Paladins: Los campeones del reino

Capítulo final: Los campeones del reino

En ese tenso y ominoso momento Ptereo recordó haber escuchado hace muchos años de uno de sus hermanos, que había un poderoso ser que casi lo había matado una vez, un ser de una dimensión completamente diferente donde reinaban seres de inmenso poder a los cuales alababan como dioses y entonces Ptereo temió que esta figura que yacía materializándose frente a ellos fuese aquel oráculo que había sido lo suficientemente fuerte para casi acabar con uno de sus dioses hermanos.

Androxus también sintió un escalofrío por su espalda, hace ya tiempo que el asesino de dioses no sentía miedo, pues esta presencia infundía este sentimiento en él sin siquiera haberse terminado de aparecer, pero más tarde que temprano, los dos se resignaron y esperaron lo peor, era increíble que un dios y un guerrero tan poderoso como Androxus estuviesen petrificados ante aquella figura espectral.

La figura se terminó de materializar frente a ellos y comenzó a hablar.

-Mi nombre no es de importancia, lo que importa ahora es mi propósito, soy un oráculo del abismo y he venido a darles noticias que no serán de su agrado. Este torneo que planeas Ptereo terminará mal para ti, las fuerzas del abismo han estado en descontento desde que acabaste con todos tus hermanos, tu fin y el fin de tus aliados está cerca, morirás Ptereo, morirás Androxus, lo dice el abismo y abismo reina sobre todo.

-¿Quién eres tú y como te atreves a amenazar al dios de este mundo? – dijo Ptereo con falsa confianza.

-Te conozco Ptereo, te conozco a ti y conocí a tus hermanos, sé que te hablaron de mí, de la última vez que estuve en esta dimensión, pues esa vez atenté contra la vida de Zalgat pero fallé con mi cometido.

-Entiendo – dijo Ptereo. Eres aquel oráculo que alguna vez estuvo a punto de matar a mi hermano Zalgat, me lo temía, pero ¿Cuál es el motivo de tu visita?

-He venido aquí para advertirte como ya te dije antes, el orden natural de esta dimensión siempre se ha visto mantenido por el torneo y ahora tú planeas desaparecer ese balance. Capturaste a los sabios y trajiste a este lugar a todos los mejores guerreros del reino para hacerlos participar en un concurso y todo ¿para qué? ¿Por diversión?

-Te equivocas oráculo, esta vez el torneo lo he planeado para elegir a mi sucesores, para cuando deje este mundo, aun queden aquellos que ejerzan el poder dentro de las sombras, como alguna vez yo y mis hermanos lo hicimos, los cristales del tiempo han generado anomalías en los últimos meses, y no he tenido la suficiente fuerza ni el tiempo para lidiar con ello, por eso hay visitantes de todas épocas mezcladas, porque no tuve el poder de evitarlo y ahora hago esto para restaurar el orden no para desaparecerlo.

-Ahora comprendo mejor tus intenciones Ptereo, mi deber aquí es juzgar esta dimensión puesto que tengo una deuda con uno de los dioses de mi dimensión, el viejo Sylvannus envió a su mejor amigo y protegido a este reino para que viviera junto a los demás de su raza y ahora se han convertido en los árboles guardianes de la naturaleza, por eso no puedo permitir que el orden sea perturbado, pues debo proteger a quien alguna vez sirvió al dios Sylvannus.

-Debiste haber protegido el reino el día que el cristal del tiempo explotó y causó la fusión temporal – dijo Androxus en un tono sarcástico.

-¡No te atrevas a cuestionar mi juicio mortal! He vivido durante miles de años y sé cuándo es correcto intervenir. Los dejaré por ahora actuar como plazcan, pero sepan que los estaré observando, les juro que si llegan a atentar contra la seguridad del reino morirán inmediatamente por mi mano.

Al instante la figura se desvaneció completamente, dejando a los dos completamente perplejos de lo que había sucedido. Pero Ptereo hizo caso omiso de la bizarra situación que acababa de presenciar, después de todo él era un dios, nada podría interponerse en su camino así que decidió iniciar inmediatamente con los preparativos para el torneo. Aunque no pudo evitar tener un sentimiento de preocupación casi humano, que lo hizo dudar por un segundo pero decidió seguir con el torneo, ya que había dedicado bastante tiempo para llegar hasta este punto.