Sweet... La amiga perezosa.

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-Es hora de levantarse -Exige a almohadazos Susane.-La señora Rebecca notará tu ausencia y no es por nada pero es preferible que vayas a ignorarla, a que la ignores por no asistir, ¿entiendes? -Hablaba Susane.

Pero Sweet únicamente quería dormir, no era capaz de mostrar algún rastro de vida distinto a la respiración y al deducible corazón latente. Hacía una mañana nublada y fría, una mañana poco vista en Minds, perfectas para dormir entre las sábanas de algodón y usar pijamas durante la fecha mientras se observan películas de algún actor famoso y apuesto.

-Sweet, es posible que puedas dormir unos minutos más pero, solamente unos cuantos minuto y no más.- Explica.

Susane envuelta en su inocencia se retira a tomar un baño helado. Aprovechando la pereza de su amiga, tardó mucho más. Empleó dicho tiempo para ojear por la ventana del baño. Era una ventana panorámica rodante, pequeña y elevada por la que era posible ver el clima sin necesidad de subir a ella, pero hubo una sensación dentro de Susane, una potente sensación de curiosidad: Necesitaba subir a ella y corroborar que no existiera algo distinto a las nubes grisáceas asomadas.

Subió a la bañera y con sus uñas largas rojas pudo despasar el seguro, posteriormente con sus dedos se afianzó sobre el marco de la ventana, usó sus piernas gruesas para trepar por la cerámica decorativa hasta mirar al costado derecho, otra posibilidad de cómo matar a un pájaro: Cabeza ensangrentada colgando de la pared y el resto de su cuerpo dibujado a partir de su sangre. Verdadero arte maquiavelista no apto para sensibles como ella. Contuvo sus ganas de estallar en gritos y bajó tan rápido como le fue posible.

-¡qué carajos! - Exclamó Susane casi en susurro, intentando que nadie, ni los vecinos y Sweet pudiesen escuchar.

Tomó la bata del perchero y en puntilla inició su salida hasta el patio trasero. Con la ayuda de una escoba de mango férreo y agua a a presión logró desdibujar a medias el arte sobre su pared y el animalito inmediatamente cayó desprendido y mal oliente sobre el césped.

-¡¿Pero qué clase de broma es esta?! -Gritaba Susane aterrada en la soledad absoluta de su queja irremediable.

Abrió las puertas de su ''marroquí''. Subió y cambió la vestimenta. Convenció a Sweet de levantarse y casi tomándola de la mano, la llevó hasta el auto .

-El pájaro estaba ahí pero no tengo idea quién pudo haber sido.- Explica Susane.-Parecía planificado por algún loco con poca tarea en su hogar, holgazanes-Finaliza.

-Posiblemente haya sido el pintor de la quinta Cristal, la de al lado. Tiene expresión extraña y actitud sospechosa, inquietante. Tal vez no es un hombre malo,quizá solo quería jugar.-Aporta Sweet con el sueño dibujandole en sus ojos, dos almohadas cómodas para posarse.

-Mala forma de jugar, horrible forma de jugar, holgazán. ¿No dormiste anoche?- Pregunta Susane justo antes de bajar del auto.

-Digamos que a lo que sueño se refiere, no fue una noche placentera. He tenido mejores.-Responde Sweet fatigada.

La señora Rebecca fue la primera en pasar al aula modelando una sonrisa gigante que mostraban sus amarillos dientes al público a pesar de que carecían de mal olor, era una dentadura repugnante.

-Saquen una hoja blanca. Prueba individual, ahora mismo.- Explica Rebecca.-Todos los alumnos deben separarse dos puestos, el salón es suficientemente amplio para ejecutar esta propuesta. Tienen cinco minutos para organizarse, si no lo hacen en el tiempo estipulado, me voy y tendrán examen reprobado seguro.- Sentenció feliz.

Los alumnos empezaron a organizarse cada dos puestos. Sus bolsas y pertenencias colocadas en una esquina del aula donde la peculiar vista de Rebecca tuviera alcance. Sin embargo eso no fue suficiente, ella creyó que esa ocurrencia no era más que una estrategia para despistar los planes grupales futuros y empleó la técnica del chequeo: Revisión puesto por puesto, cual preso.

Posteriormente coloca ejercicios sobre la pizarra pero esta vez más complejos que los anteriores. Sweet miraba el pizarron y anotaba en la hoja mientras sus ojos se cerraban poco a poco, sin detenimiento. Arquiono la veía de lejos y sabía que si Rebecca la veía dormir pensaría que solo está aburrida y que su prueba carecía de complejidad.

-Shhh, Sweet. Despierta. Luego de esta hora podrás dormir en el cafetín-Le propone Diego.

Ella en cambio le guiña el ojo y trata de que la señora Rebecca no notara el incidente. Los minutos pasaban y nadie había podido entregar la prueba resuelta.Cuando el ultimo minuto de la hora estaba transcurriendo, Sweet y Diego vuelven a levantarse, en una sincronía de movimientos envidiables para hacer entrega de la prueba.

-No es posible.-Pronuncia Rebecca.

-¿No es posible que sus alumnos estén estudiando, profesora? -Pregunta Diego.

Sweet aprovecha la discusión y lanza un papel con respuesta a su amiga Susane, Rebecca no lo nota. El grupo completo empieza a entregar la prueba con los ejercicios resueltos. La profesora desfilaba una cara incomprensible: 10  ejercicios complejos, todos resueltos a simple vista bien. ¡Agárrense!

-Nos volveremos a encontrar, debe haber una explicación para esto.-Aseguró enojada.- Y si encuentro al personaje creador de esta burla, tendrá sus consecuencias.-Explicó exasperada.

Se marchó con las hojas dobladas y el grupo de alumnos hizo fiesta sobre las mesas del aula, una música movida y unos papelillos de colores que Verónica llevaba consigo pues decía, que la vida no tiene que ser aburrida si eliges como acompañante al confeti.

En el cafetin de la universidad, Susane y Sweet conversaban.

-Es increíble como pasaste el papel, te jugaste la estadía en el colegio con esa acción-Le dice Susane.

-No siempre tiene que ganar Rebecca-Respondió Sweet utilizando lentes de sol para tapar sus ojos rojos y maquillar el evidente sueño vulnerado.

Diego se acerca y las saluda efusivo.

-Te veo mejor hoy, Sweet. A pesar de tu extraño comportamiento, tal vez ¿sueño? te ves feliz.- Le dice Diego

Sweet sonríe y afirma la hipótesis.

-Así es, me siento feliz, tanto, que deberíamos hacer una piscinada esta tarde-Propone Sweet.

-¿Donde? Pregunta Susane

-Puede ser en mi casa, Mamá estará feliz de conocerlas-Explica Diego.

-En mi casa, después de danza iremos a mi casa. Solo lleven algo para comer y para tomar.- Pidió Sweet a la brevedad.

Estrategia para quedarmeWhere stories live. Discover now