Capítulo 17

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Si antes me hubiesen dicho que iba tener una relación con Aaron Jhonson me hubiese reído en su cara y hubiese dicho que jamás iba a estar con nadie, hasta que cumpliera los cien años.

Pero aquí estaba, con él en un restaurante, nuestro favorito.

Al terminar de almorzar, los dos habíamos decidido pasar la tarde juntos haciendo cosas de novios.

Ir al cine, pasear juntos... Todo aquello era imposible.

Estaba feliz a su lado y lo sabía.

Él era todo un caballero y eso me encantaba, a veces era pesado y brusco y seductor, otras muy tierno y casi irresistible.

Habíamos pasado la mayoría de la película dándonos besos y hablando, riendo y haciendo cosas que jamás creí hacer.

Cuando se hicieron las seis de la tarde nos dispusimos a ir a mi casa.

Lo había invitado a cenar... y quizás otra cosa pasara...

-Ya abro el portón- sonreí dándole un beso en la mejilla para luego bajar del auto y con la llave abrir el gran portón. No se podía ver para aquel lado de la casa. Estaba completamente cerrada y segura.

Una vez que guardo su auto en la cochera, lo invité a pasar.

No era la primera vez que iba a casa, eran tantas veces las que había ido que no supe contarlas con la mano.

Tampoco pensaba hacerlo.

Coloqué la televisión y mientras él la veía, me dispuse a ir a la cocina a buscar que hacer para comer.

Hoy tenía que ser especial, asi que iba a cocinar yo... o hacer el intento...

Unos brazos me envolvieron en la cintura y me apretaron fuertemente contra sí.

Sonreí.

-Si quieres que pasemos a la acción no hay problema por mí, cariño- le dije riéndome enteramente.

Me giré para ver su expresión.

Mis labios se abrieron sorprendidos y mis ojos se desorbitaron.

-¿Z-zayn?- fruncí el ceño. Traté de empujarlo, pero él tenía una fuerza extremadamente gigante.

Y eso que era delgado.

Pero si me fijaba bien, ahora había recuperado mucho el color, y el peso... o mejor dicho estatura y tenía más músculos que antes...

Estaba segura de que había dejado las drogas y dejado de fumar.

Me alegraba por él, pero ¿Qué estaba haciendo allí? ¡En mi casa! Y lo peor y lo que más me asustaba era ¿Cómo había entrado en ella?

-¿Cómo has entrado?- lo miré tratando de soltarme. Pero fue inútil. Él no quería soltarme, no decía absolutamente nada.

Su rostro estaba pasivo y ni siquiera sabía lo que estaba tramando o pensando.

-Voy a gritar y Aaron va a venir...- lo amenacé.

-¿Por qué estás con él?- lo miré incrédula.

-¿Por qué es mi novio?- él acercó sus labios a mi oído.

-Eres solamente mía...- traté de no reírme.

Hacía bastante que no era suya...

Ya se me habían aclarado bastante las ideas y mi corazón, para que él con unas simples palabras me hiciese sentir amor otra vez como antes...

Te Arrepentirás, MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora