Yo tu voz, tu mis ojos.

Prólogo

-Hace dos meses-

Era un día normal para el joven Golden, la única diferencia era que hoy empezaba su primer en la academia para discapacitados. Se sentía algo nervioso, pero a la vez un poco emocionado. Ya tenía los libros de sus clases escrito con braille, llevaba una grabadora para gravar las explicaciones de las clases y todo eso, y su bastón, casi nunca lo usa pero como no conoce el lugar, así evitará tropezarse y eso. Su padre le insistió para que algún mayordomo para que lo ayude a andar por allí, pero el rubio se negó diciendo que no sería necesario. Tomó su mochila, su bastón, y subió a su limusina, la cual lo llevo hasta la academia.

-Bien joven Golden, aquí estamos. Cuando sea la hora de salida vendremos por usted justo aquí, o si gusta esperar en la oficina principal para que yo vaya por usted.-decía Jeffrey el mayordomo personal de Golden.

-Estaré bien. Los esperare aquí cuando acabe la escuela.-tomó su mochila, bajo de la limusina y sacó su bastón.-Adiós.-dijo sonriendo y caminando lento.

Camino siguiendo los letreros de indicación, los cuales como siempre tienen las letras de braille para que los nuevos no se perdieran. Llegó hasta la oficina principal y rápido lo atendió quien sería su consejero.

-Bien, Golden. Estarás en la clase 2-C. El presidente de la clase vendrá a mostrarte la academia e indicarte donde esta su salón de clases.-decía el hombre viendo los papeles del chico.

-Muy bien, gracias.

El hombre le siguió haciendo unas preguntas para terminar de registrarlo en la academia. Minutos después, llego un chico castaño y otro peli-negro.

-Freddy, Fred. Llegaron rápido.-el hombre se puso de pie, Golden al escuchar sus pasos también se puso de pie haciéndoles frente a los dos chicos.-Este es Golden, su nuevo compañero. Como pueden notar, es ciego, así que espero que le puedan mostrar la academia y su salón de clases.

-Bien, nosotros nos encargamos.-contestó el peli-negro sonriendo.

-Gracias Fred. Cualquier cosa que necesites Golden, aquí estoy.-fue lo ultimo que dijo el hombre antes que el rubio se fuera junto con los chicos.

Caminaron fuera del edificio principal, ya que la academia se dividía en cuatro edificios, el principal, el de los de primer año, los de segundo, y los de tercero, y aparte esta la cafetería y gimnasio, más el terreno del campus.

-Bien, Golden. Antes de empezar deja presentarnos, yo soy Fred Fazbear y soy traductor de mi hermano menor, Freddy, él es sordo mudo.-explicó Fred mirando al rubio.

-Oh, bien. Es un gusto conocerlos Fred, Freddy.

Freddy movió sus manos, usando obviamente el lenguaje de señas.

-Freddy dice que el gusto es suyo. Bien, ¿nos vamos?-Fred empezó a caminar junto con Golden y Freddy.

El rubio caminaba en medio de los hermanos y escuchaba lo que Fred le decía. Este le explicaba el orden de los edificios, donde estaba la biblioteca, sala de clubes, cafetería, todo eso. Freddy decía una que otra cosa con lenguaje de señas, siendo traducido por Fred. Al paso de los minutos, los tres chicos empezaban a hablar un poco más.

-Oh cierto, una cosa más Golden.

-¿Que pasa?

-No te confíes tanto con Freddy, él sabe leer tus labios muy bien.-le susurro Fred sonriendo.

Freddy, aunque no escucho nada, presentio que hablo de él, así que se acercó por detrás y le jalo su cabello.

-¡Ay! ¡Ay! Perdón perdón-decia Fred moviendo sus manos haciendo la señal para decir "Perdón"