Capítulo V

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- Que hermoso saber que me recuerdas. - Me miraba burlonamente. Yo tenía los puños apretados de la cólera, no podía creer que otra vez está maldita mujer nos persiguiera, ¿Es que viviríamos eternamente condenados a encontrarnosla y que siempre quisiera hacernos daño?
- ¿Que lo es lo que te propones, maldita?
- Simple, poder lograr lo que siempre quice, conquistar este mundo, que todos estén bajo mi dominio, llenos de miedo, ese miedo que tú sabes muy bien que me da poder.
- ¿Y para qué quieres a Amy, tú podrías hacerlo sola?
- No, no, mi querida Mía, necesito a Amy o debería decir ¿Xena?, tanto antes como ahora es una pieza fundamental en mi plan, y ahora más que nunca la tengo donde la quiero, cree que soy una alma de Dios. Bah, ese Dios que todos creen y que no es nada, no es ni como los de antes, por lo menos ahí había algo de desafío, este solo es un Dios mudo y que tiene poder porque la gente cree en él. Pero a lo que iba, la necesito, siempre la he necesitado y ahora me está ayudando tanto, está haciendo tan buena conmigo. Y ni se te ocurra contarle algo porque en un dos por tres me es tan fácil eliminarla. Ella ha logrado tanto, seguir sin ella sería muy sencillo, y no creo que quieras perderla otra vez ¿no? - Se acercó, me acarició el rostro mientras se lamía los labios, yo me aleje de su mano con asco y el rió.
- Siempre siendo tan linda, pero en esta vida no tienes oportunidad, en esta vida no podrás hacer nada para que no logre mi cometido. - Miré a Tomás, él estaba en shock con todo lo que oía, me miraba queriendo explicaciones.

- ¡¡¡Alguien me puede explicar que está pasando aquí!!!
- Verdad mi querido Tomás, nos habíamos olvidado de ti, un pequeño estorbo en todas tus vidas, seguro que no tienes ni idea de lo que te une a Mía y Amy. A veces los destinos son tan irónicos, una vez tras otra vuelve a juntar a las mismas personas a ver si logran hacer algún cambio que no lograron antes. Por su puesto que a mí está vez me han favorecido, tengo más poder que nunca, quien intente luchar conmigo estará perdido.

- ¿Mía de que está hablando este loco? ¿Quien rayos es Alti y Gabrielle? ¡¡¡Quiero una maldita explicación!!!
- Cuando llegue la hora niño lo sabrás, ahora se me largan de aquí. Y solo una pequeña advertencia, Mía. No te desgaste en decirle la verdad a Amy o alguien más, nadie te va a creer y para mí sería tan fácil eliminarla y luego eliminarte a ti, tienes en tus manos su vida y la tuya, no seas tonta, no la desaproveches. - Lo miré con todo el odio que sentía, agarré a Tomás del brazo y lo saque de la oficina.

Salimos de la municipalidad y estuvimos caminando un rato sin rumbo alguno y sin decir palabra. No me salían las palabras, no sabía cómo explicarle a Tomás lo que estaba pasando, que Liam es el peor demonio que podría imaginarse y luchar de una manera normal no era una opción. Alti en esta vida tiene mucho poder, con una simple orden podría acabar con cualquiera de nosotros o hasta ella misma podría acabar con nosotros. Como explicarle a Tomás que mi alma ha reencarnado en esta vida al igual que la de Amy y Liam, que nos hemos visto a lo largo de varias vidas, pero sobre todo en una donde tuvimos que luchar Amy y yo contra ella, donde éramos Xena y Gabrielle y él, Alti. Que Alti es una chamana con muchísimo poder y que estuvo a muy poco de acabar con nosotras varias veces. Va a creer que esto es una completa locura y que no tiene ningún sentido, sino fuera por lo que ví y sentí hoy, tampoco lo hubiera creído posible.

- Mía...¿Me vas a decir de una buena vez que fue todo lo que pasó en la oficina de Liam?, No entiendo absolutamente nada, parecía que estuviste en trance cuando te quiso ahorcar y te salió sangre de las manos y pies ¡¡¡¡Necesito una explicación!!! - Lo adentré a un parque que estaba cercano a donde estábamos caminando y nos sentamos en las bancas del medio.
- Primero tranquilízate, lo que te voy a decir no será fácil de comprender, necesito que tengas la mente abierta y creas lo que te voy a contar, pero sobre todo me prometas que no se lo vas a contar a nadie.
- Está bien, pero me puedes explicar que está pasando ¡¡¡Por favor!!!. - Se estaba impacientando y lo entendía.
- A ver, Liam no es una buena persona.
- Ya lo sé, dime algo que no sepa.- Me respondía con fastidio.
- ¿Me vas a dejar terminar?
- Bien, continua.
- Liam no es una buena persona porque tiene como alma la de Alti, una chamana de tiempos muy antiguos, cuando existían las amazonas, es una chamana de gran poder, capaz de hacerte ver los peores horrores que has vivido durante tus vidas, que se alimenta de tu miedo y de todo el sufrimiento que has vivido. Ella o en este caso él es el demonio mismo en persona y todo lo que toca lo destruye. Liam así como Amy y yo somos pruebas de que existe la reencarnación.
- ¿Tú y Amy? - Me miraba muy confundido.
- Si, porque yo también soy la reencarnación de otra persona que vivió en la época de las amazonas, era de la antigua Grecia, en esa vida me llamaba Gabrielle y conocí a Xena, quien se convirtió en alguien muy especial para mí y con la que pase gran parte de mi vida. Amy es la reencarnación de Xena. Ambas hemos peleado con Alti en varias vidas pero en esta lo armó todo tan bien que nos hemos dado cuenta tarde.
- Espera, espera ¿En serio todo lo que me dices es cierto? ¿En serio tú y Amy han vivido en la antigua Grecia? ¿Y a que se refería cuando dijo que mi destino se une al ustedes? - Se tocaba la frente con preocupación mientras empezó con un tic nervioso en la pierna.
- Si, jamás te mentiría con algo así. Sobre lo otro si, ambas hemos vivido en esa época, tuvimos en ese entonces una vida muy complicada, tuvimos que luchar contra tanto mal. Pero ahora no estamos preparadas para una pelea de tal magnitud, sobre todo porque ahora Amy está con él, cree todo lo que le dice y no sospecha nada. Y porque estás con nosotras, todavía no lo sé, pero por alguna extraña razón tenías que estar en este momento.
- Estoy soñando, estoy soñando, estoy soñando. - Se peñizcó el brazo y dió un grito de dolor.
- Deja eso, idiota. - Le pegué un golpe en la cabeza.- Te acabo de decir que esto no es mentira, más que nunca necesito que me creas y ayudes, tenemos que de alguna manera u otra, sin que Liam se entere, tratar de convencer a Amy de que él no es lo que parece. - Lo sacudí por los hombros para que me prestara atención y dejara de hacer sonseras. - ¿Me estás prestando atención, Tomás?
- Si, está bien, te creo... ¿Pero como diablos vamos a lograr que Amy nos haga caso? Yo lo intenté muchas veces y no quiere oírme. - Se paró preocupado y caminó dos pasos fuera de la banca.
- Déjamelo a mi, pero si te llegó a necesitar, me vas a respaldar. Por ahora necesito que me ayudes a coordinar una salida con ella, que no sospeche para lo que nos vamos a reunir de verdad, pero sobre todo que Liam no se entere. Tú como trabajas en la municipalidad sabes cuando Liam está ocupado o fuera de su oficina y cuando Amy está libre, necesito que ambos momentos se crucen para que bajo ningún motivo Liam sospeche algo.
- Bien, yo te aviso cuando sea ese día. ¿Pero qué le diré a Amy para que salga contigo? - No paraba de dar vueltas por la banca y con la mano en la frente y mortificado.
- Tranquilízate, aquí nadie nos está viendo. Dile que tenemos una conversación pendiente sobre lo que pasó la última vez.
- ¿Que pasó la última vez? - Se paró de golpe y me miró con curiosidad.
- Nada importante, solo dile eso. Espero funcione y quiera verme. - Me quedé preocupada, esperaba que Amy no fuera una niña inmadura y me siguiera evitando.
- Está bien, ¿Donde le digo que se van a encontrar?
- En este mismo parque, está bastante alejado de la municipalidad y casi nunca hay gente por aquí, dudo que alguien nos vea. - Lo agarré de los hombros y lo hice que me mirara. - Tomás confio en ti, te dejo esto en tus manos y no le comentes nada de esto a alguien más, menos a Alex, se querrá meter en esto y no quiero que salga lastimado. - Lo miré duramente.
- Ya te dije que no le voy a comentar a nadie. Espera mi llamada, no se cuanto me demoré en lograr coordinar esa salida, Amy está muy complicada, pero lo voy a intentar lo antes posible. - Suavicé mi mirada y le dí una palmada en la espalda.
- Gracias, te deberé una. - Nos despedimos, él se fue nervioso. Yo me quedé en el parque pensando. No podía creer lo que estaba pasando, por un lado me sentía aterrada por volver a encontrarnos con Alti, en una vida donde tenía mucho poder y nosotras no. No sabría que iríamos a hacer, pero teníamos que vencerla. Pero por otro lado por fin podía entender toda la confusión que tenía en mis sentimientos y porque me pasaba esto. Xena, por fin nos hemos encontrado de nuevo, mi amor, espero que esta vida no nos depare un final trágico, hemos sufrido muchísimo antes, no es justo que los destinos nos vuelvan a hacer esto, como sea vamos a luchar y ganar y está vez tampoco ella ganara, espero me vayas a creer, porque estoy segura que así como me pasó, tú también debes tener una mar de confusiones, siempre has sido tan inteligente, siempre has sabido percibir el mal o cuando alguien quería hacernos dañarnos, está vez no puede ser distinto, vamos a ganar y estaremos juntas al fin.

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