Capítulo 4

1.5K 101 11
                                    

Mis lágrimas salían sin parar.

No podía creer que esto estuviera pasándome a mí.

No me importó de que estuviera maquillada ni mucho menos de que muchas fotos salieran de mí, toda despeinada y llorando.

Me importaba todo una mierda.

Estaba cansada. Cansada de siempre ser la que tiene que ser fuerte, la que tiene que ponerle más empeño a esto, a lo otro, estaba cansada de ser usada, de que me dijeran que era un rubia hueca, estúpida, cansada de toda esta mierda de personas.

Doblé en una esquina antes de salir del lugar, desviándome del camino hasta parar a un pequeño callejón. Quería llorar, gritar, golpear, quería sacar todos mis problemas, olvidarme de todo, estar tranquila, como antes.

Me apoyé contra la pared y fui cayendo al suelo.

Sollocé desgastando mi voz lo más que pude, grite y golpeé la pared con todas mis fuerzas.

Tanta rabia tenía, tanta repugnancia por aquel ser que amaba o alguna vez amé, repugnacia infinita.

¿Con qué fin lo hizo? ¿Con qué?

Miré mi bolso y rebusqué en él encontrando el anillo de compromiso que Zayn me había dado, que ahora para mí, era un completo extraño.

Tomé el anillo y  lo apreté con tanta fuerza en la palma de mi mano.

Cerré los ojos y suspiré, mis manos, mi cuerpo entero temblaba.

De la impotencia.

Recordé su rostro, neutro, no me había ni si quiera hablado, era un sinvergüenza.

Me levanté con las pocas fuerzas que pude y aventé el anillo con fuerza, haciendo que rebotara por todo el callejón hasta una pequeña puerta de hierro que había sellada. El anillo se metió debajo de esta y desapareció.

Me importaba una mierda, lo que le fuese a pasar a ese estúpido anillo.

Como podía tan si quiera en pensar en tener  lastima hacia él, no se merecía la lástima de nadie, ni si quiera  la de sus propias hermanas, ni de su madre, porque ellas eran y son unas grandes personas, al igual que su padre, deberían estar muy decepcionados de él, yo por supuesto que lo estaría.

Quizás si hubiese sido un poco más hombre y me hubiese dicho en la cara de que quería terminar conmigo...pero lo nuestro había terminado.  
Ya no sería igual.

No puedo creer que confié, que me enamoré de una persona tan cínica, tan hipócrita.

-He, rubia- la voz de un chico se hizo presente.
Me giré algo asustada.

-¿Quién eres?- pregunté enojada.

-Bueno, sólo quería darte esto.- se acercó un poco más a mí mostrando el anterior anillo que había tirado, era un chico morocho, de ojos azulados. Era un poco más alto que yo o bastante a decir verdad.

-No lo necesito, gracias- le dije y me di la vuelta. El chico me sostuvo de la muñeca y me dio la vuelta. Estaba por quejarme pero él me callo.

-Sé qué pasó con Malik.- apreté mi mandíbula.- y es un estúpido.

-¿Y tú quién eres como para saber tanto de la relación?- entrecerré mis ojos, creo que recordaba haberlo visto en algún lugar pero no sabía en dónde. No recordaba bien, pero creo que se me hacía muy conocido.

-Soy Aaron Jhonson.- dijo, y yo abrí los ojos.

-¡Eres actor!- recordé que lo había visto en muchas películas.

Te Arrepentirás, MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora