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Aquella mañana se despertó aún más tarde que de costumbre, y posiblemente hubiese seguido durmiendo mucho tiempo más si su hermana no le hubiese despertado llamándole dulcemente por su nombre.

—Hm... —gruñó Frank, dándose la vuelta para buscar una postura más cómoda casi al borde de la cama, sin abrir los ojos en ningún momento—. Cinco minutitos más, Emily...

—Pero entonces llegaremos tarde a clase...

Y entonces, se cayó de la cama.

—Te espero abajo, te buscaré algo de desayunar...

—Gracias, Em —contestó el mayor de forma apresurada, mientras trataba de ponerse los gastados vaqueros lo más rápido posible sin perder el equilibrio y, a la vez, hacía el intento de apartarse con un movimiento de cabeza el flequillo castaño que le dificultaba un poco la visión. A veces se arrepentía de estar intentando dejarse el pelo largo.

Tras calzarse los zapatos de forma algo torpe, cogió del armario una camiseta cualquiera que resultó ser una de rayas negras y rojas, y mientras se la ponía bajó las escaleras corriendo en dirección a la planta baja. Allí le esperaba su hermana con las mochilas de ambos y, además, una pequeña botellita de zumo y un bollo, que serían su desayuno. Frank se colgó la mochila a los hombros y engulló medio bollo de un bocado, dirigiéndose seguido de su hermana hacia la puerta de la casa de los Iero. Por suerte para ellos, su padre parecía seguir durmiendo.

—¿Has metido la comida? —preguntó el chico una vez estuvieron fuera mientras quitaba el candado de la bicicleta, refiriéndose a los bocatas que comerían en el recreo. Su hermana se dedicaba a darle fugaces mimos a Crimson mientras tanto, quien ladraba animadamente alrededor de los chicos.

—Sí —asintió su hermana. Sus largos cabellos claros se agitaron con el movimiento.

—Perdón por dejártelo a ti hoy, mañana me encargaré yo de todo, palabra —prometió, alzando una mano con solemnidad. Tras ello, con una sonrisa, le revolvió el cabello a la chica. Luego se comió el resto del bollo y guardó el zumo en la mochila. Rasco a su perro tras la oreja antes de montar en la bicicleta, cosa que la menor hizo también, agarrándose cuidadosamente a su hermano.

—No te preocupes, tú siempre lo haces todo... —susurró ella mientras Frank comenzaba a pedalear a una velocidad alarmante en dirección a la escuela, la cual se encontraba casi en la otra punta de Belleville.


Ya había comenzado octubre y el otoño se había hecho con las calles. El otoño era su estación favorita, y no solo porque en esas fechas fuese Halloween y, por tanto, su cumpleaños. Incluso si hubiese nacido en plena primavera, seguiría adorando el otoño. El pegajoso calor del verano se iba por fin y comenzaban las tardes de lluvia en las que bien podías decidir quedarte en casa leyendo que ir a pasear bajo la lluvia a pesar de que eso te acabe provocando un resfriado... Porque, sí, incluso con esas cosas el otoño era lo mejor del mundo. Una de las diez cosas más maravillosas del mundo para Frank.

Con solo salir a la calle aquella mañana y respirar el aroma otoñal que cada día era más notable en el ambiente, el castaño sonreía. Además, sin duda aquel otoño iba a ser uno bueno. ¿Quién iba a decirle que comenzar en una nueva escuela sería tan fácil y agradable como lo estaba siendo para él? Era todo lo que había querido, salir de aquel estúpido colegio católico al que él y su hermana menor, Emily, de tan solo once años, habían estado yendo por años... Pero aun siendo lo que él había deseado tanto tiempo, se había hecho a la idea de que empezar en otra escuela iba a ser tan difícil como lo fue empezar en la anterior. ¡Qué equivocado estaba! El solo hecho de estar en la misma escuela que Jamia lo había cambiado todo. Jamia, la chica que vivía enfrente y que había sido su mejor amiga durante mucho, mucho tiempo. Estaba un curso por debajo de ella a pesar de tener su edad, ya que había tenido que repetir décimo grado al perder por completo el curso previo con la salida de la anterior escuela. Pero ese pequeño detalle no importaba. Quizás no pudiese compartir clase con Jamia, pero eso no le iba a hacer la vida imposible. Todo era brillante y nuevo, y él no era una persona negativa.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2017 ⏰

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Thoughts of endless night  |  FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora