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El estar embarazada no dejaba demasiadas opciones para outfits fashionables.

La ropa de maternidad era ridículamente costosa y siendo honesta no querías gastar dinero en renovar tu closet con ropa que solo utilizarías por un par de meses. Así que solo habías comprado algunas cosas unas tallas más grandes y habías robado una gran cantidad de ropa del lado del closet en donde estaba la ropa de Niall. Había un par de camisas abotonadas que le robaste, unas camisetas blancas sencillas y algunos de sus pantalones deportivos y sus bóxers para cuando estuvieras en casa.

Ahora estabas a punto de salir al supermercado a comprar un par de cosas que necesitaban en casa, una actividad que no requería un gran outfit de diseñador para realizarla, pero aún así estabas teniendo un tiempo difícil tratando de encontrar algo que vestir.

La habitación entera era un desastre con la mayoría de ropa tanto tuya como de Niall alrededor del piso del closet y de la cama, algo que sabias sería motivo para que Niall se enojara, pero estabas frustrada en ese momento.

Tu vientre había crecido significativamente las últimas dos semanas y no tenías nada que te quedara adecuadamente. Tu blusa favorita ahora de ninguna manera te quedaba; tu vientre demasiado apretado alrededor de la tela y así había sido con cada blusa y camisa que habías probado. Habías intentado con alguna ropa de Niall, pero el chico siempre había sido delgado y realmente no tenía ropa muy grande.

Estabas estresada y lista para hacer compras en línea a pesar de no estar de acuerdo con gastar dinero en eso, cuando una pizca de esperanza apareció en la pila de ropa en el piso.

Una de las camisas de mezclilla de Niall. Una que solía utilizar de vez en cuando, la costosa prenda era un par de tallas más grande y te imaginaste que dejando los botones abiertos y con una de sus camisetas blancas sencillas debajo, sería el outfit perfecto para salir por un par de horas. Ahora solo tenías que encontrar unos leggings en los que entrarás y estarías lista. Te tomó menos de 5 minutos armar el outfit completo.

Decidiste también que irías al centro comercial a comprar un par de outfits nuevos para lo que quedaba del embarazo. Estabas agradecida por los blogs de mamás en donde siempre recomendaban que no gastaras tu dinero en ropa de maternidad cuando en realidad solo la utilizarías un par de veces.

Con tu bolso en tu brazo y tu celular en tu mano, estabas lista para ir de compras. Presionaste la palma de tu mano sobre tu vientre, acariciandolo suavemente mientras caminabas escaleras abajo hacia la cocina para informar a Niall de tus planes.

-¿Es esa mi camisa?- Preguntó con una sonrisa ladeada y levantando las cejas.

-Sí.- Lo miraste, mientras guardaba los sobrantes de la comida que habías hecho en el refrigerador.- Voy a ir al supermercado a comprar algunas cosas que necesitamos.

-Te ves bien.- Dejó el recipiente de comida sobre la isla y caminó hacia ti.- Parece que el bebé ha estado creciendo, ¿no?

-Sí, sin duda alguna.- Reíste, bajando la mirada hacia tu vientre cuando Niall puso sus manos a los lados del mismo, después se inclinó un poco, dejando un beso suave.- Ha estado moviéndose como loco allí dentro.

-¿Sí?- Niall sonrió de lado, poniéndose de pie de nuevo.- No puedo esperar a que comience a patear.

-¿Ya estás decidiendo a qué equipo de fútbol lo vas a inscribir, Horan?- Bromeaste, causando que él riera y rodara los ojos ante tus acusaciones.- ¿Necesitas que te traiga algo?

-Tal vez vaya contigo.- Pasó su pulgar sobre tu mejilla.- No sé si quiero perderte de vista luciendo así de sexy.

-Como que estás en un modo romántico hoy, ¿no?- Reíste, y fue tu turno de rodar los ojos.

Imaginas | NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora