La entrevista (Candy Candy) [PAUSADA]

Prólogo

Tic tac. Tic tac. Tic tac.

Aquellos callados pero tan escandalosos sonidos emitidos por el reloj antiguo que se hallaba sobre la pared a un lado de diversos objetos de colección, eran repetidos constantemente y sin césar, logrando con ésto dar un efecto a la habitación un tanto perturbador. Aunados a lo anterior, dichos objetos habían sido adquiridos en los diferentes viajes por todo el mundo; gracias a la consolidación empresarial de las acciones "West", bajo la dirección del tan reconocido hombre de negocios: Terrence Grandchester.

Quien se hallaba sentado con el mismo y como siempre característico aire de grandeza, mirando ajeno al parloteo efectuado por el personal televisivo; sobre la silla de madera que era iluminada gracias al equipo visual previamente colocado de manera estratégica, con intención de dar una mejor imagen al pequeño pero sofisticado y bien ordenado espacio personal del que con orgullo, el dueño de la mansión Grandchester, podía presumir como suyo. Su despacho.

Las cámaras ya estaban apuntando directamente sobre el rostro del hombre, esperando la tímida señal de Tom Steven para dar inicio a la entrevista. Sin embargo, esa señal tuvo que esperar unos minutos más, ya que la tarea de los maquillistas no era realizada con apresurada velocidad, todo lo contrario. Cosa que regalaba al hombre de apariencia frívola, un momento de diversión, al verse apurados los hombres y mujeres para terminar con su trabajo y con ello permitir el comienzo del de Jonathan. Pero lamentablemente esa diversión se vio arruinada cuando el conductor de televisión se levantó para dar la señal al camareografo y así colocarse en el sofá central, seguido de Terrence. Todo el mundo comenzó con su trabajo que siempre realizaban en un gran edificio donde estaba instalada la televisora Lumidel. Los monitores fueron encendidos, aquellos encargados de efectos especiales, iluminación, micrófonos; se pusieron en marcha, cuando una voz gruesa había gritado: tres, dos, uno, estamos al aire.

-Buenos días Terrence- saludo Jonathan con una sonrisa que adornaba su joven y gallardo rostro varonil, que era un deleite para el ojo femenino.

-Buen día- respondió el hombre más a la fuerza que por convencimiento propio. Otra característica más de aquel empresario que se atribuía a todas las lecciones de una vida, enseñándole a mantenerse frío y cortante con las personas externas a su familia y un reducido círculo amistoso.

-Es un honor el que me hayas concedido entrevistarte- exclamó colocando una pierna sobre la otra, poniéndose cómodo para dicha sesión de preguntas que se aproximaba- ¿Sabes que el programa ha sido dedicado en su mayoría para conocer facetas de tu vida?- la entrevista dio comienzo, aunque realmente esa no fue tomada como una pregunta que él ya tenía escritas en su libreta.

-Se me fue notificado desde hacia ya varias semanas, por eso tome todo el día libre- argumento un tanto aburrido.

-Perfecto.

-Solo espero que vayas directo al grano, no me gustan los rodeos. O de lo contrario me habré arrepentido enormemente por tal pérdida de tiempo- musitó él imponiendo su autoridad.

-Comencemos- sonrió ante aquella parte excitante de su carrera- ¿Cómo fue que un muchacho como tú llego a ser tan exitoso ya que según tengo entendido, en un principio fuiste un chico que trabajaba en el supermercado?- cuestionó el joven, ocasionando que el hombre se pusiera ligeramente pálido. Quizá podía evadir el tema, también podría hablar sobre eso omitiendo muchísimos detalles o quizá podía responder sinceramente pero, ¿valía la pena?

-Bueno... Pues simple, me esforcé en el trabajo y conseguí graduarme con mucho éxito en ingeniería comercial- dicho ésto, suspiro aliviado por haber desviado el rumbo de la recién iniciada entrevista.

-Ciertamente... Aunque me gustaría que dieras algunos detalles de como sucedió, ya que, no contabas en aquel entonces con el apoyo de tus padres quienes lamentablemente tenían varios años de haber fallecido en ese tiroteo- argumentó el joven pisando terrenos peligrosos con sus palabras.

-El ser humano cumple sus metas sí se lo propone- se defendió él aún resistiendo a dar explicaciones concretas. Lo cual nunca fue mucho de su agrado.

-Por supuesto. Sin embargo, me parece extraordinario el hecho de que tú, teniendo una hija menor a un año y una hermana aún menor de edad, hayas triunfado en esta materia- exclamó con toda intención de que él por fin respondiera.

-Mírame ahora, soy un hombre que logra salir adelante con todas las dificultades del mundo- «que por cierto fueron excesivas».

-A propósito, ¿quién es la madre de Arlene, tu hija mayor?- fue la siguiente pregunta de Jonathan. Si el mayor de ambos no se había puesto tan nervioso, entonces esa pregunta lo hizo entrever sus sentimientos, producto de una batalla interna.

-Una mujer muy hermosa que me robó el corazón como nadie más lo hizo hace ya mucho tiempo. Pero es algo sin importancia- miró al joven de manera extraña, rogando con ello que cuidara sus palabras.

-¿Como la conociste?- prosiguió haciendo caso omiso a la mirada del hombre, que maldijo por lo bajo, tratando de ahuyentar las lágrimas que comenzaban a inundar sus ojos grises.

-Es una historia muy cliché, te parecerá aburrida- respondió nervioso deseando pasar a la siguiente pregunta.

-Pero algo dirá de tu pasado.

-Mi pasado es algo que muy pocos querrán saber. No muy placentero. Y poco feliz...- se defendió bajando la voz.

-Por favor- rogó el joven sabiendo la vulnerabilidad emocional en que se encontraba el magnate, para que les proporcionará esa información que tanto ansiaba presentar en los distintos medios de comunicación.

¿Al fin estaba preparado para tocar el tema que tanto dolor le causaba? ¿Estaba seguro de enfrentar su pasado contando abiertamente la verdadera versión de la historia que conllevaba aquel pasado oculto? ¿Era el momento adecuado?

Respiro hondo, sabía que tenía que hacerlo. Ya era momento de hablar sobre aquello que tanto lo seguía atormentando desde hacia muchos años atrás.

-Todo comenzó cuando tenía dieciocho años de edad...

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Hola de nuevo. Ya vengo con una historia reciente que adapte a nuestra pareja de tortolitos xD
Aunque esta historia ya va un poco más avanzada como novela juvenil, también subiré poco a poco los capítulos restantes para que vayan a la par. Bueno gente, solo para invitarlos a que voten y comenten que tal les pareció el prólogo de esta historia con nuestros Candy y Terry.