Él quería ser la estrella infinita. La que no se apague, la que transmita luz y brille durante toda la eternidad. Que perdure para siempre. Que algún día sea tan importante como el sol. Para Louis ser una estrella eterna era ser feliz. Y él nunca había brillado. Para Louis ser una estrella eterna era sentir todas esas cosas que sólo Harry le había dado. Y no quería perderlo de nuevo.