|"ÉL"|

206 23 25
                                    

[...]

"Sólo mira las flores" esas fueron las últimas palabras que escucho antes de que mi madre le disparara.

Lizzie estaba muerta.

Su cuerpo yacía en el pasto. Mi madre lloraba, Tryreese hacia dos tumbas. Y yo tenía una pequeña sonrisa de satisfacción en el rostro.

-dos menos-. Susurre.

Mi madre se acercó a mí mientras se limpiaba las lágrimas, se puso de rodillas a una altura similar a la mía, y me miró fijamente.

-Perdón si tuviste que ver todo esto cariño, de verdad, lo siento, pero debes aprender a ser fuerte, sin importar que-. Explico mamá con un nudo en su garganta. Asentí con la cabeza y luego ella apunto hacia las dos tumbas como señal de que habría que despedirse de ellas por última vez.

Voltee a ver de reojo el cuerpo de lizzie, pero ya no estaba. Solamente se encontraba mi cuchillo tirado con la sangre de su pequeña hermana. Recogí el cuchillo y lo guarde en su funda.

#flashback

-¡hey! ¿Por qué le has disparado?-. Me reclamaba lizzie molesta por dispararle a un camínate.

-¿acaso eres tonta? ¿No te das cuenta de que esas cosas son malas?-. Me justifique mientras caminaba hacia la pequeña casa donde estábamos refugiados.

-¡No! Tú eres la que no se da cuenta que esas personas aún tienen vida, ¡MATAS A GENTE INOCENTE!-. Ella gritaba con fuerza. La escena era realmente patética, una niña de once años discutiendo con migo, una de catorce.

-Eso es completamente estúpido, ¡Ellos no están vivos, por lo tanto no es gente! Esas cosas lo único que quieren es arrancar cada pedazo de tu piel y devorarte completamente sin resentimiento alguno-. Alce mi tono de voz cansada de discutir siempre con lo mismo, ya estaba fatigada y mi cabeza me dolía.

>> ¡Termina con esto!<< Me decía "El"

Pero no podía. O más bien, no quería, simplemente ya no más, no quiero ser un monstruo una vez más...

Me canse de vivir así, pero no puedo detenerlo, "El" cada día regresa para recordarme que el verdadero infierno y dolor no es lo que nos rodea, sino que es "el". Mi propia mente juega con migo cual marioneta.

-No sabes lo que dices-. Lizzie de un impulso se abalanzo contra mí tirándome al piso.

-¡Lizzie, No!-. Grito Mika, su hermana menor y corrió a separar a su hermana de mí.

Me levante del piso frustrada y cansada.

>>Sólo hazlo<<

Solo esas palabras bastaron para comenzar a gritar.- ¡¿Qué demonios te sucede?! ¿Realmente crees que esas cosas aún son personas? Bien, comprobémoslo-. Di una carcajada de ironía y saque el cuchillo de mi funda, y sin pensarlo más corte la yugular de Mika.

-¡¿Qu-qué has hecho?!-. Tartamudeo Lizzie.

-Tranquila volverá, no le dañe el cerebro, veamos si sigue siendo la misma Mika de hace unos minutos-. Dije encogiéndome de hombros tirando el cuchillo.

Ella corrió hacia su hermana y trato de evitar el sangrado, pero no pudo, porque ya era demasiado tarde. Lizzie lloraba y yo la observaba. Lo siento, pero no quedó más remedio que ese. Perdóname Mika... Perdóname,

Mire hacia atrás, vi a Tryreese y a mamá correr hacia nosotros. Miraron a Lizzie cubierta de sangre abrazando el cadáver de Mika, a la pequeña Judith la cual estaba sentada en el piso y por ultimo a mi.

-¿Qué ha pasado?-. Pregunto Tryrees tratando de sonar lo más normal posible.

Lizzie no formulo ninguna palabra.

-Mamá, Lizzie fue quien mato a Mika-. Dije firme pero con remordimiento.

Mamá y Tryrees intercambiaron miradas de preocupación.

-Lizzie, Cariño, ven acá, vamos a limpiarte...-. Le suplico mamá con su voz tan dulce que la caracterizaba, la cual ahora se escuchaba llena de miedo.

Lizzie hizo lo indicado y tomo la mano de mi mama dirigiéndose al pozo. Tal y como mi mamá lo dijo.

-Se-señora... y-yo lo n-no-. Lizzie empezó a llorar, tanto que apenas y podía pronunciar una palabra, su respiración era agitada y se encontraba de espaldas. Su mirada de ella se centraba en una sola cosa, las flores amarillas.

-No Lizzie... No hables... So-sólo mira las flores...

#Fin del Flashback

Dedicamos silencio por un largo tiempo, no hubo palabra alguna.

-Carol, tenemos que irnos... Creo que ya sabemos que este no es el lugar indicado para vivir...-. Sugirió Tryrees cabizbajo, mamá asintió.

Caminamos hacia la pequeña casa, tomamos lo necesario y partimos. Ya teníamos destino, y pensamos que sería una gran oportunidad para rencontrarnos con mi antiguo grupo. El cual nos echaron a mi mamá y ama sólo por hacer lo correcto. Esas personas estaban contagiadas.

Nuestro destino era "Terminus" el cual te promete refugio, comida y una alta expectativa de supervivencia. Y para poder llegar teníamos que caminar aquellas vías de tren que a cada paso que dabas parecía no tener fin.

Yo llevaba a la pequeña Judith en mis brazos, iba un poco incomoda, podría dejar "esta cosa" abandonada en medio de la nada. Pero no puedo, tengo que ignorarlo, y tratar de que "El" no me haga hacer cosas de las que luego me arrepienta. Aparte de que la pequeña es una Grimas, se lo valiosa que es ella para su padre y hermano. Y no quiero destruirles esa ilusión, y menos si se trata de Carl Grimes...

Todavía hay algo de esperanza en mí de poder encontrarlo, no importa que tan jodido este el mundo, para mí las posibilidades de encontrarlo nunca se pierden.

-Cuidado, caminantes-. Susurro mi madre y nos dirigimos al bosque que estaba a un lado de las vías.

-No es seguro ir por ahí, vámonos-. Ordeno Tryreese, todos hicimos caso, abandonando el camino de las vías.

La solución a ese problema fue caminar por el bosque a la orilla de las vías sin hacer ruido. Más adentro en el bosque se escuchaba como alguien hablaba. Nos miramos extrañados y caminamos hacia aquella persona por sus espaldas.

-Una mujer con una espada, un loco barbudo, un niño y un hombre con ballesta, Pues vaya que hemos tenido suerte-. Decía el hombre por la radio.

Los tres sabíamos perfectamente de quien hablaban, significa que ellos están en algún lado, juntos y vivos. Mamá rápidamente le apunto con el arma en la nuca.

-Conocemos a esas personas, ¿Dónde están?-. Amenazo mi madre.

-¿Los conoces? Pues date prisa, ve y sálvalos -. Dijo aquel hombre con una sonrisa. Esas palabras hicieron que nuestra piel se erizara.

-Tryrees, llévate a Judith y a este hombre a la cabaña-. Ordeno mamá nerviosa.

-¿Y Carla? ¿Ira contigo? Carol, es peligroso...-. Justifico.

-lo sé, pero necesita aprender a sobrevivir y a ser fuerte-. Después de esas palabras ella me tomo de la mano y nos dirigimos a las vías del tren.

La ilusión aún no se iba, tenía esperanzas de encontrar a Carl... con vida. Y claro, a los demás, iríamos a salvarlos, eso es bueno, por fin haría algo que no estuviera mal. Por fin haría algo bien.

}

8/sep/2017













Carla Peletier #RiggersAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora