Diecinueve.

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Estamos comiendo todos otra vez en la mesa, conversamos tranquilamente a la vez. Antes de terminar, nerviosa, me acomodo el pelo detrás de la oreja y le pregunto a mi mejor amiga lo que llevo dos días preparando:

-Vicky... Necesito hablar contigo.
-Adelante.
-¿puede ser en privado?
-Vale, vale. Jajajajajajajaj ¡me estoy asustando!

Nos levantamos de la mesa, recogemos las bandejas y abandonamos el comedor, sin antes echar un vistazo rápido a Dylan, que nos mira asombrado.

-Dime... ¿De qué quieres hablar?

-Pienso, no me voy a ir con rodeos, directa al grano. Vamos Lydia, tú puedes. -me animo a mí misma.

-¿te gusta Dylan? -vale, bien, directa.

Mi amiga se empieza a reír a carcajadas, e incluso le salen lágrimas de los ojos.

-Por Dios Lydia, ¡claro que no! -me responde ella tranquilamente, como si hubiera dicho algo gracioso.
-¿y por qué pasas tanto tiempo con él?
-¿Acaso estás celosa? -al ver mi cara de molestia, rectifica lo dicho y continúa.- Ya sabrás por qué, pero todo a su debido tiempo, pequeño saltamontes.
-Yo... -no sé cómo decirle esto.- Vi esta mañana como le mirabas los lunares, parecía que estabas totalmente perdida en ellos.
-Tía, si a mí ya me gusta alguien.
-¿quién? -pregunto extrañada, no me esperaba para nada esa respuesta.
-De un chico llamado...
-¡Chicas! -nos interrumpe Tyler.- Helen está haciendo un anuncio en el comedor, venid rápido.

Nos olvidamos de la conversación y corremos hacia el comedor.

-Bueno chicos, esta noche, habrá otra discoteca. Sólo quería informaros de eso, que debéis venir elegantes a cenar. -carraspea un poco y prosigue.- La música se apagará más tarde de lo habitual, a las 2am. Espero que disfrutéis y ahora, ¡a la piscina!

Todos aplaudimos y vamos a cambiarnos a las habitaciones, allí, nos encontramos a Liam y Eva en mitad de sus... Cosas.

-Lo siento! -nos disculpamos Clara, Vicky y yo al ver que hemos interrumpido su sesión de besos.
-No pasa nada. -dice el rubio con una sonrisa, levantándose de la cama con Eva.- Nosotros ya nos íbamos.

Los dos abandonan la sala de la mano y se van a dónde sólo ellos saben, el bosque. Bueno, me acabo de dar cuenta que yo también sé que se van al bosque... Pero... ¿A que ha quedado guay y misterioso?

Narra Eva.

Mi novio y yo nos dirigimos al bosque, nuestro lugar, y nos sentamos en un pequeño cerezo que da sombra en un verde claro.

-Eva... -comienza a decirme.- agradezco mucho que te hayas abierto a mí, y siento como que cada día que paso aquí, me voy enamorando más de tí.
-Liam. -digo casi en un susurro. Es tan dulce. No sé cómo responder a eso, así que me acerco a él y le beso con todas las fuerzas que puedo, casi con desesperación.- Te quiero.
-Yo te quiero más.

Y después de contestarnos dos de las palabras más difíciles de decir, me coge de la cadera y me junta más a él, besándome por todas las partes del cuerpo posibles, sin dejar de confesarme todo lo que siente por mí, puro amor.

Recuerdo cuando lo vi por primera vez, tuvimos el típico click ese de las películas, pero se sentía tan real...
Al momento de hablar con él, nos enamoramos. ¿Amor a primera vista? Se puede llamar así.
Nos besamos una noche aquí mismo, en el bosque, y sentí que ya no estaba perdida, que tenía una nueva razón para seguir fuerte. Así que, le conté todo lo que había vivido desde que era pequeña, y por primera vez, noté que alguien a quien se lo contaba no me miraba con pena, sino con afecto y cariño, y supe que él era el adecuado.

El Campamento. {Dylan O'Brien} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora