|(No) Matarás|

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Todos miramos la iglesia algo desconfiados, decidimos entrar para mirar el interior y asegurarnos de que fuera seguro.

Mi madre iba a lado mio, ambas nos detuvimos a observar una libreta la cual estaba en una pequeña mesa de madera, "No mataras" era lo que tenía escrito en esta misma, sin que nadie me viera arranque la hoja y la doble guardándola en un bolsillo de mi sudadera.

Terminamos de revisar todo, al parecer no hubo nada raro.

Salimos nuevamente del lugar y me senté en un escalón.

—Si paramos ahora nos retrasamos, si nos retrasamos nos jodemos—. Era la voz de aquel hombre pelirrojo, el cual desde todo este trayecto de terminus hacia la iglesia no paraba de decirle a Rick que era urgente ir a Washington.

—Sin municiones no podemos hacer nada—. Michonne intervino.

—Exacto, comida, agua, municiones, es lo que nesesitamos—. Respondió Rick poniéndole final a esa "conversación".

Todos los demás se metieron la iglesia sin agregar algo más.
Empecé a mirar a mi alrededor hasta que mi vista se detuvo en Carl, el cual estaba cargando a Judith en sus brazos mientras observaba las blancas paredes del exterior de la iglesia.

Una sonrisa instantánea se dibujo en mi rostro y camine hacia el con paso silencioso para luego tocarle el hombro, él dio un pequeño salto de susto y volteo a verme con una sonrisa, que, no voy a negar, era hermosa.

—¿Tú crees que Gabriel sea alguien de quien fiar?—. Prengunto el mientras me miraba con una ceja levantada.

—No lo se. ¿Sabes? Ahora los camintes no son el peligro aquí, ahora son los mismos humanos, por lo que, si no es de fiar no lo sabremos hasta que demuestre lo contrario —. Explique mientras miraba al bosque que nos rodeaba.

—Es increíble como siempre tienes algo que decir. Sea lo que sea, creo que el grupo esta preparado para afrontarlo, somos fuertes—. Me dedicó una sonrisa decidida.

—Nesesitamos gente para ir por algunas municiones—. Rick apareció de la nada poniéndose enfrente mio.—¿Quieres venir?, tu madre te dio permiso ¿Qué dices?

Asenti con la cabeza algo sorprendida, ya que era muy poco común que me llevaran a ese tipo de expediciones. Siempre solían dejarnos a mi y a Carl al cuidado de Judith.

—¿Yo también podre ir?—. Habló Carl a mis espaldas.

—No, nesesito que cuides a judith ¿Quieres?—. Carl simplemente bufo y asintió dando una sonrisa poco honesta metiéndose a la iglesia con Judith.

Ya los demás estabamos listos para partir, entre ellos, Sasha, Bob, Gabriel, Rick, Michonne y aquella chica de ojos azules.

Comenzamos a caminar mientras Gabriel nos guiaba hasta donde debía ser nuestro destino. El camino no fue tan largo, era un lugar algo pequeño, el cual contaba con un zotano que estaba infundado de agua.

—Podemos cubrirnos con las estanterias—. Sasha hablo mientras todos los demás mirábamos la situación.

—Así es Sasha—. Afirmó Rick para luego dirigirse a la pelirroja y a mi.—Quiero que ambas se queden detrás de mi en todo momento, eliminaremos los caminantes y luego tomaremos las cosas ¿De acuerdo?

Ambas asentimos con la cabeza.
Todos bajamos a aquel zotano el cual parecía alberca, el agua me llegaba hasta un poco más abajo de la cadera, asiento que mi desplazamiento por el lugar no fuera el mejor de todos.
Empezamos a juntar las estanterías y a atravezar los cuchillos por los podridos cráneos de los caminates.

—¡Hay que ayudar a Gabriel! —. Grito Rick mirando a aquel hombre el cual estaba apunto de ser devorado por un caminante.

Camine hacia el a paso lento por el agua que me impedía ir más rápido y tome la cabeza de el caminante el cual no tardó ni un segundo en darse la vuelta para soltarme uno de esas mordidas. El peso era considerable, pero algo pesado, me constaba poder encajar el cuchillo.

Sangre fue salpicada en mi rostro y el caminte cayo al agua sin más.

—Denada—. Dijo aquella ojiazul mientras me miraba con una sonrisa de victoria.

—Gracias, a ambas, por salvare—.Gabriel volvió a retomar la postura a lo que ambas pasamos de el directamente.

Habíamos acabado ya con todos los caminantes.

—¡Asi es como se hace!—. Festejo Bob alzando un poco su tono de voz. Un caminante a su espalda lo ataco sumergiendolo en el agua.

Alce una ceja por lo irónico que había sido la situación, al parecer canto victoria antes de tiempo.

Para sorpresa de todos el venció al caminate, a los demás se les borraron el rostro de susto y proseguimos a sacar las cosas y colocarlas dentro de unas cajas. Caminábamos de regreso a la iglesia, iba a lado de Michonne, solía tener una buena comunicación con ella.

—¿Extrañas tu katana?—. Pregunte curiosa.

—Ni si quiera era mia, la encontré cuando empezó todo.

—¿Cómo te volviste tan hábil?

—Estando con esas cosas sola, día tras día por mucho tiempo —. Dijo alargando la ultima palabra.—No se como llamarlo, pero no era vida, no como la de ahora—. Me miro con una sonrisa.—Meterme en agua podrida por unas latas de comida, eso es vida —. Bromeo ella y yo solo solté una carcajda.

Con forme íbamos caminando yo iba bajando mi velocidad, saque nuevamente la nota de mi bolsillo y la desdloble con delicadeza, la hoja se encontraba salpicada de agua.
"No matarás"

>>Al diablo con eso<<

Hice bolita la hoja y tire al piso.

Baje aun más mi velocidad para quedar a la altura de la pelirroja.

—¿Me agradeceras por haberte salvado la vida? —. Dijo ella al notar mi presencia. Bufé y di una pequeña sonrisa.

—¿Gracias? Supongo.

—Asi me gusta.

Volvía a concentrarme en el camino, hubo algo que llamo mi atención. La camisa de Bob tenia sagre justo por donde estaba su hombro y eso no era todo, su ropa mojada tranparentaba lo que era una mordida, el no estaba bien como lo habia asegurado hace algunos minutos.

>>El nos mintió<<

—¿Ves eso?—. Le pregunte.

—¿Ver que?.

—El tiene una mordedura de caminante—. Apunte tratando de no ser muy obvia.

—¿Felicidades?—. Exclamo entendiendo muy poco la situación.

—Hay que matarlo.

>>(No) matarás<<

Carla Peletier #RiggersAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora