Delicado Amante (Jinkook)

capítulo 10

Maratón 2/4

—No me llames de un modo tan formal si estamos haciendo cosas como estas —Le hablaba aumentando el ritmo, gracias a que ya lo habían hecho podía controlarse y jugar con el menor un poco, después de todo era un adulto, aunque aun así él mismo pensara que se estaba comportando de un modo demasiado infantil desde que lo había conocido, que era muy poco, pero él realmente llevaba un tiempo sin poder hacer al tonto.

—No puedo...llamarte de otra manera...— por la evidente diferencia de edad sería incómodo y extraño nombrarlo de "Jin" aunque hicieran todo lo que hicieran, él tenía esa costumbre muy arraigada.

Él rubio seguía en su trabajo de estimularlo haciendo que le temblaran las piernas como si no fuera a poder sostener más su peso, el pequeño se deshacía en gemidos nuevamente que esta vez por el lugar en donde estaban hacía eco entre el vapor del agua, era un escenario mucho más idílico que cualquier otro que había vivido.

—Eso es porque eres muy lindo… —Le decía relamiéndose los labios, prácticamente lo devoraba con la mirada, también le encantaban los eróticos sonidos que emitía.

Al sentirlo cada vez más tembloroso lo agarraba bien a él para que no fuera a caer al terminar, y lo acariciaba con más precisión aun, con más lujuria.

Aún más pronto que cuando tenían sexo se venía entre los dedos  del mayor luego de un rato de intenso estimulo por parte de él mayor, nuevamente quedaba jadeante y cansado, no tanto como en la cama pero si lo suficiente para tener que ser sujetado para no caer. No quería nada más para ese día, o mejor para toda la semana, su cuerpo se sentía lacio, era una pereza profunda la que dejaba hacer aquello. Se quedaba recuperando el aliento en los brazos del mayor y rogando que este no tuviera ahora otro asunto que solucionar porque definitivamente no podía más.

El mayor lamía la esperma de su mano sosteniéndolo, y lo miraba de manera ladina.

—Entonces ya es hora del baño~ déjame hacerlo por ti~ —le decía en modo de canturreo con jabón en mano, ahora que estaba así de indefenso sería más fácil someterlo a su "sensual e inocente baño de amor", entonces comenzaba con ello tocándolo por todos lados y tallándose con él, que sorprendentemente no pensaba solo en sexo, sino que el apuesto rubio era un adicto a los mimos, de los cuales hace un tiempo que no recibía los adecuados por parte de alguna de sus furtivas amantes.

El más chico recuperaba su respiración normal entre las caricias jabonosas que le daban pero su corazón seguía yendo igual de rápido e incluso peor, se estremecía de pie a cabeza por tanto trato amoroso, el no acostumbraba nada similar; nunca había tenido novio, ni novia siquiera, aquel tipo de relación y la forma en que era tratado era por completo nueva para él, y se alegraba de descubrirla porque le gustaba mucho, casi tanto como le gustaba Seok Jin.

Terminaban el baño juntos de una manera agradable, el rubio definitivamente estaba de mucho mejor humor del que lo había estado en toda la semana, aunque lo adjudicaba todo a la frustración sexual, después de todo hay cosas de las que uno no quiere darse cuenta, cosas importantes.

Salían del baño y el mayor pedía algo de comer, pensando en que la próxima vez podrían hacerlo en la ducha, claro, cuando el menor fuera capaz de soportarlo un poco más.

Terminando la agitada ducha este comía para reponer energías y poder hacer el camino de regreso a casa, no cruzaba palabras con el rubio un tanto avergonzado pero sin demostrarlo, manteniendo su rostro inexpresivo; aun no entendía que se supone que eran, porque para estar haciendo esas cosas tenían que ser algo, aun así por pena, y un poco de temor, prefería no tocar el tema y comer rápido o si no tendría que dar explicaciones en casa por la hora en que llegaba.

Por su parte Seok Jin comía con calma viendo al otro hacer lo contrario, no entendía su prisa, no era como que la comida se fuera a ir o algo, ¿tanta hambre tenía?

— ¿Por qué comes tan rápido? Puedes ahogarte o dolerte el estómago si haces eso —ladeaba la cabeza, se preguntaba cómo se le verían unas orejas de conejo.

—Estoy bien...— comentaba rellenándose las mejillas como recordaba lo hacía su amigo Taehyung, ciertamente eso ayudaba a comer más rápido —No puedo llegar tan tarde a casa, me regañaran mis padres— de repente pensaba si para el rubio era normal escuchar una razón así de un  seudo-amante.

—Casa… ¿Qué? ¿Te quieres ir? ¡No quiero que te vayas! —le decía dejando su vaso de jugó sobre el carrito, pensando un poco en "me regañaran mis padres"; era cierto, era casi un niño, por poco lo olvidaba, mas por conveniencia y excusa propia que otra cosa, pero de verdad estaba pensando que se quedaría con él, la última y primera, vez se había quedado a dormir también, ¿no podía hacerlo de nuevo?

—Pues yo no funciono por lo que tú quieras— aseguraba terminado de comer, de manera seria pero sin tratar de iniciar una discusión o ser hiriente; era solo que no tenía permiso, pues su madre aún estaba enfadada por lo de la otra vez, y no tenía su uniforme—. Mañana tengo clases y después deberé compensar las horas que no trabajé en el café— por suerte los viernes salía más temprano de clases así solucionaría pronto ese pendiente.

Hacia un mohín y esos ojos se dirigían a otro lado, no estaba acostumbrado a recibir el rechazo de nadie y menos de un amante, ciertamente se llenaba de una frustración que nunca había experimentado pero si el pequeño lo ponía así no podía hacer nada…

—Entonces ven el fin de semana —eso sería bueno—Me asegurare de estar libre también, así que ven este viernes —no lo decía como un pedido, ni como una orden, pero sonaba como que así pasaría, además, si regresaba ese fin de semana, podrían utilizar ciertas cosas que quería probar, así tendría tiempo de conseguirlo.

No respondía nada pero el chico de rostro tierno fruncía los labios fingiendo que aquello no podía importarle menos, recogía las orejas de gato del velador y se disponía a retirarse, pero antes miraba al rubio y le decía:

—Yo no vendré...si me quieres aquí, tendrás que buscarme.

—Bien, entonces será un secuestro —le respondía animosamente y le guiñaba un ojo, sabía que el menor le estaba encontrando el gusto a eso, y más aún, que él le gustaba también, como a todos, todos los que querían estar con él, era uno de los hombres más atractivos, además famoso después de todo, lo normal era que la gente quisiera estar a su lado. Por eso él no estaba sólo en lo absoluto, la soledad no era un problema, sí el chico se iba, y después no regresaba, tampoco lo era... ¿verdad?

S

i ahí algún error avisenme plis , no se que le pasa a wattpad anda para el cu** 🙊

El próximo capítulo será más largo. 💖
Espero les halla gustado 🙊🙈