Cap 12 "Suya"

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Cap. 12 "suya".

El día de la fiesta, un viernes sin estudio en el colegio por cuestiones pedagógicas, yo ya era otra. Con respecto a la mujer que estaba parada esperando a que él carro de Mat cruzara la esquina de mi casa el primer día, para conocerlo, habían mil cambios en mí.

Y aunque me sentía muy feliz por todos los cambios que había tomado y por el amor que sentía en mí -ese que enrojece las mejillas-, al despertar ese viernes sentí un dolor, como un vacío en el medio de mi pecho totalmente irremediable.

Me desperté y estuve en mi cama unos minutos, intentando pensar en por qué me sentía así, pero despues de revisar todas las posibles alternativas, supe con más certeza que era solo uno de esos dolores de presentimiento, que son hechos para evitarse, así que me levanté de mi cama con la mente ocupada en otras cosas y estuve en esa actitud hasta una hora antes del medio día, cuando Mat me llamó.

Su dulce voz me despertó de la burbuja de pensamientos que había creado para evitarlo y me dejó de nuevo con el dolor en el pecho, pero esta vez sin estar a la deriva, pues Mat estaba conmigo, pero lo supe en el momento en que escuché su voz, lo supe en el alma, lo supe en el escalofrío de todo mi cuerpo, algo andaba mal.

Pero no quise confrontar la idea de preguntarle, así que le respondí con palabras monosilabas para que no notara mi voz quebrada y quedó de ir por mí en unos minutos, para comprar el regalo de cumpleaños.

Despues lo supe y fue cada vez más claro, Mat tendría que irse tarde o temprano y yo me estaba envolviendo felizmente en una capa de dolor que despues no tendría remedio. Dios! Esos ojos esmeralda me habían llevado tan lejos, en una semana, que el dolor en el pecho me confirmó lo inevitable: estaba amando a Mat. Y fue así como no quise más discutir con el tema, lo amaba y estaba dispuesta a seguir amándolo aunque doliera.

Eran las once de la mañana y estaba con él, tomando malteadas light, bajo él unico gran arbol que conservaron al construir el centro comercial mirandolo a los ojos y dejándome llevar. Habíamos encontrado un sweater que sería el regalo a la medida de Juliana, pero aún nos econtrabamos buscando el segundo cuando Mat me besó en la frente en vez de los labios y reconocí esa sensación en él que yo había estado sintiendo -e intentando ocultar- toda la mañana. Me dolió tanto, que pensé que no había mejor forma de amar a una persona. Le tomé la mano y seguimos caminando mientras él me hacía reir o nos reíamos de los comentarios mutuamente. Ojalá hubiera podido tomar ese momento y enfrascarlo, tenerlo a mi disposición y vivirlo cuando deseara.

A la hora del almuerzo yo ya estaba en la casa, Mat se fue a regañadientes despues de insistir en el tiempo que necesitaba para arreglarme y tener cuidado de no dejar nada con respecto a la presentación de la noche, me dijo que estaría en el lugar de la fiesta ayudando en lo que fuera posible y que estaría esperando por mí.

Mi elección de vestido era un vestido rojo, con el hermoso detalle de tener la espalda destapada en un circulo. Estuve frente al espejo un tiempo considerable organizando mi cabello, mis ojos, riendo del brillo que no podía ocultar en ellos y de la forma en que no tuve que usar rubor y estuve lista cerca de las cuatro, la fiesta empezaría en dos horas.

Mis padres se había ofrecido a llevarme, consientes de que no tendrían que volver por mí, asi que empaqué los vestuario de los bailes, organicé los últimos detalles y cuando llegué al lugar -un hotel spa de ensueño- encontré a los demás amigos de Juli que ella había escogido para los bailes, con los que habíamos practicado antes y tuve una sensación muy extraña al acercarme: sin importar lo despampanantes que pudieran estar los demás yo solo tenía ojos para el hermoso hombre, de traje y corbatín que me miraba con los ojos satisfechos. Mat era mío, todos lo sabían ya y yo era tan suya como él quisiera. De la misma forma tratándose de él, era locamente mío, mío y yo suya.

Me saludo con un beso de sus labios, de esos que me gustaban tanto.

SUS OJOS VERDE ESMERALDA (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora