Lado Oscuro.
Parte uno.
¿Qué es lo más estúpido que has oído en tu vida? Que existe el amor a primera vista y que hay una persona destinada para pasar el resto de tu vida a tu lado.
Podría creer que le pasa a todas las personas del mundo, excepto a mí. No hay nadie en la faz de la tierra que se atreviera a amarme, solo mi madre y mi hermana.
Vivo al límite, así soy yo. Me gano la vida con drogas, lavado de dinero y solo cuando es necesario manchar mis manos de sangre, claro solo en defensa propia.
Dejo salir el humo del cigarro y le doy un trago a mi vaso de whisky, puedo ver a Zayn llevar de la mano a una chica hacia los privados del club. Reí para mis adentros y negué, esto era mi rutina. Estar en el club hasta tarde, y poner orden si era necesario, mi jefe estaba en la parte alta con varias chicas, el maldito se daba la buena vida mientras nosotros arriesgábamos el pellejo por él, pero no me quejaba era una buena paga.
Una chica se deja caer en el banco de la barra y me observa, tiene que estar ebria, nadie mira a un extraño de esa manera y se da el lujo de analizarlo.
—Parece que conoces todos mis pecados y te has sorprendido tanto que no puedes ni hablar. —le digo y ella sonríe de inmediato.
—Ehm... No, es sólo que tienes un aspecto interesante. —dice con la voz un poco quebrada y distante. Dijo lo primero que se le vino a la mente para excusarse por mirarme.
—Bien, ¿qué me hace tan interesante, hermosa? —le sonreí y dejé mi vaso sobre la barra. Pasé mi pulgar por mis labios mientras espero su respuesta.
—N-no, realmente no lo sé. —Toma un largo trago de su bebida y reí.
—¿Estás sola aquí? —Le pregunto y ella abre los ojos y traga saliva.
—Bueno, no es algo que te interese. —Su tono de voz trata de salir seguro, pero falla. Sé bastante de esto como no darme cuenta que ella está nerviosa.
—No miras a un extraño de esa manera esperando que no te llueva un interrogatorio. Por cierto, soy Harry Styles. —le di una sonrisa.
—_____.
—Entonces estas sola y ebria en un club de Nueva York a las 12:45 am y sobre todo en el club nocturno más peligroso de Nueva York. —Negué y vi sus ojos llenarse de lágrimas.
—Salí de la oficina a eso de las nueve porque mi maldito jefe quería más tiempo conmigo, ya sabes son de esos que quieren follarse a todas las secretarias que tienen, mis compañeras del trabajo me dijeron que irían a un club y que debía ir con ellos, así que me mandaron la ubicación de uno, fui hasta allá y no estaban, dijeron que se habían ido, me mandaron la ubicación de otro y pasó lo mismo. Y estuve una hora y media así. —Suspiró. —Y terminé aquí, empecé a beber y ya no creo que pueda irme. —Hizo un puchero y eso probablemente haya sido lo más tierno y sexy que haya visto.
—¿Puedo llevarte a tu casa? —le pregunté y ella negó de inmediato.
—No te conozco.
—De acuerdo, mañana le diré a la policía la hora en la que estuviste aquí y probablemente quien te mató. No te conviene estar aquí, ____. Déjame llevarte por lo menos acercarte a tu casa.
—Departamento... Está bien, voy a confiar en ti.
Salimos del club y abrí la puerta de mi auto.
—Mañana puedes venir por tu auto temprano, me aseguraré de que no le pase nada.
Ella asintió con un poco de desconfianza y conduje hasta donde ella me dijo.
—Llegamos. —abrí su puerta y sus piernas se doblaron en cuanto se puso de pie. La detuve y la eché en mi hombro.
—Oh por dios, no, no. Bájame. Vas a verme la bragas. —solté una carcajada, hace tiempo no reía.
—Venga, dime el numero de tu apartamento para que esto se acabe de una vez por todas.
—El 72, está en el piso 7. —dijo un poco enojada.
Llegamos a su departamento y la bajé, ella abrió la puerta y la cerró de inmediato.
—Madre mía, de nada. Fue un placer traerte hasta tu casa, adiós. También fue un-gusto conocerte. —Reí y camine hasta el elevador, oí el ruido de la puerta abrirse.
—Harry... —Giro mi cabeza y la veo asomarse por la puerta. —¿Quieres un café? —sonrió de forma que parecía más una mueca. Asentí y caminé hasta el departamento.
—Lindo departamento. —Quité el saco de mi traje y lo puse en el perchero, ella camino hasta la cocina, ya no traía aquellos tacones altos sino unas pantuflas de conejo. Bastante infantil.
—Me mude hace poco, solo tengo cosas de remate o de bazar. —rió. —Ya sabes, nueva vida, nuevo trabajo.
—Nunca he salido de Nueva York, bueno si. Nacía en Inglaterra, pero hace mucho tiempo me mudé y desde ese entonces no he vivido en otro lado.
—Oh, eso explica tu acento, yo soy de San Francisco, del otro lado de Estados unidos. —Rió y sirvió mi café.
—Gracias. —Agradecí mi café y tomé un sorbo. —Es rico, no suele gustarme mucho el café.
—Es lo que me mantiene despierta en la oficina. —Sonríe. —¿Cuántos años tienes, Harry?
—32 —dije y ella abrió los ojos.
—Madre mía, pareces de unos 24 o 25 a lo máximo. —reí. —Yo tengo 22, no parece que me lleves 10 años.
—Pues ya lo ves, soy demasiado viejo.
—No, no exageres.
El tiempo se nos fue, y hablamos al redor de 4 horas, sentados en su sala de estar, 5 tazas de café, pastel y galletas. Y ninguno de los dos dejaba de hablar. Cuando nos dimos cuenta que eran las 4 y media de la mañana, me despedí de ella y prometimos vernos más tarde, cuando ella fuera por su auto.
____ era demasiado tierna y aniñada. Sólo la vería una vez más y me olvidaría de ella, una persona así no se merece entablar una relación de ningún tipo con alguien como yo.
Si vives en el fondo del infierno, no intentes arrastrar alguien más solo por no sentirte solo.
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Este tipo de O.S los subo en otra obra, pero por alguna razón no puedo publicar nada en ese... No sé porqué.
Espero que les guste y quieran la siguiente parte.
Me base en una pelicula para hacer el O.S 77

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Delight |H.S One Shots.
FanfictionTodo comienza cuando _____ en modo de broma le dice a su novio Harry, que está cansada de las mismas cosas en la cama, nunca se imagino que la mente de Styles volaría y que se tomaría lo que le dijo como un reto personal, innovando de una forma pecu...