Niall y yo estábamos caminando, tomados de las manos, alrededor de las calles de Londres.
Habíamos decidido salir de casa finalmente e ir a hacer algo de shopping. Pasamos por una pequeña tienda de mascotas y Niall trató de jalarme para no detenerme pero el pequeño cachorro en la ventana capturó mi mirada.
Me detuve de golpe, haciendo que Niall se detuviera también.
-Aw, ¡Amor!, ¡Mira este perrito!- Mencioné.
-No, nop. Vamos. No vamos a entrar.- Niall dijo jalándome del brazo para seguir caminando.
-Por favor. Entremos y acariciemos a los perritos.
-________, no vamos a adoptar un perro.- Advirtió.
-Está bien, sólo vamos a mirar.
Hice que Niall entrara a la tienda y miramos los perritos.
El pequeño beagle tenía sus pequeñas patitas sobre su jaula y empezó a moverlas rápidamente.
Metí mi dedo sobre la jaula para acariciarlo un poco.
-¡Niall!, ¡Mira esa carita!- Dije enfrente de la jaula.
-Ya lo vi. Sí, es lindo. Ahora vámonos.
-Vamos a adoptarlo.
-No, ______. No podemos tener un perro en el departamento.
-¿Por qué no?
-Porque vamos a tener que entrenarlo y pagar una cuota para poder tenerlo.
-Niall.- Lo mire con obviedad.- ¿De verdad? Creo que te puedes hacer cargo de eso sin problema.
-Pero raramente estamos en casa. Yo estoy en el tour y tú estás en el trabajo, o en la escuela o conmigo.
-Lo llevaré conmigo cuando vaya contigo. Y cuando estoy en la escuela o el trabajo, llego a casa antes de las 7. Él estará bien en casa sólo por unas horas. Podemos comprarle una casa y podemos dejarle una cama y algo de agua y comida y con eso estará bien.
-No lo sé, amor.
Justo entonces, una mujer se acercó a nosotros.
-¿Puedo ayudarles en algo?
-No, gracias. Ella solo quería ver.- Niall contestó.
Me acerque más y pregunté.- ¿Puedo cargar a este perrito?
-Por supuesto.- La mujer abrió la jaula y me dio al pequeño cachorrito quien rápidamente comenzó a lamer mi mejilla.
-¡Niall!, ¡Míralo! ¡Por favor! ¿Podemos quedarnos con él?- Hice un puchero mientras ponía mi mejor cara de perrito.
-No hagas esa cara.- Él dijo mirándome y después mirando al cachorro.
-Por favor, sólo míralo.- Puse al pequeño en las manos de Niall y también lamió su mejilla.- ¿Cómo puedes decirle que no a esa carita? Él necesita un hogar, Niall. Piensa lo feliz que será con nosotros. Vamos a ser sus padres.- Mencioné . Me sentía como una pequeña niña rogándoles a sus padres por algo.
-Bien, está bien. Lo llevaremos con nosotros.- Él dijo con un suspiro.
-¡Gracias! ¡Gracias! ¡Te amo!- Grité y de un brinco envolví a Niall en un abrazo.
Tuvimos que firmar los documentos por adoptar al cachorro y Niall pagó algunas cosas que necesitaríamos para él y después emprendimos nuestro camino de vuelta a casa.
-¿Qué nombre le pondremos?- Niall preguntó.
-No lo sé, algo lindo.- Contesté.
-Hmmm. ¿Qué tal derby?
-¿Qué? No.
-Eso es lindo.- Él se río.
-No, no lo es, ¿Qué tal scotty?
Niall miró al pequeño perrito y me sonrió.
-Me gusta. Scotty. Creo que le queda bien.