Capítulo 11

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Kwon

De regreso a casa el camino fue incomodo, sin decir una palabra entramos.
Chae sube rápidamente a su habitación y yo, yo me quedo parado en medio de la sala como un perfecto idiota. ¡Mierda! ¿Qué voy a hacer durante tres semanas? Me siento culpable por Chae y no me atrevo a acercarme a ella.
Ayer fui distante con ella, y debo decir que anoche cuando termine de tener sexo con Bom, escuche a Chae llorar mientras gritaba ligeramente, me dormí con un extraño sentimiento en el pecho, sentí como si le hubiera sido infiel a mi pequ... a Chae.

Camino a mi habitación, la de Bom. Aún no me siento en casa y lo peor de todo es que mi chica no esta.

Saco mi laptop de un cajón de la mesita de noche a lado de la cama y comienzo a trabajar. ¿Qué esperaban? ¿Qué fuera un mantenido? ¿Qué me quedara durmiendo mientras mi mujer mata trabajando tres semanas en un avión?.
Pues no, yo trabajo, trabajo por Internet, soy el encargado de escoger y designar casos a los abogados que trabajan en el bufete de abogados donde trabajo. Eso sono extraño.
Mi presencia en la oficina no es necesaria así que lo hago por Internet, y me pagan bastante bien por hacer eso.

Sin darme cuenta me paso trabajando durante cuatro horas, adelantando todo el trabajo de el resto de la semana. Para cuando apago la laptop son las 3:00 pm, bajo a la cocina y trato de hacer un omellete de tomate con champiñones, que por cierto queda horrible, bueno pasable. No cocino mal, pero no soy Bom.

Al terminar de comer camino a la sala y me siento a ver la tv, no me agrada este estilo de vida, no llevo ni un día lejos de Bom y ya la extraño. Enciendo la tv, no cambio el canal, esta una película Mi primer amor. ¿Por qué últimamente pasan cosas de amor en tv? Ni siquiera miro la película, me concentro en Chae.

Anoche que tenia sexo con Bom no pude dejar de pensar en ella, imaginaba que era ella quien decía mi nombre pidiéndome más, puede sonar enfermo pero eso hice, y cuando la escuche llorar ese maldito impulso de ir con ella para abrazarla volvió. Algo que quiero aclarar es que ella no me gusta, es la hija de mi mujer. Es mi hijastra.
Me trago la bilis que sube por mi garganta al decir esa palabra mentalmente.

El sonido de pequeños pasos me sacan de mi mente, me giro para ver de quien se trata y es Chae, la única persona en esta casa aparte de mi, se sienta en el sofá contrario al mío y mira la película que estoy viendo.

—¿Enserio estas viendo mi primer amor? —me mira con una mueca
—Eso estaba cuando encendí la pantalla y la verdad no me molesta cambiarle al canal —contesto sin mirarla
—Es una buena película, solo que no creo que sea apta para ti —vuelve a mirar la pantalla
—¿No es apta para mi? —bufo mirándola— ¡Son dos niños enamorados! ¿cómo no va a ser apta para mi? —digo tratando se sonar autoritario pero ella se ríe
—Me refiero a que estas demasiado grande para ese tipo de películas —ella ríe  nuevamente dejando ver sus perfectos dientes mientras produce un lindo sonido, y no puedo evitar sonreir al ver esa escena.
—¡Hey! —río con ella. Pero me percató de que estamos riendo aún cuando ayer lloraba y yo me sentía mal por acostarme con su madre mientras pensaba en ella. Para cuando reacciono ella esta mirándome fijamente, ¡carajo! Amo sus sus ojos, son hermosos, un café oscuro perfectamente combinado con el negro de su pupila. ¿Qué estoy diciendo? No. Yo la odiaba hace unos días.

—Hoy saldré con Taeyang —dice borrando todo rastro de mi sonrisa
—Claro —vuelvo a mirar la tv— Ayer me dijiste
—Sí. ¿Puedo preguntarte algo? —se acerca rápidamente hacia mi. Asiento sin mirarla— ¿Tú me quieres?

Suelta de repente obligándome a mirarla, haciendo que abra los ojos como platos

—¿Qué? —la miro confundido  
—Esta bien si no me quieres —baja la mirada haciendome sentir una absoluta mierda. Cuando esta apunto de levantarse la tomo del brazo haciendo que vuelva a su lugar.
—¿Por qué preguntas eso? —digo sin soltar su brazo. Ella se encoge de hombros como una pequeña niña— Te quiero —le suelto sin pensar, pero la verdad es que no miento, creo que he empezado a mirarla como una buena amiga. Su sonrisa se hace evidente al oir mis palabras y yo no puedo evitar quedarme mirando como idiota su deslumbrante sonrisa.

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