-See you soon. I love you, guys. - Despide la clase el profesor Ricky.
Sweet sale muy deprisa, intentando evadir lo inevitable pero Susane no entendió el mensaje, se quedó muy detrás caminando lentamente como si las sandalias de tacón grueso le pesaran una tonelada.
-¿Estás huyendo de mí, Sweet? -Le susurra Diego agitado.
-No huyo de ti, huyo de... - Se calla de repente y voltea su rostro hasta Susane. -Muévete, esqueleto de paso fino . -le grita Sweet.
-Claro que huyes de mí. Le huyes a cualquier cosa que pueda decirte, lo veo en tus ojos- Exclama Diego mientras se acerca más y más.
-A ver, dime entonces qué sucede, Diego. Estoy harta de tu seguimiento.- Exige Sweet.
-Yo quiero decirte que he estado sintiendo cosas pero, no te alarmes .-responde asustado.- Al menos dame la oportunidad de conocer sobre ti, por favor - Suplicó Diego.
-No prometeré nada pero ya veremos -Concluyó Sweet.
Susane apareció luego como por arte de magia, en su auto, con los labios pintados de purpura intenso, tocando la bocina como mujer responsable desesperada en plena autopista en retraso.
-Vamos a tu casa ya, Susane. Para la próxima te recomiendo caminar a mi par y no ser tan lenta, 'amiga' -Refunfuñaba Sweet.
Susane se ríe, sintiendo compasión por su entrañable amiga que es capaz de vivir tantas situaciones en un día de tal forma que, si un día la querida Sweet no puede más y estalla, está permitido, ha soportado suficiente.
-Que sientes por Diego? - Pregunta esperanzada
-Nada- Responde secamente Sweet
Después de un ritual, intercambio de miradas, Susane logra su cometido: Sweet expresa algo distinto a rabietas.
-Me parece un poco lindo pero problemático - Afirma Sweet.
-Con eso, es suficiente. Algo es algo. -Sonríe Susane.
El reloj marcaba las 8:45Pm, hora en la que degustaban un sándwich de queso con mantequilla de almendra.
-Tienes una rara combinación alimenticia, amiga, - Asegura Susane.
-Sí, por eso estoy sola porque nadie es capaz de comprenderme. Bueno, tú, a veces .-Recalca Sweet.
Acostadas sobre el sofá observaron como un payaso asesino burlaba a la policía federal, hacía añicos los postal de la ciudad con un camión azul de carga y corría por el puente de aquel pueblo pidiendo ayuda, horrorizado , como si realmente fuera un pobre hombre en manos de personas despiadadas en un espacio llamado:mundo.
-Jugaríamos a los almohadazos pero ya es media noche y yo soy un ser cansado.-Replica Susane.
-Sí, ya es hora de dormir.- Contesta Sweet.
Susane estuvo escasos minutos despierta sobre la cama mirando el techo. Tenía tanto sueño que se dejó llevar hasta sentir el placer del descanso sobre sus pies rojos y sus piernas gruesas.
Sweet sentía miedo de aquél payaso, como cuando pequeña y su padre visitaba la habitación, cantaba canciones de cuna y la dejaba en el sueño profundo de sentirse protegida. Miro tantas veces al techo que acabó por cerrar sus ojos. Resignada a dormir durante la noche, recordó la imagen de aquél muchacho que vio un día atrás entonces abrió sus ojos y escribió un mensaje.
''Hola, soy la chica del otro día. Heladería mil colores. La misma que tropezó en la plaza central de Minds, recuerdas?''
-Es imposible que pueda responder a esta hora, es imposible. Posiblemente esté dormido y no teniendo insomnio como yo, justo ahora. - Pensaba Sweet.
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Estrategia para quedarme
RomanceEn la cálida ciudad de Minds, vivía Sweet, una jovencita demasiado obstinada para hacerle honor a su nombre. Estudiaba durante el día, practicaba lo aprendido por las noches. Había sacado tantas cuentas en su vida, tantas, que acabó por convencerse...