Livorno, Italia.
Detrás de toda geografía urbana existen sitios apartados, fuera de las rutinas de la gente común. Vin repudiaba todo lo que parecía perseguir una norma.
Llegaba de Toulouse, Francia, hacia ya seis meses. Decidió venir aquí siguiendo a un grupo de nuevos amigos que, en aquel momento lo había fascinado. Pero una vez llegados cada uno tomo su rumbo, menos una amiga con la cual él decidió seguir. Como dije anteriormente él despreciaba a la gente común y no le importaba correr riesgos si encontraba un buen desafío.
Buscaba ser tan soberbio como pudiera y más arrogante que la misma muerte.
Esa tarde, golpearon su puerta y para su sorpresa era una de las pocas personas que realmente le interesaban. Tan arrogante como él, Kim (La francotiradora) ostentaba el don de no detenerse a mirar los ojos, ni las suplicas de quiencaía en sus manos.
Vin – (Abre la puerta) Que sorpresa
que vengas hasta mi casa ¿Me
extrañabas?
Kim – Algo así. Vine para hablar
contigo.
Vin – (La hace pasar mientras sonríe)
¿A quien hay que matar? (Se
sienta).
Kim – (Se sienta) Al jefe de la otra
mafia, al que le quemaste su
dinero.
Vin – Pero, ¿Por qué? Me cae bien,
solo quería molestarlo para
que me mande a alguien que
me lograra hacer correr peligro
real, no lo logro, pero aún así,
me cae bien. No quiero
matarlo.
Kim – Pero tienes que ayudarme,
hice un trato con alguien de
esa mafia que quiere
traicionarlo. Su nombre es
Astor.
Vin – ¿Astor? (Recuerda) Ah... Es el
imbécil ese que intentó
cazarme.
Kim – Seguro lo mando su jefe por
lo del dinero.
Vin – Si lo sé. Fue divertido, pero le
falta habilidad. En fin ¿Por qué
quiere matarlo?
Kim – Porque si su jefe muere,
Astor se convierte en jefe.
Vin – Ah... Que chico más travieso.
Pero, ¿Qué gano yo?
Kim – Él dijo que nos dejara libres
los lavados de dinero en el sur.
Además a nuestro jefe le
encantará.
Vin – No me interesa, y yo no tengo
jefe. Podría deshacer esta
mafia matándolos a todos si
quiero. Tu jefe es afortunado
de que yo esté aquí.
Kim - ¿Y que quieres? Porque a mi
si me interesa, y necesito tu
ayuda.
Vin – Lo haré por ti. Solo dile al idiota
de tu amigo que me consiga
una buena arma.
Kim – Muchas gracias Vin, eres el
mejor.
Vin – No es nada. Pero me caía bien.
Kim – Lo sé, bueno debo irme. Te
llamaré para reunirnos y que
planeemos todo.
Vin – Bueno, suerte, nos vemos.
Kim – Adiós.Al día siguiente. Astor esperaba por la tarde, a pedido de Kim, en un lugar recóndito. El polvo del vehiculo que lo llevaría a destino no se hizo esperar. Abrió su puerta trasera, que por los polarizados, solo dejo entrever las manos que pusieron la bolsa para cubrir su rostro. Entendió la maniobra. Vin no confiaría en él tan fácilmente.
Dieron muchas vueltas antes de llegar donde se reunirían con Vin. Una vez allí le permitieron ver y sentarse.
Vin – (Abre la puerta) ¿Por qué lo
trajiste aquí?
Astor – Necesitábamos un lugar que
no sea público.
Vin - ¿Y por que en mi casa?
Kim – No se me ocurrió mejor lugar.
Vin – Ahora tendré que mudarme.
Me gustaba esta casa.
Kim – No te preocupes, no sabe
donde estamos, le tape la
cara todo el viaje.
Vin – Ah... No eras tan tonta como
pensé. Pasen.
Astor – Bueno Vin, ya sabes que
quiero y te traje lo que
pediste (Le da una caja).
Vin – Aha. (Tira la caja sobre el
sofá).
Kim – Bueno, Astor. ¿Cómo lo
hacemos?
Astor – Tengo todo arreglado para
hacer unos negocios que a mi
jefe le encantará, quiere esto
hace rato. Y cuando salgamos
de ahí ustedes lo estarán
esperando.
Kim – Entendido.
Astor – Él confía en mí. Si ustedes
hacen su parte nada saldrá
mal.
Kim - ¿Qué dices de esto Vin?
Vin – Yo solo tengo que esperarlo y
matarlo. Si algo sale mal es su
problema.
Astor – Entonces si todos sabemos
lo que tenemos que hacer,
esperen mi llamado. Yo lo
llevaré, el negocio se hará en
las dársenas abandonadas del
puerto.
Vin – Bueno, ahora, largo de mi
casa. Nos vemos allá.
Kim – Adiós Vin, gracias por
dejarnos usar tu casa.
Vin – Si, si, adiós.
Astor – Un gusto en conocerte Vin.
Quizás podríamos trabajar
juntos alguna vez.
Vin – Si... No lo creo. (Cierra la
puerta).
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Tratos Virus
Ficțiune științifico-fantasticăA veces la ambición duerme dentro de nosotros, o deambula en nuestra oscuridad sin que nos demos cuenta. Puede que no la despertemos por miedo y algunas veces por falta de oportunidad. Tú! Que harías si tuvieras la posibilidad de cruzar él limite d...