Te Arrepentirás, Malik

Capítulo 14

-Gracias Perrie por acompañarme...- dio un suspiró entre cortado mientras conducía.

-No hace falta que me agradezcas, más bien yo debería darte las gracias, me trajiste contigo- le sonreí.

Una vez llegamos al estudio de grabación.

Era un lugar inmensamente grande, tenía mucho por recorrer, calles y muchas personas rondando en él.

Un hombre de más o menos cuarenta años se nos acercó en un carrito de golf a toda prisa.

-Menos mal que has llegado rápido. Tenemos una reunión ahora, la chica puede venir, vamos- fue todo tan rápido que ni me di cuenta cuando había subido al carrito blanco.

Observé todo el lugar, había mucha gente trabajando; vestuarios, pantallas fotográficas, carteles, secciones.

- ¿Aún no saben nada de lo que pasó? – preguntó Aaron curioso.

-Sólo lo que ya te he dicho; nos han robado el material y lo único que podemos hacer es investigar y obtener información, no debemos dejar que el medio se entere sobre esto; mientras menos se sepa, mejor; tenemos poco tiempo para hacer volver la parte de la película, todo nuestro dinero se habrá ido en vano. El trabajo, la producción, los ensayos, los meses y lo sueldos pagados, no puede quedarse así. – Aaron estaba serio y sólo asentía, estaba meditando algo.

- ¿Recuerdas hace dos semanas al chico de las pizzas? - preguntó mirándolo. Yo sólo observaba atenta. El hombre asintió mientras esquivaba un tablón grande de madera. – Si no me equivoco, el tipo ese pidió de ir al baño, tardó cinco minutos, suficiente...

-Para robar el archivo de producción y que casualidad que el baño estaba a unos pasos y el estábamos en la hora de descanso. Tienes razón. Puede que él sea.

Aaron asintió.

-Deberíamos preguntar sobre el repartidor de pizzas. – El hombre tomó el celular y se lo pasó a Aaron- Standal es la pizzería, busca entre los contactos, te contestará una chica, dile que eres amigo de Jason – estaba impresionada lo rápido que estaban trabajando esos dos hombres, en una situación así no estaría centrada ni mucho menos en mis cabales; estaría entrando en pánico total.

- ¿Hola? Dile a Jason que me atienda el teléfono, soy un amigo. - escuché la voz de una chica y al parecer no hubo ningún problema. -si gracias...

Estuvo esperando unos segundos y le habló nuevamente la chica.

Aaron suspiró pesadamente y cortó.

-Dice que no hay ningún Jason Stevingson trabajando en la pizzería, pero que trabajó hace unos meses, pero que ahora está trabajando de reportero para una agencia, dice que es la agencia Famous Calender. - me miró preocupado.

-Bingo, lo que necesitábamos, vamos, antes de que sea tarde- algo apesadumbrados por la inquietud de no llegar a tiempo y salvar el trabajo, llegamos a un lugar donde había unas camionetas negras.

- ¿No íbamos a una reunión? - le pregunté.

-La reunión es lo de menos, porque ahora sabemos dónde hay que ir, cambio de planes niña- me sonrió. Paró el carrito y bajamos rápidamente.

Unos hombres de negro que parecían ser de seguridad nos abrieron las puertas de la camioneta y entramos.

-Vamos a la agencia Famous Calender. - le dijo el hombre al conductor. Este asintió y sin decir nada salimos de ahí.

Lo que me llamaba la atención es que aquel hombre iba de traje. ¿Era el productor?

Aaron, que estaba a mi lado se acercó.

-Él es el dueño del estudio. – sonrió como si me hubiese leído la mente. Me sonrojé.

No sabía que podían leerme tan fácilmente.

Llegamos – avisó el hombre. -Por Cierto, soy Silvian Parker, tu eres Perrie Edwards- sonrió. - Un gusto conocerte, pero lamento que sea en estas circunstancias tan penosas.

Negué divertida por su actitud cambiante.

-No se preocupe, supo pasarnos, además a todos nos puede pasar, ¿Quién no querría recuperar su trabajo? Es un tiempo valioso además del dinero que les costó para ponerse en obra, es indiscutible que quieran hacer lo imposible para recuperar su trabajo. – Silvian me miró con un cierto brillo en los ojos ¿admiración? ¿Sorpresa? Quizás.

Aaron estaba por bajar del auto, pero una idea surcó en mi mente.

-Esperen- dije pausándole el paso a él. - si este chico les robó el disco, ya debe saber quién es quién, si los descubre se irá corriendo y tratará de escapar- razoné- a mí no me conoce

-Pero quien sabe lo que tenga entre manos...- Aaron me planteó.

-Lo sé, pero sin intentarlo no perdemos nada-

-O perdemos todo...- murmuró Silvian algo ido. Observé como sacudió su cabeza y me miró por el espejo retrovisor- pero la chica tiene razón Aaron, pero le diré a él- señaló al conductor, el cual asintió- que la cuide pasándose por su guardaespaldas. - no me pareció una buena idea, pero no teníamos otra opción ni tiempo.

Sin decir más nada me bajé de un salto y comencé a actuar; si tenía un guardaespaldas era porque era famosa ¿Verdad?

Entré al lugar y me dirigí a recepción y fruncí el ceño.

- ¿Hola señorita que se le ofrece? - me preguntó algo asustada la mujer que estaba muy bien vestida detrás del escritorio.

-Se supone que mi novio debería de estarme esperando afuera de mi estudio y no lo veo por ningún lado.

-¿Usted es...?- preguntó desconcertada. Todas las miradas se posaban en nosotras.

-Prometida de Jason- moví mis pies impacientemente, haciendo que estaba desesperada para encontrarlo.

-Oh, si, me dijo que usted vendría- la mujer me miró sonriente. Me quedé impresionada ¿De verdad la novia de ese chico iba a venir, justo ahora? Es un milagro- pase usted por allí- señaló una gran puerta detrás de ella.

Asentí un poco desconfiada. Pero seguí interpretando mi papel.

-Gracias, por fin alguien que me entiende, mi novio me ha dejado plantada y usted sabe cómo son las cosas...- ella asintió a la mitad.

Me giré un poco para mirar al hombre que resultaba ser "mi guardaespaldas" él estaba apoyado contra la pared mirando para todos lados atentamente.

Abrí la puerta y me adentré.

-El lugar era bastante grande y había un escritorio inmenso y detrás había un sillón que estaba de espaldas y se veía una melena.

Con miedo me acerqué un poco.

-Así que te envió a ti- la voz era inconfundible.