Detrás de ti 〈 Vmin

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Viernes, semana 2

7:23

Esta última semana se ha pasado demasiado rápido a mi parecer. La relación entre mi hermano y Namjoon es incluso más increíble de lo que llegué a pensar. Desde que me enteré oficialmente de su amorío, ellos han tenido más libertades para sus encuentros fortuitos y convenientemente para ellos los turnos en el trabajo de Omma pasaron de ser diurnos a nocturnos.

No es algo que me moleste en lo absoluto, aunque para los dos pueda verse diferente. Siempre tratan de incluirme aunque sea en lo más mínimo de sus actividades, pensando que al no hacerlo me dejan de lado o me quitan el tiempo que debería ser de familia, solo Jin y yo. Algo incómodo si se lo plantean de mi punto de vista porque más que incluido forzosamente me siento como un mal tercio para los novios.

Por otro lado también está la necesidad de complacerme mediante pequeños regalos, sorpresas o hasta mimos, por el hecho de aceptar el plan en contra de Jimin.  Dios, eso sonó tan cruel. 

Los primeros días fueron gratificantes para mí, pero ya casi una semana de puros ya despiértate Taehyunie, son las 5 de la mañana y al que madruga Dios lo ayuda, come todas tus verduras o no saldremos al cine y, ¿quién quiere un besito? TaeTae quiere un besito, ¿no, Joonie? Sí, amor, dale un besito, me empiezan a hostigar.

Uno de los poco momentos donde encuentro paz es compartiendo momentos con Hoseok, pero últimamente él me ha estado dejando de lado por su tan importante vida como bailarín y rapero. No pasan ni dos minutos y comienza con su emoción de ser trainee, como si fuera la primera vez en escuchar la noticia.

Por otro lado mis días en Big Hit han sido desastrosos. Hoseok y yo solo nos encontramos el viernes, cuando nuestros horarios coinciden. Me enteré de que existen dos grupos, uno es el de Hobi, martes, jueves y viernes; y el otro es en el cual me encuentro yo, lunes, miércoles y viernes. Y casualmente Jimin es de mi grupo. Los viernes son los días más ajetreados, los dos grupos se combinan y a pesar de trabajar en un ambiente bastante grande, al realizar los movimientos tengo que chocar con los hombros sudorosos de mis compañeros de posición.

Son pone a los mejores adelante, para que se guíen mejor. Y aunque les parezca increíble y sin falta de criterio, el maldito me puso al fondo. Yo me considero un buen bailarín, y de hecho que debería estar más adelante, pero los demás tienen una gran ventaja sobre mí. Ellos sí saben los pasos.

—¡No, no, no y no! Lo estás haciendo todo mal. De nuevo — Son paró la música y se dirigió hacia mí, dando pasos largos y estruendosos —. Llevamos ensayando poco menos de una semana y aún no sacas los pasos. Esto tiene que salir para fines de abril y no estamos progresando, Taehyung.

En tres clases ya todos sabían mi nombre y apellido, y es que las únicas veces que Sungdeuk hablaba era para regañarme por mi bajo rendimiento, mi mala coordinación y mi poca capacidad de retención. Eso no hace más que ponerme estresado. Pero supe que no solo lo hacía por mí. Una manera de conllevar su ansiedad por todo el asunto de la presentación era desahogarse conmigo. Y a mí me encanta desahogar a este hombre.

—Vamos, Sungdeuk. Todos aquí sabemos que es tu culpa. Desde aquí no veo nada, tal vez si me pusiera al frente... —mi voz se hacía más aguda.

Esta vez él ni se molestó por haberlo llamado por su nombre de pila. Solo se agarró la cabeza con sus dos manos, masajeándose sin mucho cuidado.

—Por supuesto que no. Solo desconcentrarías a los demás. Ya suficiente tengo contigo. ¡Dios! Y aún falta armar las posiciones, qué haré, qué haré... —lo último lo murmuraba solo para sí mismo, repitiéndolo una y otra vez.