La noche va llegando poco a poco a la gran ciudad, Dylan y yo llevamos caminando todo el día y el cansancio se va notando.
-¿quieres que paremos en algún sitio? -¡claro! -respondo ya más animada al saber que vamos a descansar.
-Okey, pero espera aquí un momento por favor. -me dice. Le hago caso y veo cómo se dirige a un estanco que hay en la acera de enfrente. Cuando ya ha comprado lo que quería, vuelve a mi lado sacando un cigarrillo de la caja.-Espero que seas como Augustus y solo sea una metáfora.
-Lamentablemente no. -enciende con un mechero el cigarro y le da la primera calada.- empecé con 15, hace tres años. Iba muy mal en el instituto y me juntaba con malas compañías.
-¿tus padres lo saben?
-Por supuesto, fueron los primeros en enterarse. - se mete el objeto en la boca y expulsa el humo lentamente. Seré sincera, se ve tremendamente sexi así. ¡Lydia no! ¡No pienses eso! ¡El chico tiene un problema serio!Seguimos paseando y después de unos minutos, me coge de la mano mientras con la otra sujeta el cigarrillo.
-¿algún día me dejarás probar, señor peligroso?
-De ninguna manera, linda. -suelta la última calada y tira el cigarro ya terminado al suelo.- No permitiré nunca que te maltrates así. Te quiero demasiado.
-¿has dicho que me quieres?
-Más de lo que debería.Dicho esto, y bajo la luz del crepúsculo, me toma la barbilla y se aferra a mí todo lo que puede. Su respingona nariz roza con la mía, sus suaves palmas masajean mi espalda, mis manos acarician su suave pelo, y tras unos segundos de tortura, por fin termina con el poco espacio que quedaba entre nosotros.
Sus labios saben cómo llevarme al cielo, y aún siendo el segundo chico al que beso, sé que es el mejor de todos.-Yo también te quiero, Dylan. -esto es tan precipitado... Pero se siente tan insteso...
Sonríe de lado, me vuelve a coger la mano, y nos dirigimos hasta el Vips más cercano.
-¡Lydia! -me grita una voz tremendamente familiar desde la mesa de al lado del gran restaurante.
-¿Pablo? ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces aquí?
-Estoy de vacaciones con mi familia. ¿Y tú?
-Estoy en un campamento con Vicky, y hoy nos han dejado el día libre aquí. -oigo un fuerte carraspeo.- Perdón. Pablo, este es Dylan. Dylan este es Pablo, un compañero de clase.
-Encantado, soy su novio.Ese comentario me hace escupir el refresco que me había bebido.
-¡Lydia! ¿Enserio tienes novio?
-Sí. - sonrío tímida. No se me da mal esto de actuar.- Dylan tiene 18 años.
-¡Wow! ¿No es un poco mayor para ti?
-No. Solo son 3 años, no es nada. -responde el chico de los lunares por mí. -Bueno, Lydia y yo deberíamos irnos, tenemos que estar en media hora en el otro lado de la ciudad. Encantado de conocerte.
-Bueno Pablo, ¡ya nos veremos en el instituto!
-¡adiós! -responde él aún asombrado.El resto del camino lo hacemos en silencio, oyendo el sonido de los artistas callejeros y los cláxones de los coches.
-Siento haber dicho que era tu novio, nena.
-No pasa nada, O'Brien, todos cometemos errores.
-Quero ser tu novio, créeme, más que nada en el mundo, pero quiero pedírtelo de una forma inolvidable.
-No te preocupes, eperaré lo que sea necesario.
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El Campamento. {Dylan O'Brien}
FanfictionLydia, 15 años. Está dispuesta a pasar unos 15 días inolvidables en un campamento de verano con su mejor amiga, Vicky. Pero... ¿Qué pasará si en vez de pasarlos con su mejor amiga, comparte nuevas experiencias con alguien más? Un chico arrogante, es...