*Rin
-Haru, ¿crees que deberíamos volver?
A penas llevábamos un mes en Australia preparándonos para ser nadadores olímpicos, nuestra próxima meta son las olimpiadas de Tokio. Sería un sueño hecho realidad poder estar ahí con Haru, pero quería volver a Japón antes de seguir entrenando.
Haru el cual, se encontraba junto a mí sentado en la arena a la orilla del mar apartó la mirada para después agachar su cabeza.-De acuerdo.
Una respuesta simple y concisa pero pude ver un atisbo te sonrisa en su rostro.
Por supuesto Haru también tendría ganas de volver, a penas tuvimos tiempo de despedirnos.
Todo pasó tan rápido...-¿Te gustaría volver esta semana? -pregunté aunque ya sabía su respuesta.
Haru me miró con rostro confundido pero a la vez lleno de emoción. Asintió con las mejillas algo sonrojadas, tal vez por el sol o quizás por otra razón.
Pasé mi brazo al rededor de sus hombros y lo acerqué a mí con una sonrisa.
Es cierto que fuimos, somos y seremos rivales pero mis sentimientos de rivalidad no pueden compararse con el cariño que siento por él.-¿Tantas ganas tienes de volver?- dije susurrando en su oído mientras mis labios chocaban contra este, aunque no lo hice intencionalmente conseguí una buena expresión de su parte.
-Cállate.- dijo con rostro serio pero con brillo en sus ojos.
En este mes nos volvimos aún más cercanos.
Estábamos prácticamente solos y muy lejos de nuestras casas. Comenzamos una nueva vida juntos. No me he apartado de Haru ni un segundo. No quería que pasase por lo mismo que yo así es que he estado en todo momento ahí para él y no sé si él lo ha hecho con el mismo propósito pero, Haru ha estado ahí para mí...
Desde el primer día que le vi en la piscina del club mientras nadaba, algo de él me llamó la atención, hizo que mi pulso se acelerase y hizo que me costase respirar ¿rivalidad? Aún no conozco la respuesta.De vuelta en nuestro pequeño apartamento, el cual se encontraba bastante cerca de la playa porque Haru prefería pagar más si eso significaba poder nadar a cualquier hora del día ya que, la piscina como es normal cerraba de noche pero en la playa Haru puede nadar cuando le apetezca, es decir, las 24 horas del día así es que cuando no está en la piscina entrenando él se encuentra en el mar.
Después de un baño salí totalmente desnudo, había olvidado la toalla pero a todos se nos ha olvidado alguna vez ¿no?
Justo al salir por la puerta me encontré con unos ojos azules que no dejaban de examinarme, me sonrojé ¿me sonrojé?-¿Te gusta lo que ves? - dije para picarlo mientras sonreía pero a cambio recibí una mirada llena de vergüenza por su parte y su cara sonrojada a más no poder, y esta vez no era por el sol.
Haru se levantó y cuando estaba por entrar en el baño tomé su muñeca.
-Haru, ¿ocurre algo? - dije en tono bajo.
No paraba de mirarme a los ojos hasta que bajó la vista y puso su mano en mis abdominales mientras la movía de arriba a bajo. Pero no duró mucho ya que salió corriendo al mirar hacia abajo y se encerró en el baño ¿acaso pasaba algo en el suelo?
No de hecho en el suelo no había nada, pero sí me pasaba algo a mí ¡¿una erección?! Y además provocada por Haru.
¿Qué me está pasando?
Los días pasaron y todo era muy extraño entre los dos, Haru no paraba de ignorarme.
Pero hoy al fin regresaríamos a Japón, quizás allí se arreglen las cosas.
Al final conseguimos billetes de avión para esta semana así es que una vez sentados en el avión que nos llevaría a casa solo nos faltaba esperar.
Yo decidí no avisar de mi regreso ya que preferiría que fuese una sorpresa pero no sé que habrá hecho Haru.
Justo al salir del aeropuerto oí una voz gritar:
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Deep Breath
أدب الهواةTodo comienza cuando Rin y Haru salen del instituto y comienzan su nueva vida como profesionales en Australia. Un día ambos deciden volver a Japón y allí se reencuentran con uno de sus mejores amigos, el pequeño Nagisa. Sin saber cómo algo comienza...