Cuatro.

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ChanYeol guardaba otro tipo de dulces en su mochila, había llegado muy temprano esa mañana pero en vez de ir al salón dónde empezaría su clase había caminado hasta la expendedora de golosinas y compró muchos tipos de dulces, la mayoría eran los favoritos de BaekHee.


Todo el fin de semana, se la pasó saliendo con BaekHee, habían ido al centro comercial, ahí comieron hamburguesas, ChanYeol aprendió que a BaekHee no le gustaban los pepinillos que le ponían, pero sí amaba las rodajas de cebolla, así que habían hecho una especie de trueque. ChanYeol le había dado sus trozos de cebolla y BaekHee los pepinillos. En realidad a ChanYeol le gustaba tal y como servían la hamburguesa, pero quería que BaekHee se sintiera a gusto y feliz en esa especie de salida.


Después habían ido a las maquinitas. ChanYeol había quedado en ridículo frente a una mujer. BaekHee le había dado una "arrastrada" en las carreras de autos, en el boliche y en el billar. La pista de baile no contaba, porque el propio ChanYeol sabía que tenía dos pies izquierdos para el baile.


El domingo simplemente fueron al cine. Cuando llegaron al lugar, ChanYeol pensó que BaekHee, como la típica chica que era, querría ver una película romántica, pero no, BaekHee había comprado boletos para una de terror y ChanYeol pagó los dulces, ahí fue cuando aprendió a la menor, le encantaba lo dulce. BaekHee se la pasó una hora hablando de sus dulces favoritos y ChanYeol se dedicó a memorizarlos, porque quería impresionar a la chica con unos cuantos dulces.


Era extraño, BaekHee despertaba en él, cosas que jamás antes había sentido. Jamás había tenido interés en sorprender a alguien con dulces o ser atento con algún chico, pero con BaekHee le salía natural.


Todas las libretas y libros estaban en su casillero, su mochila de nueva cuenta estaba repleta de comida. Cuando dieron las siete en punto, tomó rumbo hacía el salón mientras trataba de cerrar la mochila.


Estaba a punto de llegar cuando chocó con alguien y varios dulces cayeron al suelo. ChanYeol se tiró automáticamente al suelo para recogerlos antes de alguien los pisara.


— Perdón Yeol pero... ¿Por qué llevas tantos dulces en la mochila? —alzó la vista mirando a su amigo Kris.


ChanYeol le dedicó una sonrisa enorme.


— Hola mai frien —dijo en un horrible inglés y Kris frunció el ceño— Son para BaekHee, quería sorprenderla y se me ocurrió llevarle esto.


Kris sonrió de oreja a oreja y lo miro de una forma extraña.


— ¿Qué? —preguntó el pelinegro, ajeno a las ideas que se formaban en la mente de su amigo.

— Te gusta BaekHee —afirmó.


ChanYeol no quitó su sonrisa por unos minutos. Pero después su mente finalmente procesó lo que acababa de oír de su amigo, así que empezó a negar con la cabeza frenéticamente.


— No Kris, sólo es mi amiga —una sonrisa volvió a salir de sus labios y dio un pequeño asentimiento con la cabeza.

¡A mi no me gustan las mujeres! [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora