—¿C-cómo puedes soñar eso? ¡Es horrible, no es un regalo, no es una solución; es una maldita condena! ¡Por eso me odio cuando lo pienso, por eso no entiendo por qué lo sueñas!
—¡Porque cuando estás enamorado buscas incluso en la peor de las opciones, Harry!
—Recuerdo cuando fue. Fue bastante antes de saberlo. Estabamos en la playa hablando sobre cosas humanas. Me dijiste que había sido tu primer beso y no te entendí, no comprendía lo que quisiste decir porque nunca te había besado. ¿Sabes lo que pensé? ¿Y por qué mierda no le he besado aún? Fue ahí. De todo. De tus ojos, de tu sonrisa, de tu manera de moverte. Da igual. Me enamoré. De ti
—Yo me enamoré antes.
—¿Cómo de entes?
—Cuando pronunciaste mi nombre por primera vez.