origen lV

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Caminaba lentamente intentando que la sangre que salia de mi cabeza no me nublara la vista, en repetidas ocasiones limpie mis ojos con mi mano aunque con un resultado inútil, segundos después estaba nuevamente segado por la sangre.

Quizás si hubiera prestado atención la hubiera visto desde antes pero creó que fue el destino quien se encargo nublar mi vista para poder llegar hasta ella sin retroceder.

Cuando levante mi vista vi un ángel con sus manos extendidas. Tenia una bata un tanto transparente que la cubría hasta sus rodillas, tenia el cabello corto y de un color café y estaba descalza; parecía estar respirando el aire puro.

-este lugar es hermoso - dijo con una voz melodiosa y mística era como si su voz fuera una ilusión...la mas bella de las alucinaciones - este lugar te pertenece no es verdad?

Me estaba hablando a mi? En verdad? Porque? Luego de tantos años alguien me dirigía la palabra.

-...-después de unos minutos de silencio ella abrió sus ojos observando el inmenso campo para luego girar en mi dirección- bueno...lo digo por que este lugar tiene tu olor.

Sus ojos me trasladaron a un lugar lejano eran tan profundos e infinitos como el cielo; era como si sus ojos tuvieran toda la vida dentro de ellos. No se cuantos segundos observé esos bellos ojos pero para mi fue una eternidad...ella tenia las respuestas

En ese instante mi estomago se comprimió y mi corazón latía tan fuerte que creí que saldría de mi cuerpo ciertamente era una nueva sensación en mi cuerpo.

-niño...estas sangrando demasiado acaso te ataco algún animal?

Por primera vez alguien me hablaba y preguntaba por mi físico...este ángel me miraba directamente pero no con repulsión o ira.

-...supongo que tambien eres sordo-dijo mientras daba unos pasos hacia mi a lo cual mi reacción fue dar unos pasos atrás- um? Que te ocurre niño?

-sa...sabes  quien soy?

-como lo sabría?

-no me hables ni me mires-dije esquivando su mirada- si la gente te ve a mi lado...ellos pensaran que me conoces.

-de que hablas niño?

-claramente no eres de este lugar-decir esto era doloroso- si la gente de este lugar te ve a mi lado te maltrataran también.

-...así que fue la gente de este lugar quienes te dejaron así...porque razón?

-por que soy...un monstruo.

Mi corazón dolía tanto que era insoportable, no podría dejar que alguien dañara a este ángel por mi culpa, era tortuoso el saber que tenia que alejar a la primer persona que me miraba a los ojos. Mis pensamientos eran como caer en un abismo, lentamente caía mas y mas en un charco de lamentos y agonía y puedo asegurar que abría tocado fondo de no se por que mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuche la melodiosa risa de aquel bello ángel. Me quede realmente impresionado de aquella reacción en parte porque su risa era melódica aunque para ella parecía divertirle mi reacción.

-de que te ríes?!- dije un tanto alarmado y sonando mas duro de lo que realmente quería.

-disculpa es solo que tu comentario es gracioso, los aldeanos de este ligar en verdad son estúpidos; digo creer que tu eres un monstruo wow no puedo ni imaginar como sera para ellos un elfo, un dragón o un hada.

-acaso tu...no me temes?-dije casi rogando por una respuesta buena.

-porque debería-dijo dando unos pasos al frente- para mi solo eres un niño el cual esta herido, bien! Hagamos algo con esa herida tuya o morirás desangrado- ella tomo su bata y la corto de la parte de abajo de modo que pudo crear un trapo con el cual limpiar mi rostro- no es que me moleste tu sangre...de hecho hules delicioso, note tu presencia gracias a ella; una vez pusiste un pie en el campo pude olerte.

-no deberías hacer esto...-estaba tan apenado y desconcertado, no entendía que ocurría.

-quizas tengas razon- dijo bajando el trapo manchado con mi sangre para luego tomar mi mano y guiarme al gran árbol que había en medio- es una perdida de tiempo y de sangre.

Tomo mi mano...ella la toco sin asco ni para lastimarme, era una mano muy suave pero firme. Lentamente levante mi cara a hacia ella, solo podía ver su nuca pero solo eso basto para que mi estomago ardiera y mi corazón no parara de latir como si este quisiera salir de mi para correr hacia ella.

Segundos después ella me arrojo al árbol haciendo que callera sentado a un lado del árbol para luego sentarse sobre mi, quedamos cara a cara... Cabe mencionar que me resultaba incomoda tanta cercanía. Pero tenia una vista inigualable de sus ojos, su piel blanca adornada por sus mechones cafés acompañado de una unos labios rojos...aun mas rojos que mi sangre.

-dime niño...tienes nombre?-decía mientras ladeaba su cabeza intentando ver de donde salia la sangre.

-o..osiel-ni siquiera podía dejar de hablar como idiota

-que nombre tan aburrido umm yo te pondré un nombre mas lindo

-c...ca...cambiarás mi nombre?

-si, no te gusta la idea?

-no es eso pero...

-pero?...

-quien eres?-esa pregunta mas que para saber un nombre o una referencia era para comprender si era un ser místico...o si realmente era un ángel.

-umm yo soy a lo que tu pueblo debería llamar monstruo - dijo con una sonrisa incitadora.

Esa respuesta hizo que me sonrojara haciendo que mi boca soltara un ligero gemido de placer.

-duele mucho no? Tu herida?

-si-dije tratando de ocultar con vergüenza mis reacciones.

-bueno cambiemos eso..

Mire con temor como acercava su cara así que cerré los ojos ignorando totalmente lo que ocurriría pero fue inevitable el no abrirlos con sorpresa poco después al sentir algo húmedo sobre mi mejilla...ella estaba lamiendo mis heridas, su lengua limpiaba cada rastro de sangre que tenia mi rostro. Que era esta sensación? Mi respiración se agito haciendo que abriera mi boca para intentar tomar mas aire, una electricidad recorrió todo mi cuerpo.

-tu sangre es deliciosa.-dijo casi en un susurro para mi.- no me molestaría hacer esto por siempre.

Trague saliva, estaba nervioso y mi cuerpo ardía era como si estomago creara fuego.

-um?...necesito que te quites eso del ojo, cubre la herida de tu frente.

-No! Yo no...no necesitas hacer eso yo...

-...quitate eso ahora- no entendía que pasaba pero mis manos se movían solas encontra de mi voluntad. No paso ni un minuto cuando mi rostro quedo totalmente al descubierto aunque cerraba fuerte mente mis ojos sentía la constante necesidad de abrirlos.

-pareces estar bien la herida no fue en tu ojo... lo que me lleva a asumir que aquello que mas escondes es la razón por la cual te tratan de esa manera...por favor, abre los ojos.

No quería...no quería verla huir como todos, no quería ver su rostro cubierto de pánico debido a mi horrible maldición, así que luche con todas mis fuerzas el no abrir mis ojos aunque fue inútil, poco a poco se iban abriendo acompañado de lágrimas...no...por favor no...no.

Rápidamente sus ojos se abrieron mas era obvia su sorpresa y me dolió aun mas que los golpes del señor Striks.

-niño...tus ojos...

 una memoria perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora