Solté el aire lentamente y me levanté de la cama. Había sido una larga noche de horas eternas y pelirrojos que se escurrían en mis sueños para transformarlos en pesadillas. Llené la bañera con agua caliente y me hundí en el vapor. Pensar estaba destrozándome, así que puse la mente en blanco y dejé que mi cuerpo se relajara con la espuma del jabón.
Malgasté esa tarde recostado en el sofá cambiando constantemente los canales en la televisión. Parando de vez en cuando para reírme con una comedia barata o prestar atención a documentales marinos. No tenía ganas de nada; y podría pasar días en aquel mismo lugar, simplemente dejando correr los minutos, distrayendo a mi cabeza con cosas tan banales como lo era estar presionando los botones del mando cuando un programa no me convencía.
Lo que haga falta para olvidar a Hyuk.
La noche había caído más rápido de lo que quisiera, y nada podía hacer para retrasar el encuentro. Todas las veces eran igual de dolorosas. Sin importar las semanas que transcurrieran iba a seguir apretando la mandíbula mientras pasaba a su lado para empezar mi turno en el bar. Ignorando su aroma a menta y la profunda mirada que me dedicaba.
Pero esta vez fue diferente.
No me paralicé al verlo ni tuve que fingir una expresión relajada, porque Hyuk no estaba allí. No se encontraba en la entrada, el vestuario o detrás de la barra. Simplemente había desaparecido. Ni un solo cabello de él hizo presencia esa noche.
Intenté concentrarme en los clientes pero era imposible no notar la enorme ausencia que se acentuaba junto a mí, donde él servía los tragos. Un vacío se instaló en su lugar, tensionando mi cuerpo y haciendo que me pregunte si tal vez algo le había ocurrido.
En lo que pareció un siglo después, mi turno acabó y corrí a cambiarme el uniforme. Tropecé intentando quitarme los pantalones y mi pierna derecha fue a estamparse contra el casillero. La piel se me hinchó y comenzó a ponerse morada. No le di importancia y apresuradamente salí del lugar.
Caminé a pasos rápidos en dirección al apartamento, no tenía motivos para llegar pronto. Ni siquiera sabía por qué estaba tan nervioso. Pero dentro, en mi pecho, un presentimiento se aferró.
Entrar a casa y buscar la dirección de Hyuk era el plan inicial. Pero a medida que avanzaba por la acera fui cambiando de idea. ¿Qué pretendía hacer una vez allí? ¿Golpear la puerta y preguntar si todo estaba bien? Era ridículo. Probablemente solo estuviera de fiesta con alguna cualquiera y yo preocupándome por él.
Sin embargo una parte de mí se removía inquieta ante la decisión de ignorar su ausencia, faltar a su trabajo no era normal en Hyuk. Hundí las manos en los bolsillos de mis jeans y suspiré ruidosamente.
Miré a ambos lados de la calle en una esquina y crucé a la acera de enfrente. Faltaban solo unos metros para llegar a mi hogar cuando distinguí la figura. Su figura. Estaba apoyado contra la puerta de entrada, con una mano se desordenó el pelo, y sostenía un cigarro en la otra. Lo acercó a su boca y le dio una calada. El humo formó una nube a su alrededor, volviéndolo borroso.
Mis pies estaban clavados en la acera, como si no quisieran avanzar. Me resigné y lo observé desde la distancia mientras intentaba controlar los latidos de mi corazón. ¿Qué hacía frente a mi casa?
Lanzó el cigarro al suelo y lo aplastó con la suela del zapato. Metió ambas manos en los bolsillos de sus pantalones y elevó el rostro al cielo. Imité su acción y me quedé maravillado al observar la noche. Les estrellas eran enormes puntos brillantes que hacían perfecta compañía a la luna, que mostraba orgullosa su completa redondez. Sonreí suevamente y volví la vista al frente.
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[ EunHae ] Entre Sábanas y Amores Imposibles.
RomanceEsta vez les presento un mini seriado, no es el primero que hago pero sí el primero que publico. La verdad es que estoy muy ilusionada con la idea de compartirlo. Está compuesto por cuatro capítulos...(y tal vez un epílogo), voy a publicar uno por...