|Es bueno volver a verte|

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Di un respiro profundo y apunte hacia el tanque gigante. Y dispare. Solo un disparo basto para hacer explotar el lugar.
Mi madre tapó mis oídos mientras estábamos agachadas.

-Ten-. Mi mamá me dio una pistola la cual tome.- Ayudemos a que escapen, saldrán por la parte trasera.

-¿Cómo lo sabes?

-Es Rick, el piensa así-. Afirmó mi madre mientras disparaba a los caminantes que se acercaban poco a poco a el lugar.

Yo imite su acción cuando vimos que lograron salir al fin. Me sentí aliviada, no falle.

-Mamá... ¿Qué pasará si ya no somos bienvenidas en su grupo?-. Pregunte mirando como ellos se acercaban.

-No lo sabremos nunca si no lo averiguamos ¿No crees?

Mamá y yo nos acercamos a el grupo. Habían más personas, nuevos rostros.

Nadie se había percatado de nuestra presencia hasta que Daryl volteo a vernos y corrió a abrazar a mi madre, no tome mucha importancia, yo  buscaba a Carl con la mirada. Hasta que por fin logre verlo. Mi rostro dibujo una sonrisa y corrimos para abrazarnos. Era bueno verlo denuevo.

-¿Ustedes lo hicieron?-. Preguntó Rick conmovido por la escena a lo que mi madre asintió y el la abrazo.

Voltee a ver a las demás personas las cuales parecían algo incómodas, supongo que es por el echo de no conocernos.
Deje de abrazar a Carl para que el pudiera saludar a mi madre y yo a los demás.

-Bien, tenemos que irnos de aquí...-. Hablo Rick pero mi madre lo interrumpió.

-Aguarda, tenemos que ir a un lado antes, síganos

Después de eso empezamos a caminar. Íbamos hacia la aquella cabaña donde se encontraba Tyreese junto con la pequeña Judith, o al menos donde se supone que debían de estar.

Apresure el paso para quedar a la altura de Carl. Era bastante notorio que estaba aferrada a estar a su lado. Y no había nada que negar, yo quería estar a su lado. No me molestaba estar en silencio todo el camino, me conformaba con sentir su presencia, con saber que estaba a mi lado.
Simplemente no puedo evitarlo.

Al llegar a la cabaña, Tyreese salio con Judith en brazos. Carl y Rick corrieron para abrazarla y yo me detuve a mirar la escena. Sasha corría hacia su hermano Tyreese. Un reencuentro como cualquier otro. Voltee y las cinco personas nuevas se miraban incómodas y apartadas. Me encogi de hombros y seguí mirando la escena, desde ese momento Rick se veía más animado, y sus ojos volvían a reflejar la esperanza.

Ya estábamos listos para partir, y eso hicimos. Seguimos el camino de las vías del tren, a cada cartel que veíamos Rick lo tachaba.

Aburrida comencé a patear pequeñas piedras que se cruzaban por mi camino y como acto seguido una piedra golpeó la bota de la chica que estaba frente a mi.

–¿Quieres parar?-.Me miró para luego seguir caminado.

–Si lo siento-. Sonreí y seguí pateando las piedras, pero esta vez con objetivo, si, la chica.

–¿Cual es tu problema?-. Se giro hacia mi irritada.

–Ninguno-.Dije con una sonrisa socorrona mientras pateaba otra roca.

–Okey.- Dijo molesta y siguió  caminando.

Deje el tema de las piedras, al menos me hizo pasar algo de tiempo.

Para ese entonces seguíamos caminando sin rumbo alguno. Miraba al piso y caminaba.  Todos estaban en silencio. No cruzaban palabra alguna, y eso me traía una sensación de paz. La cual fue interrumpida por unos gritos de ayuda, y como era de esperarse los demás corrieron a su rescate, yo no hice nada al respecto y seguí caminando al mismo ritmo que lo hacía.

Al llegar observe como terminaban de matar a los últimos caminantes

–Vamos baja.- Rick miro a aquel sujeto que se encontraba arriba de una roca inmensa .

Aquel tipo bajo y vomito.
Hice una mueca de desagrado.

–Que puto asco-. Escuche el susurro de una chica que estaba a lado mio.

–Lo lamento-. Él sujeto retomó la postura.–Gracias, Soy Gabriel.

–¿Estas armado?-. Preguntó Rick examinado al tipo.

–¿Pareciera que estoy armado?-. Cuestionó con ironía.

–Nos importa un carajo lo que parece-. El hombre pelirrojo habló.

–No tengo armas de ninguna clase , la palabra de dios es la única que necesitó-. Contestó el, seguro de si mismo. Que tontería.

–No parece-.Dijo Daryl.

–Pedí ayuda y llegó-.Nos miro con una gran sonrisa.–¿Tienen algo de comida? como sea, yo, La que me quedaba cayó al piso.

–Tenemos algunas nueces-.Dijo Carl acercándole unas.

–Gracias-.El tomó algunas.–Que hermoso bebe-.Miro a Judith.

Todos lo mirábamos un poco  extrañados .

–¿Tiene un campamento?-. Pregunto a lo que automáticamente Rick contestó “No, ¿Tú?”.

–Tengo una iglesia-. Afirmó él.

–Pon las manos sobre tu cabeza-. Ordenó Rick y lo empezó a chequear.–¿Cuántos caminantes haz matado?

–Ninguno en realidad-. Respondió el. Era algo de esperarse.

–¿Cuántas personas has matado?-. Rick seguía con sus preguntas.

–Ninguna.

–¿Por qué?

–Por que el señor aborrece la violencia.

–¿Que has dicho? Todos hemos hecho algo-.Rick seguía mirándolo.

–Soy un pecador, peco casi todos los días, pero esos pecados se los confesó a Dios, no a extraños.

–¿Dijiste que tenías una iglesia?-. Intervino Michonne a lo que el asintió.

Ya sabía lo que nos esperaba nuevamente. Si, caminar.
Sin reprochar seguimos a Gabriel hasta su iglesia.

Para mi el camino fue eterno, ya estaba cansada. No me quejó, supongo que todos también lo están, y puede que en peores condiciones.

-¿Dónde estuvieron todo este tiempo?-. Carl apareció a mi lado preguntándome.

-Después de que nos expulsaran nos mantuvimos cerca de la prisión, y el día en qué atacaron escuchamos, decidimos ir, pero ya no había nadie, solo estaban Tyreese con Judith en brazos y un par de niñas-. Al recordar a esas dos niñas se me hizo un nudo en la garganta, la culpa me consumía.- Decidimos seguirlos a ellos y pues lo demás ya lo sabes. ¿Algo más que quieras saber Grimes?

-Es bueno volver a verte-. El dio una pequeña sonrisa.

-Llegamos, bienvenidos a la casa del señor-. Habló el sujeto mientras todos mirábamos el lugar de arriba a bajo.

15/ Septiembre /2017

Carla Peletier #RiggersAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora