Capítulo VII

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Liam había ordenado que me mataran, eso me aterró aún más de lo que ya estaba, creía que este iba a ser mi fin. No era justo, recién hace poco me había enterado de quien soy y quien es Amy. Otra vez no íban a lograr separarnos, está vez no, lucharía con todo, pero no dejaría que nos vuelvan a separar. El hombre me apuntó con el arma y fue cuando escuché a Amy suplicarle a Liam que no me hiciera daño. Él no le hizo caso y volvió a dar la orden para que me matara, pero antes de que el hombre jalara el gatillo empecé a forcejear con él para hacerlo soltar el arma, hasta que de pronto se oyó un disparo. Caímos al suelo, el peso del hombre me había hecho caer junto con él. Escuché el grito desgarrador de Amy, yo no reaccioné por unos segundos, me había quedado en shock por todo lo ocurrido, pero seguía aún con vida, tuve la suerte que en el forcejeo la bala no me cayó a mí, sino al hombre, y ahora lo tenía encima de mí sin vida. Reaccioné y me lo quité de encima, me paré lo más rápido que pude y le arranqué el arma que el hombre tenía en las manos.

- Estoy bien, Amy. - La miré por un segundo, ví como soltó todo el aire que tenía retenido en los pulmones, me miró sorprendida pero más calmada, yo le sonreí. Luego volteé a mirar a Liam con odio. - ¡¡¡Ahora sueltalos o te mato!!! - Le apunté con el arma, pero para mí sorpresa él empezó a aplaudir.
- Bravo, la niñita tiene agallas. Lamento decirte que no te servirán de nada. - Sacó un arma y apuntó a Amy. - Intenta hacerme algo y ella dirá adiós. ¡¡¡Baja el arma, chiquilla estúpida, sino quieres que tu querida Amy dé su último suspiro!!! - Miré a Amy con pánico, este loco iba a matarla.
- ¡¡¡No Mía, no le hagas caso, no bajes el arma, mátalo!!! - Amy me suplicaba. Yo no podía perderla, decidí hacerle caso y empecé a bajar mi arma, pero cuando estaba por soltarla, se me ocurrió una idea descabellada, si funcionaba nos iba a dar un poco de tiempo, apreté el gatillo y disparé a Liam en la pierna. Él cayó al suelo gritando de dolor y aproveché la oportunidad para hacer otro disparo, pero está vez hacia el hombre que tenía sujeto a Tomás, como el hombre era más alto que él le había apuntado a la cabeza y por suerte funcionó, el hombro cayó al suelo muerto, Tomás se quedó frío y me miró entre aterrado y agradecido.

- ¡¡¡Estúpida, no creas que con eso podrás detenerme!!! - Se burló en mi cara aunque mostraba una cierta expresión de dolor por la herida que acababa de causarle.
- ¡¡¡Mira como lo hago, perra!!! - Tomás seguía frío de la impresión.
- Tomás, anda a la otra habitación y busca si están las llaves para liberar a Amy. ¡¡¡Rápido!!! - Le exigí. Liam le apuntó a Tomás.
- ¡¡¡Quedate donde estás, no des ni un paso más!!! - Tomás se puso pálido. No iba a permitir que este imbécil se saliera con la suya, le disparé de nuevo en el brazo derecho, donde tenía la pistola.
- ¡¡¡Perra!!! - Soltó el arma y se cogió con el otro brazo la herida.
- ¡¡¡Tomás corre, buscalas!!! - Tomás regresó en si, asintió y salió corriendo.
- ¿Tú crees que soy idiota como para dejarlas ahí? - Se reía mientras intentaba levantarse con muecas de dolor.
- ¡¡¡Dámelas ahora mismo!!! - Me acerqué más a él y le apunté en la cabeza.
- ¡¡¡Mátame, a ver si puedes!!! - Lo miré con asco y cuando estaba a punto de soltar el gatillo, recogió su arma tirada, me agarró del brazo, me quitó el arma, la tiró y me apuntó en la cabeza con su arma, todo en un tiempo récord que no me dió ni tiempo a reaccionar. En eso escuché como Tomás regresaba corriendo mientras gritaba.
- ¡¡¡Mía no encontré la llave ahí, pero se me ocurrió buscar en otro lado. Uno de los hombres que cuidaban la puerta llevaba más llaves, derrepente es una de éstas!!! - Venía corriendo con las llaves, enseñándolas contento, hasta que se dió cuenta por completo de la escena y volvió a quedarse frío del pánico.
- ¡¡¡Alto ahí Tomás, un paso más y Mía muere. Deja las llaves en el suelo ahora mismo.!!! - Liam le gritó con furia. Tomás me miró consternado, no sabía qué hacer. Estuvo así unos segundos hasta que cambió su expresión de pánico a uno serio y decidido.
- ¡¡¡No, por una vez en la vida no seré un cobarde!!! - Salió corriendo en dirección a Liam, mientras él le disparaba, pero por suerte no le cayó ninguna bala, cuando estuvo más cerca a Liam se aventó sobre él, acción que causó que me soltara y empezaron a forecejear.
- ¡¡¡Mía, toma las llaves!!! - El me miró muy rápido en medio del forcejeo y me las aventó, las tomé y salí corriendo en dirección hacia Amy, nos sonreímos muy rápido y empecé a probar las llaves en las esposas, una de ellas funcionó y logré liberarla lo más rápido que pude, cuando estaba abriendo la última esposa, Liam gritó.
- ¡¡¡Quédense donde están o en este mismo momento le vuelo los sesos a Tomás!!! - Volteé aterrada. Lo tenía agarrado del cuello y le estaba apuntando en la cabeza. Entré en pánico.

Un llamado del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora