Mi bella Kate

Capítulo 3

Esto fue... Extraño.

—¿Quién es ella?— pegué un salto del susto. Me dí la vuelta, y estaba Brandom apoyado en el mostrador mirandome confuso.

—Una cliente, que... Quería... Emm... Averiguar por un libro... Sí, quería comprar un libro.— lo admito: soy una porquería para mentir.

—Sí, claro.— dijo sarcástico. —escucha Matt, termina de ordenar esa última caja y vete a casa, tal vez así se te valla la cara de enamorado.— bromeó y los dos reímos.

Cuando terminé, cerré la librería y me dirigí a mi departamento que quedaba arriba. No era muy lujoso, pero era perfecto para mí y para Nilo, mi perro.

El departamento se lo compré a Brandom cuando pude juntar del sueldo de este trabajo, porque yo vivía muy lejos de aquí.

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Al otro día, unos minutos después de abrir el lugar, llegó ella. La chica con la que había hablado la noche anterior.

Cuando cerró la puerta, me dedicó una sonrisa y se dirigió a mí. Raramente mi corazon comenzó a latir más rápido de lo que late todo el tiempo.

—Hola.— me sonrió y apoyó sus manos sobre el mostrador.

—Hey, como estas.— le devolví la sonrisa y pude ver unas cuantas pecas en sus pómulos rosados por el frío.

—Bien, ¿y tú?— ella no dejaba mantener esa sonrisa tan linda ¿qué digo? ¡Ni siquiera sé su nombre!

—Bien, eres la primer clienta del día.

—Es un honor entonces.— ambos reímos, y quedamos en un silencio incómodo mirandonos el uno al otro.

—Así que... ¿qué necesitabas?— hablé cuando me dí cuenta de que yo estaba trabajando y ella supongo que quería un libro.

—El último libro de Jesse Shualkf.

—Oh cierto, lo siento.— me abofeteé mentalmente y fuí hasta donde había puesto el libro anoche. Se lo entregué y ella lo observó un momento.

—Gracias.— me dió una sonrisa amplia y me entregó el dinero. Cuando se estaba por dar la vuelta e irse, le dije algo que por un momento se quedo indecisa.

—¿Cómo te llamas?— pregunté.

—Soy Kate, ¿y tú?— dijo tímida.

—Mathew, pero dime Matt.— le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

—Entonces... Adiós Matt.

—Adiós Kate.