Cero Terroristas (Libro #3 SAGA Desastrosos)

Capitulo Cincuenta

Alec...

Me remuevo en la cama y mi mano choca con el cuerpo de Emma que se encuentra tumbado a mi lado de la cama.

Me levanto levemente para asomarme a la cuna de Harry que se encuentra en el lado de Emma y este pequeño se encuentra profundamente dormido. Sonrió de lado y me dejo caer de nuevo al lado de mi novia solo que esta vez la abrazo por detrás y puedo sentir como se acurruca más a mi lado. Vuelvo a cerrar mis ojos cayendo nuevamente en el sueño.

La alarma suena y de inmediato la apago. Confundido busco con la mirada a Emma quien no se encuentra en la habitación al igual que mi hijo.

Me levanto arreglando la parte delantera de mi bóxer por muy obvias razones y esas son los cuarenta días en los cuales no puedo tener sexo, bueno, eso no evita que quiera hacer otras cosas, pero me estoy desviando del tema.

Salgo de mi habitación y Emma se encuentra en la cocina preparando el desayuno y el pequeño Harrison se encuentra dormido en la cuna la cual es pequeña, pero tiene ruedas para transportarlo por cualquier lado del departamento.

-Buenos días –me acerco a ella y beso su mejilla sonoramente - ¿Por qué estas despierta tan temprano?

-Alec son las ocho de la mañana

-Es temprano para alguien que no ira a trabajar, enserio, yo puedo prepararme mi desayuno

- ¿Si eso implica que solo te sirvas una taza de café y té comas medio pan tostado? Pues no –cruza sus brazos tras mi cuello –yo quiero preparar el desayuno y te aguantas las veces que quieras –besa mi nariz y yo sonrió

-Eres maravillosa –confieso y ella se ruboriza –te quiero un montón –agarro con ambas manos su rostro y beso sus carnosos labios

-Ve a ducharte –ríe entre el beso –llegaras tarde –trata de empujarme, pero me aferro más a ella –eres como un parasito –me dice y yo rio

-Auch –toco mi corazón

-Alec vete a duchar –ríe y me empuja nuevamente

-Está bien –me acerco a la cuna donde duerme el diminuto ser humano que ahora vive con nosotros y tengo el honor de llamar mi hijo. Beso su frente y camino al baño que se encuentra en mi habitación

Al entrar a este pequeño cuarto me quedo parado mirando que hasta este ha cambiado, hay cosas de mujer, shampo, cremas y otros artículos de limpieza femenina, esta esté jabón intimo el cual me es raro mirar, no pregunten porque, en lo que llevo de mis casi treinta años jamás he convivido con una mujer y de verdad me gusta el que sus cosas se apoderen de mi espacio.

Abro el grifo del agua y me quedo parado mientras el agua cae encima mío.

Luego de unos minutos salgo del baño con la toalla alrededor de mi cintura y Emma se encuentra acomodando los cojines de la cama. Ese short de pijama le queda de muerte. Ella puede que haya dado a luz hace poco, pero mierda que luce ardiente, aun así.

-Mierda me asustas así –lleva su mano al pecho

-Lo siento, sé que soy perfecto a tu vista, pero disimula un poco

-Imbécil –ríe - ¿llegaras temprano hoy?

-Sí y ¿Emma?

- ¿Si?