Cero Terroristas (Libro #3 SAGA Desastrosos)

Capitulo Cuarenta y cuatro.

-Me parece absurdo -le respondo a Emma

-Todo lo que yo digo te parece absurdo Alec, jamás piensas positivo

-Ay claro que si pero esta vez no comparto contigo, si el imbécil ya tuvo su primera oportunidad ya la segunda es dejar pasar todo el daño que causó en ti

-Déjame a mi pensar las cosas -ella se levanta y me deja ahí con su madre y el postre

-Ustedes están tan ciegos que no saben que a los únicos que se tienen son a ustedes mismos -ella niega con la cabeza -. Tarde o temprano se darán cuenta  de lo que siente uno por el otro

-Creo que estas algo mareada -me río y ella igual

Alec...

Conduzco a toda velocidad y llego a casa de Emma donde ya no hay Policía porque tomarían se supone mi declaración en el hospital pero me vale verga en estos momentos. Necesito encontrar a la loca.

Entró a la casa y un escalofrío recorre mi columna vertebral.

Subo directo al segundo piso de la casa y entro en la habitación de Emma y veo el rastro de sangre y busco en los guarda ropa en el baño pero nada.

Camino a la habitación continua que es donde ella plancha la ropa y tampoco hay alguien y en la otra habitación tampoco se encuentra algo.

Frustrado bajo las escaleras.

¿Como mierda la Policía o alguien no vio algo?

Camino al patio trasero y al abrir la puerta está estaba con llave así que dudo que haya estado ahí.

Salgo de la casa y veo como en la casa de enfrente alguien hace un movimiento de cortinas así que camino directo a esa casa.

El miedo ahora me lo paso por el culo.

Todo el timbre de esta casa y un hombre ya adulto abre.

-Hola, buenas tardes -saludo educadamente.

-Buenas tardes -responde cortésmente

-Soy Alec Rendic, el novio de su vecina y ella está tarde sufrió un  accidente. Quería saber si usted vio algo

El me mira y me pide pasar a lo que dudoso término sediendo.

A estas alturas confiar en alguien me es difícil. Como siempre mi frase es no confíes en nadie.

Al entrar se escucha la voz dulce de una nena de acerca unos cinco años y una mujer ya de unos sesenta años al igual que el hombre frente mio.

-Lo siento, soy Grabriel Withson -me extiende la mano -¿Me dijo que era novio de la señorita Emma?

-¿Usted la conoce?

-Claro que si, ella es una chica muy amorosa, me atendió una vez en el hospital

Sonrió por que ella es así. Una linda persona.

-Soy su novio, ella está embarazada de un hijo mío también. ¿Usted no vio nada extraño hoy?

El guarda silencio y creo que logra recordar algo.

-Vi a una mujer rubia entrar a la casa pero con una llave o en realidad entró por la puerta sin forzar nada por lo que mi esposa dijo, ella venía de buscar a nuestra nieta del colegio -asiento con la cabeza -. Luego como todas las tardes salgo a caminar con mi pequeña Molly -supongo es su nieta -y los vimos llegar  ustedes pero todo normal hasta ahí. Nosotros no teníamos idea alguna de que la rubia no fuera nada de ustedes