Delicado Amante (Jinkook)

Capítulo 17

El resto del día seguía normal hasta el final de las clases, luego se iba a casa se cambiaba, descansaba un par de horas y se iba a su trabajo; la tarde era calmada en el café y ese día no aparecía el rubio sospechoso ni nadie similar.

Seok Jin salía del set cuando la tarde se ponía roja, y revisaba su celular sin encontrar mensaje alguno, que fuera del chico, claro. Entonces después de unas paradas más por el camino, llamaba a su representante y le pedía un favor, quería comprar un lugar cómodo para vivir, el trabajador se sorprendía, hace tiempo que se lo había mencionado al rubio, pero este siempre respondía en negativo, se extrañaba, pero no hacía preguntas, entonces le decía que estaba bien, que al día siguiente le mostraría algunos lugares.

Antes de al fin dormir ese día, mandaba otro texto que decía simplemente "duerme bien", aunque ya era bastante tarde.

Jungkook leía ese mensaje al otro día pero igualmente lo hacía sonreír. La semana corría bastante similar entre las clases y el trabajo solo recibiendo y respondiéndole mensajes al mayor, como siempre este con todas sus caritas y muchas preguntas, y sus respuestas bien simples y sobrias; escritas de manera muy formal. Taehyung preguntaba un par de cosas más sobre el asunto y él le decía que no se preocupara por eso, que se concentrara en entrenar que en dos semanas comenzaba la época de competencia ruda entre los equipos de baloncesto de las secundarias.

Como habían acordado al siguiente día su representante lo llevaba a ver unos cuantos departamentos que cubrieran las necesidades de su glamurosa soltería, por un momento pensó en una casa, pero no tenía argumentos para hacerse de una, ya que, ¿Para qué una casa? Si comprar un departamento, era solo un capricho, eso solo, de eso se convencía, sin tanto éxito.

Continuaba el resto de la semana bastante ansioso y mandando mensajes de texto cada que se le daba la oportunidad, hasta se acostumbraba a la fría forma de ser del menor al contestar. Entonces, el fin de semana llegaba, y le marcaba esta vez para acordar un sitio de encuentro, esta vez le pedía que se vieran en el centro en un lugar específico, así comprarían algo de comida, e irían por primera vez a su nuevo departamento.

Con alguna nueva excusa a sus padres para poder pasar la noche fuera, el chico de ojos tiernos salía rumbo al centro donde había acordado encontrarse con el rubio que decía tenerle una sorpresa esta vez no pervertida. Compraban muchas cosas como para comer el resto de la semana lo que lo sorprendía pues Seok Jin no tenía ni cocina ni refrigerador para poner todas esas cosas; en especial el helado, mucho helado que había comprado.

Luego de un rato en el coche llegaban a su destino pasando por una zona bastante elegante de la ciudad, con buena seguridad, poco accesible si no vivías en alguno de los bellos edificios blancos que adornaban el perímetro. Entraban en el estacionamiento de este, y luego subían hasta la terraza de un edificio de apenas ocho pisos, pero cada uno de una elegancia y modernidad acorde a la apariencia.

Una vez en el penthouse del rubio volteaba a ver al más chico.

- ¡Ta-dan! Compre un departamento, ahora podrás venir a verme. -le decía sonriendo como un niño que ha hecho algo bueno.

Este se sorprendía de buena manera al ver el lugar, felicitaba al rubio por su nuevo hogar pero le preguntaba si era necesario que fuera un lugar tan grande para él solo. Recorría el lugar bastante curioso, todo estaba perfectamente amoblado y decorado; luego iba con el rubio a ayudarlo a guardar las cosas en la despensa.

- ¿Y sabes cocinar o tendrás sirvienta o algo así?

El rubio se quedaba quieto y parpadeaba un poco.

- ¿Cocinar? -Y analizaba la palabra "sirvienta"  -pues... no he llamado a ninguna... la cocina... ¿sabes cocinar, no? Digo, vendes café todo el tiempo... -le caía una gota de sudor por la frente, el lugar solo había ido a verlo, y a arreglar unas cosas, ese sería el día que al fin durmiera ahí, y como estaba acostumbrado a vivir en hoteles, había olvidado por completo que el aseo no se hacía solo, lo mismo que la comida -Supongo que tendré que conseguir una... -se daba una palmada en la frente por su ineptitud.