2.

11.2K 470 62
                                    

-¡Cállate, por favor!- Le gritaste a Niall quien reía como loco, él te miró sorprendido, pero te hizo caso.

A ninguno de los dos les gustaba discutir pero había días en los que simplemente era imposible no hacerlo.

-Hey, ¿por qué te pones así?- Preguntó mientras fruncía un poco el ceño.

-¿Por qué me pongo así? ¿De verdad? Niall, estoy tratando de cocinar para tus padres y lo único que tú has hecho es reírte de mí por tratar de hacer que todo luzca bien.- Le diste una última mirada antes de rodar los ojos y regresar tu mirada a la pasta que se estaba cocinando en la estufa.

-Ya, lo siento, ¿necesitas que te ayude en algo?- Preguntó, tratando de tomar tu brazo para girarte.

-No.- Respondiste sin mirarlo y alejándote de su toque.

-¿Estás segura?

-Sí, solo déjame sola, por favor.

Lo escuchaste soltar un suspiro antes de darse vuelta y salir de la cocina.

Mientras la pasta seguía cociéndose, te dedicaste a acomodar la mesa en el comedor, asegurándote de poner un florero en el centro de la misma, pues sabías lo mucho que le gustaban las flores a la mamá de Niall. Un rato después, la pasta estuvo lista, caminaste hacia la alacena para sacar un bote de salsa de tomate para terminar de prepararla, trataste de abrirlo pero simplemente no podías. La tapa estaba demasiado apretada. Justo entonces un recuerdo llegó a tu mente.

"Voy a apretar todas las tapas de todos los botes en la casa para que no tengas otra opción más que venir conmigo por ayuda para poder abrirlos... incluso si estás enojada."

Esas eran las palabras que Niall te había dicho hace un par de semanas cuando pretendías estar enojada con él.

Sin poder evitarlo, una sonrisa llegó a tu cara.

Tomaste el bote de salsa y caminaste hacia la sala en donde estaba Niall sentado en el sillón mirando un partido de fútbol .

-Hey.- Mencionaste mientras te acercabas a él.

Niall te miró y su mirada bajo a tus manos, notando el bote de salsa y de inmediato una sonrisa de altanería se plasmó en su cara.

-Hey, nena.

-¿Podrías ayudarme a abrir esto, por favor?- Pediste mirándolo seriamente, tratando de fingir que seguías enojada pero él chico pudo notar la sonrisa que tratabas de evitar.

-Claro.- Su sonrisa burlona se hizo más grande mientras tomaba el bote de tus manos y con un pequeño movimiento lo abrió y te tendió de nuevo el bote.

-Gracias.

-¿Ves cómo si necesitabas mi ayuda?- Mencionó mirándote con burla y tomando tu mano para acercarte a él.

-Cállate, no la necesito.- Respondiste mirándolo con una sonrisa que no pudiste evitar.

Niall soltó una carcajada, dejó un beso en tu mano y te dejó regresar a la cocina.

-¡Te amo, aunque seas una enojona!- Lo escuchaste gritar camino a la cocina haciendo que sonrieras incluso más, es que era imposible durar mucho tiempo enojada con él.

Imaginas | NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora