Liam

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Skye 

-Liam, podríamos salir a dar un paseo, por favor?- 

-Sí, claro, voy a tu casa en un minuto- Respondió desde el teléfono. 

–Gracias.-Dije y colgué. Yo necesitaba salir de la casa para despejar mi cabeza y yo sabía que Liam me dejaría hacer eso, así como hacerme compañía. Bajé las escaleras despacio, me encontré con mi madre. Su pelo rubio caía sobre sus hombros y llevaba un sencillo vestido negro. Ella probablemente saldría. Ella me miró y alzó una ceja:

-¿Estás bien?- Asentí con la cabeza. 

– Quieres algo de comer? No has comido en días- dijo ella. 

–No tengo hambre- 

-Skye… si se trata de Har..- 

-Mama! Deja de traerlo ok? El se ha ido, el no va a volver, lo entiendo- Grite enojada. 

-A los que amamos, nunca mueren. Ellos están siempre con nosotros- 

-Bueno, Harry no, el está muerto!- Le di la espalda y salí de la casa, dando un portazo. Encontré a Liam en el camino, corrí hasta el, junte mis brazos alrededor de su cuello, y comencé a llorar en su hombro. Sentí que sus brazos se movían arriba y abajo en mi espalda confortablemente, susurrando algo en mi cuello, pero yo no estaba escuchando.

- Vamos, vamos a la cafetería y compremos algo de comer- sugirió. No dijimos nada en el camino, nos dirigimos a la pequeña cafetería en la parte superior de la carretera al lado del gran parque. Yo no quería comer, no tenía hambre. Yo había estando bloqueando todos los demás sentimientos de mi mente, incluyendo el hambre. 

-¿Echas de menos a Harry?- Pregunte para romper el silencio. Él asintió con la cabeza y tragó saliva, 

-No ha habido un minuto en el que no lo extrañe..- bajó la cabeza- No puedo explicar la pérdida que siento dentro de mí- Me dolía el corazón por él y de repente me sentí egoísta. Durante todo este tiempo solo me preocupe en cómo me sentía yo sin Harry y no me preocupe por los sentimientos de mi otro mejor amigo. Puse mi mano en su hombro,

-Lo siento mucho Liam -Está bien- se encogió de hombros mientras empujaba la puerta de cafetería, la campana sonó, una vez que entramos en el interior, lo que indica que alguien acababa de entrar en la tienda: nosotros. Nos sentamos en una de las cómodas sillas de color azul oscuro y apoye los codos en la mesa de madera delante de nosotros. Había sal, pimienta y un pequeño menú, de color rojo que decía que podía comprar y los precios. 

–Que pedirás?- Me preguntó.

–Nada- 

-Skye..- 

-No tengo hambre!- Él levantó una ceja 

-Skye, he notado que no has comido- 

-Lo he hecho- 

-No, no lo has hecho, iré a comprarte algo de comer..- Suspiré 

-Liam, no tengo hambre- Parecía como si él iba a decir algo, pero no lo hizo. Él se levantó y caminó hasta el mostrador, pidiendo a la mujer por dos chocolates calientes y un trozo de pan tostado. Después de un minuto, Liam regresó a la mesa y sonrió débilmente a mí. 

-¿Quién crees que lo hizo- le pregunté al azar sin siquiera darme cuenta, tome un sorbo de mi chocolate caliente después. 

– Hacer qué?- pregunto. 

–Lo mato- me encogí de hombros. Liam se encogió de hombros, tomando su chocolate -Realmente no tengo ni idea. La policía está haciendo su mejor esfuerzo por descubrirlo- 

-No creo que ellos son- Suspiré. Él asintió con la cabeza

-estoy de acuerdo contigo- descansó la barbilla en la palma de su mano y cerró los ojos.

Hometown GloryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora