Extra: Amarillo y azul.

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La sangre se derramaba por el suelo, los cadáveres de las personas que una vez amaba, estaban ahí, tirados en el suelo por su culpa. No era su intención, ella no quería eso, era un monstruo, un maldito monstruo.

― ¡Aléjate! ¡Solo te haré daño! ―Trató de advertir una albina de piel trigueña, retrocediendo lentamente hasta chocar contra una pared― Solo aléjate... Yellow.

― Sabes que nunca lo haré, Blue... ―Respondió la rubia, conectando sus ojos avellanas con los azulados― Nunca lo haré... Toma... ―Les entregó unos guantes que tenía puesto, eran de color amarillos.

― ¿Q-qué? ―Observó la prenda, ser extendida hacia ella, no sabía si tomarlas o no, tenía miedo, mucho miedo― Eso no ayudará, Y-Yellow ―Sus mejillas volvieron a inundarse de lágrimas.

― Solo tómalas ―Ordenó, sin dejar de extender su mano.

Blue miró de nuevo los guantes, y con las manos temblorosas, las quiso tomar, y al momento de tener contacto con la suave tela, las agarró velozmente.

― ¿C-cómo sabes que funcionará? ―Preguntó, colocándose las prendas amarillentas.

― Tócame ―Respondió, volviendo a extender sus manos, pero esta vez, sin algo entre sus dedos.

― ¿E-estás loca? ¡Jamás! ―Negó, moviendo la cabeza a los lados.

― Es mejor saberlo, que quedarnos con la intriga ―Comentó seria, posando su mano libre en su cintura.

Blue volvió a negarse, por lo que Yellow volvió a insistir unas cuantas veces; a lo que la albina no le quedó más opción que acatar. Su mayor sorpresa al momento de tocar a Yellow, fue que no hizo efecto, era como si ese pedazo de tela bloqueara todo. Ambas sonrieron.

― Mejor busquemos nuestras cosas y larguémonos de este lugar, la policía no tarda en llegar ―Comentó la rubia, maldiciendo mentalmente a sus vecinos.

Tomaron sus cosas de valor, mucho dinero, la llave de su auto, y sin más, salieron por la puerta trasera de la casa, justo antes de que los policías entraran bruscamente por la puerta principal, viendo la masacre que ocurrió. En el camino al estacionamiento, ubicaron el auto de la rubia, regalado por el padre de ambas.

― Blue... ―La llamó.

― ¿Si Yellow?

― Te amo ―Comentó, entrando al auto.

― Yo también ―Respondió, con un sonrojo en la cara.

Ópalo-Alejandrita.

El color de la Muerte... |·Whink Diamond·|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora