VIII: Tréla (Locura).

2.2K 198 430
                                    

VIII.
"Tréla (Locura)"

Un nuevo capítulo en mi vida, mi decisión no había sido la mejor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un nuevo capítulo en mi vida, mi decisión no había sido la mejor. Hasta el día de hoy siento la angustia de no poder haber dejado de lado mis valores. Pero era demasiado pequeño e insensato para saberlo...

─¡Oiii, Kakashi!

El peligris de ojos oscuros hizo oídos sordos ante tal sentencia y solo siguió su camino por la ahora vacía academia. Acababa de probar frente al tercer Hokage y al consejo su valía como ninja, ya no debería estar más rodeado de esos ineptos y él no sabía si estar feliz, o mal por ello mismo. Todos lo reconocían, pero no como el pequeño quería. Ahora sería un ninja, probablemente un genin. No más juegos.

─¡Kakashi! ¡No me ignores! ─los gritos del pequeño azabache que corría a pasos rápidos con sus diminutas piernas no cesaban, y no lo harían hasta que el amargado Hatake respondiera a sus llamados.

Rin venía detrás, un tanto sudada y muy cansada a comparación de los otros dos. Ella sí era fuerte, de eso no cabía duda. Sin embargo, ellos en definitiva estaban a otro nivel. Uno bastante más alto que ella.

─¡Kakashi!

Entonces, mientras el pequeño e hijo único de Hatake Sakumo caminaba con manos en sus bolsillos. Obito no desaprovechó la oportunidad para tomar una piedra que se le cruzaba en el camino para lanzarla con fuerza hacia el peligris, aunque, esta fue captada al instante con su mano derecha.

¿Hasta cuándo seguirían tras de él? ¿Qué parte de valerse por si solo ellos no comprendían? Eran unos ingenuos a su parecer, jugando como niños cuando la vida obviamente no era tan así de fácil.

─¡Aghhhh! ¡¿Por qué nos ignora?! ¡Su pelea fue impresionante!─se quejó el pequeño Uchiha, desesperado al no conseguir una respuesta decente del amargado peligris. Rin paró su corrida y se afirmó en sus pequeñas rodillas. Obito no dudó en ir hacia ella y checkear su estado con cierta preocupación.

Rin sonrió de lado.

─Lo alcanzaremos Obito-kun, no te preocupes ─habló la pequeña de ojos castaños, un tanto apenada de haber perdido cualquier rastro de simpatía en el Hatake luego de haber dejado la oficina del Hokage. Él tuvo un cambio demasiado radical y repentino, mientras ellos se dedicaban a limpiar y cortar el césped de varias viviendas de la aldea por su pequeño incidente en la policia militar.

Kakashi alzó un poco sus orejas y no pudo evitar el sentir curiosidad por las cosas que se decían ambos entre sí. Aún de esa manera, siguió su camino sin problemas. Pues, si seguía de esa forma lo más probable es que al día siguiente le hicieran genin sin titubear o siquiera pensar en no hacerlo. Él ya no necesitaba de nadie.

La necesitaba a ella, pero fui un idiota.    

─¿Tú crees? ─se dijo el Hatake para sus adentros, dando un suave suspiro mientras cerraba sus ojos con notable alivio y un leve toque de tristeza en su voz. Siempre era lo mismo, halagos y más halagos.

Lágrimas de un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora