Hogar.

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(Esto va dedicado a unos compañeros de mi clase, que les llevo hablando durante un año, sin parar, i guess.

Perras.)

Nunca hubiera sabido lo lejos que estabas antes y, lo que formaba ser parte de ti.

Pequeñas rasgaduras que el tiempo logro retener para un bien, un día llegaste tú y todo se echó a perder.
Prácticamente le dijimos a Dios que nos perdonara de nuestros pecados pero no terminamos con un "lo volveremos a hacer", riéndonos, burlándonos y pasándola bien.

1, 2, 3... ¿Qué le vamos a hacer?

Parecemos distraídos, a la vez tan responsables y de todos modos, nos verán groseros, bromas entre nosotros y risas que no logramos detener.

Me enojo, se enojan. Yo lloro, ellos lloran. Yo sonrío, ellos sonríen. Qué bonito es tener a alguien a tu lado, alguien por quién estabas dispuesto a discutir toda tu vida, ahora sabiendo que no estaba de más mantenerlo en el salón donde todo pasaba.

Sus insultos, sus ofensas, sus caras de mala menta, el chocolate, las galletas, incluso la comedia.

¿Qué si esto? ¿Qué si el otro? ¿Que si enchufe se copió de todo? Qué va, las tonterías, nuestras criticas sin vaselina.
Que si estás horrible; que si le cantamos hasta la salida de segundo grado.
Nos quieres de todos modos, lo siento por ser tan enfadosos.

Que si ignoramos a alguien, corremos sobre los demás, tomados de la mano, entre la confianza sin dudar.
Gracias por estar un día más en este infierno que le llaman "hogar".

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