Deep Breath

Juego peligroso

Haru se sonrojó.
Nagisa se la metió rápidamente en su pequeña boca aunque parecía que le iba a costar lo hizo rápidamente pero no podía tomarme por completo en su pequeña boca.
Noté su lengua jugando con mi punta, me correría rápido.

-Auch, pequeño, cuidado con los dientes.- dije mientras una pequeña lágrima de dolor se escapaba por mi ojo.

Nagisa siguió mientras Haru lo abrazaba por la espalda y empezaba a jugar con los sensibles pezones de este y lamía el lóbulo de su oreja y lo mordía. Vi como Haru se restregaba contra el
culo de Nagisa.
Sus gemidos, el aroma que desprendían y esa pequeña boquita hicieron que me corriese.
Apoyé mis manos en la cama y eché mi cabeza hacia atrás.
Al volver a mirar hacia abajo me encontré a Nagisa dormido entre mis piernas con la cabeza apoyada en el borde de la cama y a Haru tumbado en el suelo medio dormido.
¿Cómo hemos llegado hasta esto? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué? Pero lo más importante...
¿A quién le importa? Ha sido el mejor día de mi vida junto al día en que les conocí.
Hoy he podido controlarme para no asustarles pero, ¿podré controlarme de nuevo?

Hacía dos días de eso, no les he visto de nuevo, me sentía extraño.
¿Quién iba a pensar que alguien tan neutral como Haru sería así? ¿Y que alguien con esa apariencia tan inocente sería capaz de hacer esas cosas?
Aunque es cierto que las apariencias engañan y me alegro por ello.
Hoy se acabaron mis vacaciones por así decirlo.
Haru y yo tendríamos que seguir con nuestro intensivo entrenamiento, lo haríamos en la piscina del club.
Hoy volvería a verle y quería hacerlo, quería verle a él y a Nagisa.
Era bastante tarde ya que le pedimos a Gorou-san que nos dejaste ir de noche porque estaría más tranquila y no habría nadie.
Al llegar abrí con llaves pero parecía que Haru ya estaba aquí porque las luces de los vestuarios estaban encendidas.
Justo antes de entrar oí algo...

-Vamos, Haru-chan solo un poco...- ¿qué hacía Nagisa aquí?

-Pero Rin...

Me acerqué un poco y los vi a los dos en bañador Haru estaba de pie con una pierna moviéndose entre las de Nagisa mientras este se restregaba contra la pierna de Haru y no paraba gemir.
Haru se abalanzó sobre sus labios, parecían un par de gatitos era asombroso verlos así.
Ya no podía más, me apoyé contra el marco de la puerta mientras decía con voz ronca:

-¿Os divertís sin mí? -dije con una sonrisa mientras levantaba una ceja.

Ambos se separaron. Nagisa escondía su erección la cual se notaba bajo el bañador y Haru miraba hacia otro lado.

-¿Qué tal si nadamos un poco todos juntos? Hace tiempo que no nadamos los tres.- dije con una sonrisa.

La verdad es que sabía que ellos preferirían hacer otra cosa ahora mismo pero, si lo querían, tendrían que decirlo ellos mismos.
Me di la vuelta para dirigirme a la piscina pero en ese momento alguien tiró de mi muñeca a la vez que otra mano sujetaba mi hombro.
Al darme la vuelta vi como Nagisa tiraba de mi mano y Haru con su mano en mi hombro impedía que me moviese.

-¿Ocurre algo?- dije simulando estar confundido.

Ambos se miraron mutuamente para después acercarse a mí y apoyar sus cabezas contra mi torso cubierto por una fina camiseta negra.
Comencé a acariciar sus cabezas para después abrazarles.
Quizás esos sentimientos siempre estuvieron ahí pero no supe definirlos...
Me abrí camino con mi rostro y cuando estuve justo entre sus cabezas susurré:

-¿Qué queréis?

Es cierto que cuando se trataba de estos temas solía ser más tímido, pero al ser mis amigos de toda la vida esa timidez de alguna forma decrecía.
Ambos me miraban expectantes, supongo que no dirían nada.
Suspiré para después tomar sus manos y dirigirnos a las duchas.