06

158 25 6
                                    

Viernes
6:45

—Apresúrate, vamos a llegar tarde —dijo hyung desesperado.

—¡Ash! Recuérdame otra vez por qué me ofrecí a levantarme una hora más temprano solo para acompañarte, Hobi.

—Porque sabes conducir y después de los ensayos te voy a invitar a comer —cerró la puerta del copiloto—. Ahora, conduce sino llegaré tarde y no puedo permitirme eso.

Hoseok se acomodó el cinturón de seguridad con bastante agilidad. Su bolso deportivo fue bruscamente tirado en los asientos traseros del auto. Y no, no tengo auto.

Este pequeño Hyundai blanco es de Omma e hice milagros para que me lo prestara hoy. Solo lo puedo tener cuando ella no trabaja, es decir, tres veces a la semana. Lamentablemente siempre me pide otros favores a cambio, lo cual me parece una exageración de su parte y un aprovechamiento del hijo menor de la casa. ¿Qué madre le pide a su hijo que vaya por el pan para el desayuno? 

—Oye, ¿crees que podemos avanzar? ¡Porque llevas como tres minutos mirando el parabrisas! —exclamó.

—Sí, sí, ya voy —empecé a manejar y murmuró un leve gracias—. Entonces, ¿por qué ahora no puedes llegar tarde? 

—Ah, eso—su voz se iba animando— Te contaré. El otro viernes estaba a punto de irme a de la empresa. Pero cuando fui a revisar la hora para ver si aún me quedaba tiempo para ensayar un poco más en las aulas vacías, me di cuenta de que dejé botado mi maletín y...

—¿Este?—señalé atrás con mi pulgar, sin apartar la vista del camino.

—No, no. Hasta hace poco usaba dos maletines pequeños. Pero ahora tengo este, es mucho más grande y práctico a comparación de los otros dos. Y eso que me costó poco menos de la mitad de los otros dos juntos. Mi papá me dijo que si... —lo interrumpí.

—Entonces dejaste tu otro maletín botado...—Hoseok se quedó pensativo un momento, recobrando el hilo de la conversación.

—¡Ah! Ya, ya. Entonces lo dejé botado y regresé a mi sala de baile. Sin embargo antes de entrar escuché de casualidad a Sungdeuk y a otro hombre más que parecía un superior hablar. Y adivina qué.

¿De casualidad? Yaaaa

—¿Qué?

—¡ESTABAN HABLANDO DE QUE TENÍA MUCHO TALENTO COMO PARA SEGUIR SIENDO UN SIMPLE ALUMNO! —chilló emocionado.

No se asusten, pero esto es de mejores amigos.

—¡¿QUÉ?! ESO ES INCREÍBLE, HOBI, NO PUEDO CREERLO. ¡AHHH! ME SIENTO TAN ORGULLOSO DE TI, SIEMPRE SUPE QUE ERAS EL MEJOR Y NUNCA DUDÉ DE TU TALENTO

—Pero tú siempre decías que bailaba como Peter La Anguila...

—No arruines nuestro momento fangirl —volteé un momento hacia él fingiendo molestia.

—Tienes razón, lo siento. Sigamos entonces. 

—¡AHHHH! —grité aún más agudo que antes.

—¡AHHHH! —me respondió con la misma emoción.

Y así estuvimos hasta que llegamos a nuestro destino.


—Entonces serías como una especie de trainee, ¿no?

—Algo así. Sería un sueño poder trabajar para ellos en un futuro cercano. Pero aún tengo que esforzarme más porque ese día no solo hablaron de mí —agachó la cabeza.

Hoseok y yo caminábamos por los pasillos estrechos del lugar. La clase en donde él practicaba se encontraba casi al fondo de todo. Un lugar más privado y espacioso como privilegio por ser de los mejores. Era la primera vez que llegaba tan lejos, y aunque nunca tuve miedo al inspeccionar cada rincón de aquí, no le tomé mucha importancia a lo más apartado. Qué tonto fui.

Detrás de ti 〈 VminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora