Una historia en Paraguay.

Mbaracayu... volver y no encontrar nada

En cuanto me acomodé en Asunción, fui a Alto Parana, estaba muy emocionado, y nervioso, no sabia como reaccionarían, no sabia si me recordarían, ni siquiera sabía si ellos aún seguían ahí.

Pero fui, emocionado para encontrar de nuevo a mis amigos, y los del pueblo, tal vez todo cambio desde que me fui, de hecho eso era obvio, apenas lo reconocí aquella tarde cuando llegue, después de un largo viaje, me hospede en una posada.

Las personas no cambiaron mucho, reconocí a todos, pero nadie supo quien era yo hasta que dije mi nombre, nadie lo creyó, todos se sorprendieron, nadie creyó que volvería, y todos rieron cuando dije que seguiría buscando al fantasma.

En cuanto amaneció al día siguiente subí, recorrí el camino, que se hacia tan claro cuando caminaba de nuevo, silbé como solía hacerlo para que sepan que estaba llegando, pero no respondieron, tal vez mi miedo de que no me recordaran se hizo realidad, muchas ideas pasaron por mi cabeza ese día, en ese justo momento, fui a la casa, entré, busque y todo estaba vacío, en el momento me entristeció, me quedé en la casa casi todo el día, luego recorrí todos los lugares en los que solia pasar tiempo con ellos.