Entre estrellas de cartón [fanfic Minjun, Hyunsaeng y Kyuki] (PAUSADA)

1- Minjun: El niñato que intimida a gigantes.

JungMin

Por más que me opuse a la decisión de mis padres no logré quedarme en mi hogar. Ahora que he vuelto al pueblo donde mis padres crecieron me siento raro, aquí no es como allá... Allá podría estar paseando por las calles de Nueva York, viendo nada en particular. Volver, según ellos, me ayudará a estar mejor conmigo mismo. Aquí es diferente, es un pequeño y apartado pueblo llamado Yangju, en el distrito de Gyeonggi-Do. Hay lo suficiente para divertirse: canchas de basket, fútbol, centros nocturnos, cafeterías, centros comerciales... Hay de todo pero sé que le falta algo. A los cinco años, o algo así, nos fuimos a Estados Unidos por el trabajo de mi papá, ahora que lo trasladaron a Corea volvimos, él estará en Seúl y mi madre y yo estaremos aquí.

Da igual, de igual manera este años debía reiniciar y dar por finalizado mis estudios de bachillerato. Resignado termino de colocar la prótesis en mi pierna derecha... Solo quiero tener un último año escolar feliz y después entrar a la universidad que está en Seúl.

-- ¿Estás seguro que no tendrás problemas? --me dice mamá.

-- Ya estoy suficiente grandecito para tenerlos, ¿no cree?

Una de las cosas que se veían en América era que los jóvenes trataban de manera informal a sus padres, yo no. Yo guardé eso de tratar de manera formal a mis papás, ya sea hablando en coreano o en inglés -que eso solo lo hacíamos de vez en cuando, la mayoría era en coreano; salvo en el resto, todo era en inglés- .

-- ¿No te duele la pierna?

-- Llevo pastillas por si acaso...

-- Quiero que te portes bien, Minnie --ella acaricia mi mejilla.

Lo juro, es la mejor del universo. Cuando estuve en cama por eso del accidente estuvo conmigo día y noche, nunca me dejó. Ahora pasó más de año y medio.

-- Lo haré, mamá. Sabe que nunca he provocado problemas.

-- Quiero que sigas así, vete que se te hace tarde .

Y así salgo de casa. Aquí es aburrido, en primeras porque no tengo conmigo a Kevin, mi mejor amigo de la escuela y vecino. ¿Qué hará? ¿me extrañaría como yo lo hago? Para llenar mi mente pongo algo de música en mi celular. Keane suena en mis auriculares y me permito meter en la canción... ¿Por qué la gente cambia? No lo sé, solo sé que estoy mal. Después de aquella ajetreada noche en la oficina de mi papá salimos en su coche directo a casa, mi sueño era ser futbolista profesional. Para ese entonces ya cursaba el último año, a los diesisiete, y tenía el plazo de una beca completa para estudiar en una universidad en Los Ángeles; salimos y esa noche llovía a cántaros, las calles parecían estar vacías. Mi papá iba al volante e íbamos hablando acerca de mi universidad, él estaba contento... Su único hijo iría a Los Ángeles para tener un futuro bien hecho. En la avenida no habían más carros que el nuestro, por eso al llegar al semáforo mi papá esperó -como siempre- a que este diera el verde para cruzar. Y así lo hizo... Solo que en la vía de la derecha un camión que sepa Dios qué le pasó nos arrolló, no hubo tiempo para nada, solo tomé la mano sobrante  de mi padre mientras él intentó hacer algo... Pero no pudo. El camión estrelló contra nosotros y como arte de magia otros dos autos detrás de nosotros aparecieron. En el choque hubieron cuatro fallecidos, tres heridos -entre ellos mi padre y yo-. Papá no tuvo grandes golpes, solo se fracturó el brazo y la pierna izquierda, golpes y heridas por los vidrios; en cambio yo no tuve esa suerte. Debido a que el camión chocó del lado del que iba sufrí demasiado. Fracturas en las costillas y hombro, además de eso el auto se arrastró junto al camión presionando la parte donde yo iba... Quedé inconsciente en el acto. Quedar con vida fue un milagro, aquellas personas que murieron quedaron peores que yo. Quizá porque sus autos quedaron debajo del camión...