoy actuando como una bebé? —noto que su voz se suaviza un poco.
—¡Sí! Deberías actuar como una persona adulta —digo apretando mis dientes al ver que se levanta del sillón. Ella desabrocha su vestido y baja lentamente dejando al descubierto su preciosa piel.
—Entonces deberías castigarme papi —dice acercandose a mi.Mierda no. No puedo.
《Hazlo, ella esta tan buena, mira su pecho y sus nalgas, joder es tan preciosa. La forma en que le vestido se le cae es impresionante》. Dice mi interior
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Daddy
Lãng mạnTal vez necesitaba alguien que la hiciera sentir querida, tal vez necesitaba sentir ese cariño paternal que nunca recibió pero que tanto anhelo, o tal vez solo necesitaba que dejaran de tratarla como lo que su madre era. Una puta.