Sucesión

4.1K 355 58
                                    


Era ya de noche y nadie lograba dormir, mañana seria un día importante y cierto castaño estaba muy nervioso, ya había decidido ser el décimo pero el solo pensar que todos lo miraran analizando cada movimiento, listos para juzgarlo con cualquier cosa que diga o haga.

Se removía de un lado a otro incomodo, seria difícil descansar, todos estaban igual, todos menos cierta chica que estaba cocinando sin parar - hora de hacer uso de mis habilidades - dijo, obviamente se quedaría toda la noche preparando el banquete de mañana.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

El castaño se levanto al igual que todos en la mansión, se dirigieron al comedor cuando Estepha apareció en escena.

- sus trajes están listos - hablo mientras les entregaba los trajes a cada uno - después del desayuno deben ir a salón 5, allí sera la ceremonia normal - dijo feliz

- ¿Normal? - hablo kyoko

- Si, ya saben como tsuna no quiere que sepan que es un mafioso habrán 2 ceremonias, una sera con su compañeros y personas normales y la otra con todos los relacionados con la mafia - aclaro la chica

Tsuna agradeció eso, comieron mientras veían como Estepha ordenaba todo para la ceremonia - Ninguna celebración saldrá mal mientras Estepha este aquí - dijo mientras iba de aquí para allá moviendo mesas y flores - Nika vendrá a la ceremonia, dijo que iba a anunciar la sede que estaba en Rusia - comento mientras iba por las rosas
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

La ceremonia paso de lo mas normal para los estudiantes de nami-chu, sakura ya no se acercaba al castaño ya que Estepha había tenido una amable conversación con ella, dejo en claro que nadie podía acercarse al castaño.

El salón estaba lleno de rosas rojas, blancas, amarilla y tulipanes, camelias, los rayos del sol le daba un toque mágico, los candelabros estaban muy pulidos y con rosas alrededor, el símbolo de Vongola estaba pintado en la pared con acuarelas, un arco de flores en la entrada, el piso estaba tan limpio que hasta podían ver su reflejo en el, unas cortinas color oro que caían mientras el viento las movían.

Las mesas perfectamente ordenadas con centros de flores, manteles color blanco, una alfombra roja en medio con pétalos de rosas, todos estaban impresionados por la decoración, incluso estaban el cuadro de la décima generación, en cada pared estaban también los cuadros de sus aliados y sobre el símbolo de Vongola estaba el cuadro de la primera generación.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Es el décimo vongola Donde viven las historias. Descúbrelo ahora